Aunque insiste en que la alternativa no es volver a la Fase 1, el Gobierno provincial analiza tomar medidas más estrictas para intentar bajar la alarmante cifra de contagios que ha saturado las terapias intensivas y, por ende, el sistema sanitario contra la pandemia. Con el respaldo de los intendentes del Gran Mendoza, la mira está puesta en las reuniones clandestinas que se realizan los fines de semana, cuando a pesar de que está prohibido miles de mendocinos hacen juntadas familiares que, para el Gobierno, son el principal foco de los contagios que se detectan luego.
Hoy la ocupación de camas de las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) es del 85% en el Gran Mendoza y del 76% en el resto de la provincia. Se trata de números preocupantes a los que hay que sumar cifras récord de infectados y una altísima positividad en los testeos, que supera el 40% en la última semana.
En el Gobierno insisten en que la mejor manera de oxigenar la delicada situación sanitaria es evitar las reuniones clandestinas. Los datos que tiene el Ministerio de Salud, a través de los rastreos de los contactos estrechos de los contagiados, indican que gran parte de quienes se han infectado de Covid-19 han admitido que participaron de encuentros familiares o de amigos.
Pero además, de acuerdo a estos relevamientos, se sabe que estas juntadas suelen incrementarse -naturalmente- desde el viernes hasta el domingo o lunes. Por este motivo, una de las alternativas que se baraja es poner fuertes restricciones durante los fines de semana para bajar la circulación de personas.
Algunas ya empezaron: en los últimos días se han incrementado los controles policiales en las calles en la zona urbana del Gran Mendoza, que es la que concentra el mayor porcentaje de contagios y donde las UTI están casi al límite.
Desde el viernes 2.100 policías están distribuidos en más de 170 puestos fijos para hacer cumplir las medidas, como las salidas por DNI y la prohibición de circular entre las 23.30 y las 5.30.
Con estos controles, en el Gobierno apuestan a desalentar que la gente salga libremente a circular sin respetar las disposiciones vigentes. Como lo viene repitiendo el gobernador Rodolfo Suárez cada vez que habla - lo hizo dos veces la última semanavolver a una Fase 1 no es la mejor solución para resolver la crítica situación. De hecho, el miércoles aseguró, mientras recorría el depósito de insumos sanitarios de la provincia, que las restricciones “no tienen efecto si la gente no las cumple. Cuando no cumplimos, cuando hacemos reuniones clandestinas, impacta en el sistema y hay que evitarlo. Ahí está el mayor foco de contagios”.
Para Suárez, retroceder de fase implica golpear aún más a la economía provincial y, por ende, a la producción privada y al comercio.
Igualmente, si bien el actual decreto con las medidas de Distanciamiento Social tiene vigencia hasta el 22 de setiembre, ante el alarmante aumento de casos el 4 de este mes en el Gobierno indicaron que se iban a tomar 10 días para analizar posibles nuevas medidas. Por lo que mañana, o en lo que resta de la semana, podría haber novedades.