Rodeado de miles de militantes y eufórico. Así se mostró este miércoles el presidente Alberto Fernández en un municipio del noroeste del Gran Buenos Aires. Lanzado a la campaña electoral, defendió la política sanitaria y habló de su socia Cristina Kirchner, mientras el Gobierno va largando en forma dosificadas decisiones económicas.
Anoche se anunció que el mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias sube de 150.000 pesos a 175.000 pesos en septiembre. Además, habrá una exención para el Sueldo Anual Complementario (SAC) de diciembre. Con esta actualización, 1.267.000 personas que dejaron de pagar Ganancias cuando se aprobó la ley en abril, seguirán sin pagar el impuesto. Es decir que se mantiene el universo de los beneficiados.
Por otro lado, el Gobierno dejó trascender que habrá un bono para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal que rondaría los seis mil pesos. Y prometió ayuda para los trabajadores informales que el año pasado habían recibido 10 mil pesos por el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Novedades en este sentido se esperan. Por ahora, sobre ello reina la incertidumbre.
También se espera conocer cómo será el diálogo del “Gobierno renovado” con las cámaras empresariales como la Unión Industrial Argentina sobre los salarios, porque la intención es que se replique el 48% del salario mínimo para todos los rubros. “Todas las paritarias por supuesto que deben terminar por encima de la inflación. El Gobierno pone toda la presión para que esto ocurra y utiliza todos sus instrumentos”, dijo el ministro de Economía, Martín Guzmán.
Estos anuncios iban a darse el jueves 16. Horas antes explotó en las redes sociales una carta de Cristina, que terminó de definir la crisis política que se había iniciado el miércoles por las renuncias de ministros. Fernández frenó todo. Luego vinieron los cambios en el gabinete y el paquete de medida pasó a ser tamizado por Juan Manzur, nuevo jefe de ministros.
“El jefe de Gabinete, más que estar elongando, entró corriendo, desde el día cero. Arrancó fuerte”, se sinceró Guzmán, en una entrevista radial. Pasado el mediodía, se reunieron a solas. Y avanzaron en la definición de medidas.
Guzmán optó por no dar precisiones. Habló de bonos para los jubilados y sobre un eventual cuarto IFE dijo: “Hay necesidades sociales que están por encima de todo lo que quisiéramos atacar con mayor fuerza”. Tras ello, reconoció que “mucha gente ha vivido mucha angustia” y que “el Estado no tuvo capacidad para llegar a toda la población”.
Por otro lado, dijo que “tal vez sí” algunas de las medidas que se anunciarán ahora se podrían haber ejecutado antes de las elecciones primarias. Pero señaló que su gestión en particular “no tiene que ver con las elecciones o la ausencia de elecciones”, sino con “cuidar a la Argentina”. Y advirtió que si se descuidan las variables macroeconómicas, podría haber una crisis cambiaria muy dañina que generaría más pobreza y desigualdad.
Fernández y la unidad
Mientras él estaba en la radio, Fernández se encontraba en el escenario de inauguración de una universidad en José C. Paz. En este mismo distrito estaba cuando se enteró por una alarma en su celular de que De Pedro y otros funcionarios habían puesto su renuncia a disposición.
Este miércoles el Presidente buscó dar una imagen de unidad del Frente de Todos. Se mostró con Manzur, Axel Kicillof y Máximo Kirchner, entre otros. “Vine con Cristina, con un deber y ese deber lo voy a cumplir”, dijo el jefe del Estado en un territorio donde la vicepresidenta tiene un masivo apoyo popular. Incluso allí, frente al escenario, se volvieron a ver las banderas de La Cámpora.
Fernández justificó que parte de la respuesta que esperaba el electorado cuando lo apoyó en 2019 se vio truncada por el impacto de la pandemia. “Ahora que estamos saliendo, tengan la más absoluta confianza de que vamos a poner de pie a la Argentina, a trabajar incansablemente para que cada argentino recupere su trabajo”, prometió eufórico. En línea con su ministro de Economía y de la titular de Salud, Carla Vizzotti, Fernández descartó que el relajamiento de las restricciones sanitarias tenga que ver con un plan netamente electoral. Señaló que esto ya estaba previsto y aseguró: “Podemos ir, poco a poco, recuperando la cotidianidad”.
En alusión a la derrota electoral, el jefe del Estado manifestó: “El mensaje que recibimos lo hemos oído, pero la respuesta nuestra es esta: lo que necesitamos es cambiar planes sociales por trabajo. Eso no significa dejar abandonado al que necesita de la asistencia del Estado, esto significa que debemos redoblar nuestros esfuerzos para que los argentinos recuperen el trabajo que les dé dignidad en sus familias”.
A la tarde, Manzur fue con De Pedro a La Matanza, donde los recibió el intendente Fernando Espinoza. “Estuvimos viendo lo que tiene que ver con la obra pública y la generación de empleos. Nos llevamos una carpeta con propuestas”, dijo el jefe de Gabinete, y señaló que quiere poner en marcha medidas allí “en el cortísimo plazo”. El funcionario se había reunido a las 7.30 con todos los ministros. “Y ahora estamos trabajando acá, en el territorio”, dijo.