Este miércoles, el FMI dio a conocer que el programa de 44.000 millones de dólares que otorgó a la Argentina en 2018, durante el gobierno de Mauricio Macri, tuvo “riesgos sustanciales para el FMI”.
Por otro lado, aseguró que no cumplió los objetivos “de restablecer la confianza en el mercado, la reducción de los desequilibrios externos y fiscales, la reducción de la inflación y la protección de los segmentos más vulnerables de la población”.
El Fondo Monetario Internacional dijo: “En última instancia, la estrategia del programa resultó demasiado frágil para los desafíos estructurales profundamente arraigados y las realidades políticas de la Argentina”.
Según informa Clarín, el directorio ejecutivo del organismo en Washington analizó y dio a conocer la evaluación independiente llamada “Ex Post”, una especie de “autopsia” o radiografía del programa argentino que se otorgó durante el gobierno de Mauricio Macri.
El informe técnico fue elaborado por el economista noruego Odd Per Brekk, jefe del departamento de Asia y Pacífico del organismo, por más de un año y había permanecido hasta ahora en secreto.
Pero no es algo que se haya hecho específicamente para el caso de Argentina. Es una práctica habitual del organismo para sus programas de “acceso excepcional” como el de nuestro país. Es un requisito para todos los programas que desembolsan ayuda a un país por arriba de su cuota como el caso de Argentina, que recibió un préstamo que fue cerca de 11 veces de su cuota (el monto original eran 57.000 millones) cuando un Stand by establece alrededor de cuatro veces.
El informe señaló que el programa “no cumplió con sus objetivos, a pesar de las significativas modificaciones de las políticas económicas. Aumento de los reembolsos, junto con la fuga de capitales, ejercieron una presión considerable sobre el tipo de cambio”.
“A pesar de las intervenciones cambiarias más allá de las provisiones del programa, el tipo de cambio continuó depreciándose, aumentando la inflación y el valor en pesos de la deuda pública, y el debilitamiento de los ingresos reales, especialmente de los pobres”, agregó.
“En resumen, el informe concluye que el programa “no cumplió con los objetivos de restablecer la confianza en el ámbito fiscal y la viabilidad externa, fomentando al mismo tiempo el crecimiento económico”, señaló el Fondo.
El reporte agregó que el Stand by “representaba riesgos financieros sustanciales para el FMI, que aumentaron con la ampliación y más acceso anticipado” que se aprobó posteriormente.
Luego de analizar el informe, los directores ejecutivos del organismo señalaron que del reporte se extraen “una serie de lecciones importantes”, aunque señalaron que varias de ellas no son nuevas. Dijeron, además, “las conclusiones deberían servir de base para la situación en curso”, o sea de la actual negociación.
“Los directores lamentaron que el programa de 2018 no cumpliera sus objetivos de restablecer la confianza en el mercado, la reducción de los desequilibrios externos y fiscales, la reducción de la inflación y la protección de los segmentos más vulnerables de la población”.
Consideraron, además, “que la estrategia del programa y la condicionalidad no era lo suficientemente sólida como para abordar los profundos problemas estructurales de Argentina, incluida las frágiles finanzas públicas, la dolarización, la alta inflación, la debilidad de la política monetaria, un pequeño sector financiero interno y una estrecha base exportadora”.
El Gobierno argumenta que el FMI violó sus propios estatutos al otorgar el préstamo. Sin embargo, el FMI dijo este miércoles: “En general, los directores estuvieron de acuerdo en que el Stand by era compatible con las políticas y procedimientos del FMI, pero reconocieron que la aplicación de algunas de esas políticas suponía un juicio considerable”.
Sin embargo, hubo una advertencia: “Si bien se siguieron los procedimientos estándar para evaluar los riesgos para el FMI, los directores consideraron que los riesgos más amplios podrían haber ocupado un lugar más destacado, y que el Directorio podría haber participado antes y más profundamente en el proceso”.
El gobierno de Alberto Fernández venía reclamando desde hace meses que se diera a conocer este análisis porque asegura que ese préstamo violó los estatutos del Fondo y se mal utilizó en pagar deuda insostenible y en financiar salida de capitales.
El Gobierno quería que este informe se diera a conocer antes de cerrar un nuevo programa con el Fondo, un acuerdo que busca finalizar lo antes posible pero que viene demorado. La Argentina está renegociando este préstamo Stand By de 2018, considerado impagable, para reconvertirlo en uno de Facilidades Extendidas, con plazos de devolución hasta 10 años.
El informe dado a conocer este miércoles es básicamente técnico y no tiene consideraciones políticas, resaltan desde el Fondo. Básicamente este tipo de informe busca responder si fue apropiada la estrategia macroeconómica y el diseño del programa para responder a los desafíos del país al que se le otorgó el préstamo. Y, además, si los resultados del programa alcanzaron los objetivos.
Aunque es una práctica habitual, el gobierno de Fernández ve este informe como algo importante para sellar el acuerdo que actualmente está negociando y que quiere tener listo lo antes posible para discutir los detalles. Es un paso clave “para terminar de entendernos”, dijo el Presidente.
También el Gobierno busca que la difusión sirva como una justificación interna de la necesidad de firmar un nuevo programa.
El equipo encabezado por el noruego llevó a cabo entrevistas con ex autoridades argentinas y del Fondo que participaron en la elaboración del programa en 2018. El Fondo hizo ya este tipo de evaluaciones para los casos de Ucrania y Grecia, que también obtuvieron préstamos con acceso excepcional.