La polémica por el festejo realizado en la quinta de Olivos se trasladó este jueves al Senado. Sin la vicepresidenta Cristina Kirchner presente en el recinto, el jefe del interbloque Juntos por el Cambio, Luis Naidenoff, pidió repudiar la celebración realizada en plena cuarentena, pero el oficialismo se opuso y respondió con críticas hacia la gestión de Mauricio Macri.
El cruce se desató al inicio de la sesión, cuando Naidenoff pidió tratar sobre tablas un proyecto de repudio al festejo de cumpleaños de la primera dama el 14 de julio de 2020 con la participación del presidente Alberto Fernández.
“Olivos era una puerta giratoria, una especie de celebración y de fiesta en fiesta”, lamentó Naidenoff, que recordó que el evento, que salió a la luz en fotos y un video, se produjo en plena vigencia del DNU 576/20 y con el AMBA en fase de alerta epidemiológica por el nivel de contagios de Covid.
El radical denunció que “lo que ocurrió es una burla”. “Todos sentimos que nos tomaron el pelo. Mientras todos hacíamos los mayores esfuerzos, Olivos era un carnaval, una fiesta, y la fiesta la encabezaba el presidente, que amenazaba y apretaba a los que podían incumplir”, lanzó.
El senador consideró que “lo que nos pasó es mucho más fuerte que la pérdida de credibilidad de la palabra presidencial”, y agregó: “Esto supera el límite de lo imaginable. Es mucho más fuerte el retardo de la llegada de vacunas, pero esto es no solo un cachetazo a la credibilidad, sino un golpe bajo al esfuerzo colectivo de un pueblo que dio todo en los peores momentos”.
“¿Cómo hacemos en una Argentina con una pandemia que no finaliza, con nuevas cepas, para que alguien pueda imponer autoridad o establecer parámetros para que los argentinos se sujeten a la ley?”, se preguntó el formoseño en el recinto, y aclaró: “No se cuestiona el festejo: se cuestiona el castigo, la persecución y el ensañamiento con los argentinos que ni siquiera pudieron despedir a sus familiares”.
Naidenoff sostuvo que “el Gobierno tiene tiempo para hacerse cargo ante la Justicia del incumplimiento de la ley”, pero pidió en tono enérgico que el Senado “sea contundente y de una señal política de perdón y solidaridad con los ciudadanos que dieron todo y que confiaron”.
“Es una falta de respeto que mientras no se podía estar con los familiares en los momentos más duros, se brindaba en la quinta presidencial. ¡Es una falta de respeto! ¡Una inmoralidad!”, exclamó el líder de Juntos por el Cambio.
El contraataque del oficialismo
El jefe del bloque del Frente de Todos, José Mayans, respondió que accederían a tratar el proyecto de repudio solo si antes obtiene dictamen de comisión, algo imposible hoy por hoy para la oposición, que no tiene mayoría. Y contraatacó: “Nosotros también tenemos una listita de cosas que repudiamos”.
De esa forma, Mayans lanzó una catarata de críticas sobre distintas políticas del gobierno anterior, comenzando por “la escandalosa deuda externa generada sin anuencia del Parlamento; un endeudamiento brutal por más de 100 mil millones de dólares que entregó la independencia económica de la Argentina”.
El formoseño, conectado a la sesión desde su provincia, también pidió repudiar “la fuga de capitales de gente que ha ganado en el gobierno anterior y que se ha enriquecido a costa de tantos argentinos”, así como “el escandaloso manejo del Banco Central”.
“No vi ningún título declarando un repudio por el escándalo que han hecho en el sistema financiero”, alertó el senador, que también mencionó “la caída del empleo, del salario y del Fondo de Garantía de Sustentabilidad”, así como “la transferencia impresionante del pueblo que ha tenido que endeudarse para poder pagar los servicios”.
Mayans también aprovechó para cargar contra los diputados del Pro Fernando Iglesias y Waldo Wolff por sus tuits sobre la visita de la actriz Florencia Peña a la residencia presidencial. Tras sostener que lo sucedido “fue verdaderamente vergonzoso”, advirtió que la oposición busca “tapar” ese escándalo con el tema de Olivos.