Corría junio del 2003 cuando el incendio en el hotel Samay Huasi en Tunuyán copó las noticias. El emprendimiento, ubicado en una zona turística de gran potencial como es el Manzano Histórico, quedó en ruinas. La Ley 7453, en el 2005, que autorizaba al Ministerio de Turismo y Cultura a licitar el inmueble para su explotación y venta con el “cargo de mantener su destino turístico”. Años después de la promulgación de esa norma, en los próximos días se hará oficial el llamado a concurso público.
Uno de los temas que desvela al gobernador Rodolfo Suárez es la creación de empleo, en donde la búsqueda de herramientas para lograrlo es una de las misiones encomendadas al ministro de Gobierno, Trabajo y Justicia, Víctor Ibáñez y a Mariana Juri, a cargo de Turismo y Cultura. Aunque, es el plan de avanzar sobre inmuebles con potencial para el desarrollo turístico.
“El Gobernador nos pidió que trabajáramos en conjunto con el ministro Ibáñez en reactivar estos inmuebles”, indicó Juri a Los Andes refrescando los llamados para el Perilago en Potrerillos y el centro de esquí en Penitentes.
El proyecto deberá ser turístico aunque no habrá requisitos puntillosos en cuanto a los proyectos, más teniendo en cuenta que en dos hectáreas pueden convivir más de un emprendimiento. La concesión será por 20 años y hay colaboración tanto desde las cámaras de la zona como desde la Municipalidad de Tunuyán en la búsqueda de inversiones.
Entre los tópicos que se evaluarán sobre las ofertas, estará el uso de la superficie que se pretenda hacer, la inversión y la mano de obra que se comprometan a generar. Un detalle para nada menor es que por la ubicación del lugar, los aspectos ambientales serán muy valorados.
Las dos hectáreas que tiene el predio, cuyo dominio pertenece a la provincia de Mendoza, se licitarán con la intención de que lleguen inversiones para reactivar lo que hoy son ruinas. Ubicado sobre la Ruta Provincial 94, la superficie ya cuenta con un estudio estructural que sugiere demolición si la intención es darle el uso que tenía al momento del siniestro.
Uno de los atractivos es justamente el sitio estratégico donde está ubicado, en donde el Valle de Uco capta turistas por sus increíbles paisajes y un turismo vitivinícola que repunta de a poco en medio de la pandemia.
“El turismo vitivinícola es absolutamente complementario al de naturaleza y ayuda a potenciar fuertemente la imagen del Valle de Uco. No sólo es el vino, sino también lo es por su montaña”, expresó Juri.
A 18 años del incendio voraz
El 7 de junio del 2003, en poco más de una hora, la estructura del Samay Huasi ardió en llamas. Según reconstruyó Los Andes en la edición del 9 de junio, testigos presenciales aseguraron que “las llamas se avivaron y terminaron con todo cuando estalló una caldera con 60 litros de gasoil que se encontraba en el subsuelo”.
Este establecimiento era parte de los controvertidos hoteles que se hicieron en el ’88, ’89 y ’90 con crédito oficial blando otorgado por el Banco de Previsión Social. Durante diez años el Samay Huasi fue el único lugar de categoría internacional (tenía cuatro estrellas) donde hospedarse en la zona de la reserva provincial Manzano Histórico.