En las recriminaciones al Gobierno nacional, Rodolfo Suárez y Alfredo Cornejo, principales referentes del oficialismo mendocino, jugaron roles diferentes pero que se conjugaron en un punto. El gobernador se limitó a cuestionar desde los discursos oficiales las políticas nacionales que afectan a la producción local. El ex mandatario, en cambio, más flexible al contacto con la prensa, fue más incisivo e incluyó en sus embates a los empresarios locales que, a su juicio, son permisivos con el kirchnerismo.
Suárez prácticamente limitó sus participaciones al discurso que dio durante el desayuno de la Coviar, en el hotel Hyatt, donde compartió escenario con el ministro de Agricultura de la Nación, Julián Domínguez. “Resulta indispensable eliminar cuanto antes las retenciones a la vitivinicultura y a todos los productos de las economías regionales”, expresó el mandatario en medio de una serie de críticas a la Nación y una especie de rendición de cuentas de su gestión, al estilo de las que se realizan para el inicio de las sesiones ordinarias el 1 de mayo.
“Hay un obstáculo inexpugnable que impacta como un tren de frente, es la marcha errática de la macroeconomía nacional”, dijo el gobernador. Cuestionó en este sentido “la falta de vocación para lograr mejores condiciones de ingreso a los mercados internacionales” y la “brecha del tipo de cambio”, que obliga a la industria cobrar ganancias de acuerdo con la cotización oficial, mientras se asumen costos asociados al dólar blue.
La mejora de las exportaciones de vino tuvo que ver, a su juicio, al “trabajo conjunto en los mercados internacionales entre el Estado provincial y 392 bodegas de nuestra provincia”. En su resumen de gestión, Suárez también destacó que su gestión se sigue ocupando de bajar los gastos del Estado y la carga tributaria, así como la deuda en dólares de la Provincia.
Destacó los programas de fomento a la inversión privada y a la creación de trabajo, como “Mendoza Activa” y “Enlace”. A pesar de su notoria intención de evitar la rispidez política, Suárez casi al pasar y sin mencionarlo le pegó al PJ por bloquear la reforma institucional y sostuvo que otra de sus reformas no concretadas, la educativa, quedó en el camino por “mezquindades”.
También incluyó el gobernador un pedido al Gobierno nacional para una “pronta resolución” del conflicto que mantiene parado el dique Portezuelo del Viento.
PALOS AL KIRCHNERISMO Y A LA COVIAR
Cornejo, por su lado, esperó su turno para criticar con firmeza ya no solo al Gobierno nacional, sino a los propios empresarios de Coviar, por su cercanía con el peronismo. “Ya se lo he dicho a Zuccardi diez veces, en privado y en público, cuando viene un gobierno peronista son benévolos con el discurso, pero cuando viene un gobierno que no es de su signo político, no es equilibrado”, cuestionó.
“Yo les pregunto a los bodegueros, que han llevado a la industria del vino a internacionalizarla, ¿les da lo mismo trabajar con un tipo de cambio atrasado, y con inflación o no? Creo que al diagnóstico sectorial le falta lo macro y Suárez dio en la tecla”, agregó.
“Los verdaderos problemas los genera el Estado nacional, los déficits, la emisión, los aranceles externos, la falta de conexión con otros países, esos problemas afectan a los sectores económicos que actúan bien”. Y agregó: “Cerrar la grieta suena muy lindo y es un planteo que hace caer en lugares comunes ¿Quién no quiere la unidad nacional y los acuerdos? Nunca vamos a salir si no tenemos un acuerdo gobierno-oposición que lidere al sector privado. Yo creo que tiene que haber un acuerdo sobre reformas estructurales, fiscales, impositivas y laborales. Para sacar a la gente de la pobreza hace falta un shock de crecimiento de 10 años que no se va a lograr sin esas reformas. Es tan ridículo el relato K que estamos haciendo un desastre en el sector laboral y previsional”.
“Ellos han ajustado por mala praxis porque cada vez hay más empleo no registrado e impuestos, ellos son los principales ajustadores. Con La Cámpora, es difícil encontrar un acuerdo. Es imposible cerrar una grieta con esta deliberación cínica, sólo un sector alimenta esa grieta”, agregó.
El ex gobernador también habló del desembarco de figuras nacionales en Mendoza y las expectativas para las elecciones de 2023. “Estamos reconstruyendo nuestra red territorial”, destacó, pero no quiso profundizar en materia de nombres propios. “Eso se verá, pero el modelo de las PASO es bueno: todos compitieron dentro de Juntos por el Cambio. Esa era la mejor manera para mantener la unidad”.
“Yo soy muy titubeantes y miedoso, tenemos que tener prudencia, viene un año con más deterioro y descontento social. Candidaturas sin programa son vacías”, expresó cuando lo consultaron sobre sus propias pretensiones para el año que viene.