Descompresión del frente cambiario y una clara señal fiscal. Eso fue lo que logró ayer el Gobierno con la mega emisión de deuda en pesos que hizo en el mercado local y la decisión política posterior al resultado que comunicó.
Era, ni más ni menos, lo que el mismo mercado venía exigiéndole a Fernández para empezar a trazar un camino alternativo al pantanoso sendero que ambos habían andado juntos hasta ahora.
En número concretos: Economía salió a buscar 140.000 millones de pesos. Pero el mercado mostró apetito por lo que le ofrecieron y otorgó financiamiento por 254.671 millones de pesos.
Como los vencimientos a cubrir esta semana son de 108.700 millones de pesos, el ministro de Economía, Martín Guzmán, decidió con el excedente devolverle al Banco Central 100.000 millones de pesos. Léase: menor dependencia de la emisión monetaria.
Esa decisión fue interpretada con entusiasmo en el mercado, dado que es la primera demostración fuerte de que se buscará reducir la emisión monetaria y, por ende, el gigantesco déficit fiscal.
A las seis de la tarde, el secretario de Finanzas, Diego Bastourre, se reunió por videoconferencia con banqueros. Les agradeció el apoyo en la emisión del día y les afirmó que este camino será continuado por el Gobierno, según contó a La Voz un participante.
Esta decisión con la que se busca calmar al mercado es lo que pone en serias dudas la cuarta versión de Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). Se está evaluando, dijeron a La Voz, reforzar solamente la Tarjeta Alimentaria que financia Desarrollo Social.
Guzmán, el señalero
Ayer se licitaron títulos a tasa fija, a tasa Badlar y ajustables por CER. También hubo un bono vinculado al dólar con vencimiento en abril de 2022 que fue sobredemandando en un 66%: se colocaron u$s1.600 millones.
Eso demostró que el apetito por instrumentos atados al billete estadounidense está intacto. Pero al menos le sirvió al Gobierno para restar presión en el mercado cambiario. El “blue” bajó un 4,74%, a 181 pesos. En dos días retrocedió 14 pesos.
En el sector bursátil, el dólar MEP bajó 2,7% a 152,98 pesos y el contado con liquidación descendió 1,5%, a 162,60. El Gobierno empezó a comprar bonos en dólares y a vender en título pesos. Así interviene para incidir en el precio del MEP y en la generación de expectativas.
Daniel Osinaga, analista y trader, opinó en diálogo con La Voz que este arbitrio no es sostenible en el tiempo. “Se necesita que empiecen a subir las paridades de los bonos en la Bolsa de Nueva York y que eso se traduzca en el mercado local, y que las cotizaciones paralelas empiecen a bajar solas. Va por ahí: es un tema de confianza”.
Para Osinaga, las señales son importantes para empezar a reestablecer la confianza sobre el rumbo. El analista precisó: “Argentina rinde más que Congo y Angola. En el contexto mundial, estamos baratos respecto de otros países con una calificación de deuda parecida”.
En su opinión, los movimientos de las últimas semanas indican que los inversores internacionales “no confían en que Argentina baje el déficit y genere dólares suficientes para pagar la deuda a partir de 2024”.
El analista entiende que el Gobierno “se dio cuenta” lo que le estaba pidiendo el mercado. Una de las primeras medidas fue reducir el parking (tiempo entre que se compra y se vende un bono) de cinco a tres días.
Esa fue una decisión que tomó Guzmán, el funcionario al que Fernández le entregó el control total de la política económica y también de la política monetaria que hasta la semana pasada digitaba en soledad Miguel Pesce, el presidente del Banco Central.
Ayer, en radio Metro, Fernández dijo que él y Guzmán se están “ocupando” de la crisis cambiaria. Ambos le imprimieron un cambio de lógica a la relación con el mercado: más alianza, menos choque. A la inversa de lo que proponía Pesce, el autor del ajuste del cepo.
El dólar oficial sigue subiendo por goteo. El minorista cerró en 83,89 y el “solidario” en 138,41 pesos. El mayorista se ubicó en 78,30 pesos. El Central tuvo que vender otros 80 millones. Y las reservas cayeron en 120 millones, a 40.140. La sangría, ahí, no se detiene.
Fernández fue consultado sobre si Guzmán asumió el rol de “superministro”. “No, es el ministro de Economía y teníamos un problema fiscal. Como hay que resolverlo, Martín tiene que tomar el control de la situación y de todas las variables”, explicó.
Y lo elogió. “Martín es un ministro excepcional. Es un chico de una capacidad y una integridad moral única. Tiene una capacidad que no tiene ninguno de sus críticos”, dijo y descartó que haya pensado en echarlo en algún momento.