El Fondo Monetario Internacional (FMI) desmintió que haya existido una comunicación entre el presidente Alberto Fernández y la titular del organismo, Kristalina Georgieva, tal como dejó trascender el área de difusión del Gobierno.
“El presidente Alberto Fernández no se ha comunicado recientemente con la Directora Gerente”, afirmó a Infobae una portavoz del organismo multilateral desde Washington, a pocas horas de que se informara lo contrario en la Casa de Gobierno.
Las fuentes de la Rosada habían indicado que el presidente Alberto Fernández le comunicó telefónicamente a Georgieva la decisión de nombrar a Sergio Massa como nuevo ministro de Economía y que el contacto fue anoche.
Más aún, según trascendió desde la Casa Rosada, Fernández le habría recordado a Georgieva el importante rol que Massa había tenido en la negociación con el organismo internacional para la refinanciación de la deuda externa argentina que se terminó de cerrar a finales de marzo de este año.
La salida de Batakis tomó por sorpresa al FMI
El insólito cruce se produjo luego de Georgieva se reuniera el lunes de esta semana con la saliente ministra Silvina Batakis en Washington. Allí, Batakis se había comprometido a cumplir con las metas del acuerdo firmado a principios de año, aunque cuando estaba regresando a Buenos Aires se enteró de su desplazamiento del Palacio de Hacienda.
La salida de Batakis llamó la atención tanto en el FMI como en el Tesoro de Estados Unidos, donde Batakis fue recibida el lunes por David Lipton, el asesor especial de la secretaria Janet Yellen y ex número dos del Fondo. Esos diálogos fueron cordiales y productivos, indicaron fuentes oficiales argentinas.
El tono fue amable, las promesas de la ministra concretas, pero los inversores querían ver para volver a creer: en las dos horas y media de la reunión, la funcionaria les aseguró a ejecutivos y analistas que habrá un claro ajuste fiscal, que la devaluación del tipo de cambio oficial no es el camino adecuado, que las tasas de interés subirán y que el Gobierno cumplirá con los compromisos que asumió ante el FMI.
En el auditorio había ejecutivos de bancos y fondos de inversión poco interesados en comprar papeles argentinos en el corto plazo, pero preocupados por la posibilidad de que el país vuelva a caer en default, tal como lo reflejan los bajos precios de los bonos argentinos.
“Tengo el apoyo de los 3 líderes”
Según los asistentes, la ministra “reconoció que no había buen diálogo con los inversores y que los precios valen lo que valen”, sin cuestionar los fundamentos del mercado, frente a las críticas habituales del equipo dirigido por Martín Guzmán.
“Todos preguntaron qué tipo de apoyo político tiene y ella dijo: Soy ministra porque tengo el apoyo de los 3 líderes, Alberto, Cristina y Massa”, relató uno de los participantes. Además, otro aseguró que Batakis expresó: “Mi plan económico es el de los tres y fue aprobado por los tres en la coalición”.
Les juró que “ya empezó a tomar medidas para gastar menos y que habrá un ajuste fiscal que tendrá consecuencias”, como el congelamiento de las vacantes del Estado, la decisión de dosificar en forma mensual las partidas a los ministerios y de implementar una “caja única” para reducir el déficit de caja. Al día siguiente, cuando Batakis fue desplazada, las expresiones de asombro entre los asistentes eran notables.
“En este momento están perplejos”
Al respecto, el ex representante ante el FMI Héctor Torres dijo a Infobae que “la designación de Massa puede caer bien en el Fondo: lo conocen, saben del empeño que puso para conseguir apoyo para la aprobación del programa y aprecian su pragmatismo”, pero aclaró que “en este momento están perplejos. Georgieva tuvo una larga conversación con Batakis. La ex ministra llegó acompañada por nuestro embajador en Washington y ambos expresaron que Batakis contaba con el apoyo político de todo el Frente de Todos”.
“Sin embargo, apenas terminó la reunión, empezaron a llegar noticias sobre su posible reemplazo. No están acostumbrados al realismo mágico, les cuesta entender”, se lamentó Torres, una sensación que hoy se reforzó en el FMI ante una versión sobre un diálogo de alto nivel que nunca ocurrió entre Fernández y Georgieva.