El senador Oscar Parrilli (Neuquén) zafó este jueves de recibir una suspensión por estar procesado en la causa del Memorándum de Entendimiento con Irán. La sanción, para uno de los colaboradores más cercanos de la expresidenta Cristina Kirchner, fue una jugada de apuro oficialista para intentar balancear la inevitable expulsión de Edgardo Kueider del cuerpo, detenido en Paraguay con miles de dólares sin explicaciones.
La votación para autorizar el tratamiento de su amonestación en el Senado dio como resultado: 34 colegas la apoyaron, 31 la rechazaron y 1 se abstuvo. Pero para la habilitación, las normas marcan que se necesitan dos tercios de los votos y lo del lacayo de Cristina Kirchner quedó lejos.
No obstante, el neuquino sintió la necesidad de descargar su euforia con un gesto de fuck you, que revoleó en el recinto a sus rivales. Cabe mencionar también que el senador respondió a lo dicho por Victoria Villarruel, la sucesora en la titularidad de la Cámara alta, quien había prometido “sacar la mugre del Senado”, por Kueider y por Parrilli.
“Yo me baño todas las mañanas, así que mugriento no soy”, retrucó el senador y agregó: “He visto algunos tuits que muestran que no leen nada. Escuché al presidente de la nación decir que no le daba participación en las decisiones de Gobierno. Me parece muy bien porque dice burradas. Son graves los hechos que provoca, sale a decir barbaridades sin sentido”.
Los cuatro fuck you del kirchnerismo
La expresidenta Cristina Kirchner -en su último día como vice de Alberto Fernández- dejó un fuck you en las puertas del Congreso. Según detalló Clarín, el gesto se dio como respuesta a algún grito, cuando ingresaba para la jura de asunción de Milei.
Oscar Isidro Parrilli, el nuevo dedo índice erigido, fue secretario general de la Presidencia de Néstor Kirchner y fue también el secretario de Inteligencia que le cambió el nombre a la SIDE por AFI. No obstante, su labor trascendió más como asistente de los mandados de Cristina, inmortalizado por aquellos audios en los que la jefa lo destrataba un poco.
En otra imagen inmortalizada, el sindicalista Pablo Moyano -ahora renunciado de la CGT que evitó seguirlo en su agenda de queja kirchnerista- dejó otro dedo índice alzado en el Congreso, esta vez, con y por el ministro de Economía y fallido candidato presidencial Sergio Massa.
En septiembre pasado, y con Milei en la Cámara baja, la diputada Sabrina Selva, kirchnerista originaria del Frente Renovador massista, usó el gesto contra el Presidente. En ese momento, la reacción se dio como respuesta a una chicana discursiva en su presentación del Presupuesto ante el Congreso.