El gobierno de Javier Milei “iniciará las actuaciones para prohibir el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en toda la Administración Pública Nacional”.
Así lo confirmó este martes el vocero presidencial, Manuel Adorni, en su habitual conferencia de prensa en Casa Rosada.
“No se va a poder utilizar la letra ‘e’, el arroba, la ‘x’”, detalló el portavoz. También dijo que se evitará en la redacción de documentos públicos “la innecesaria utilización” del género femenino. Esto, claramente, en contra de términos como “todas” o “presidenta”, que generan rechazo en la militancia libertaria. La propia Victoria Villarruel prefiere usar “vicepresidente” en lugar de “vicepresidenta”, como decía Cristina Fernández de Kirchner.
El vocero de la Casa Rosada también señaló que el Gobierno no está dispuesto a ingresar a un debate sobre el lenguaje y declaró que las perspectivas de género se han utilizado como “un negocio de la política”.
Petri ya prohibió el lenguaje inclusivo en Defensa
La medida se conoce a pocas horas de algo similar a lo aplicado por el ministro de Defensa, el mendocino Luis Petri, en su cartera. Según dice la resolución 160/2024, la medida se tomó teniendo en cuenta la Constitución Nacional, la Ley número 23.554 de Defensa Nacional, el Diccionario para la Acción Militar Conjunta y el Glosario de definiciones y abreviaturas.
Por decisión de Petri, los miembros de las fuerzas que utilicen palabras como “generala”, “sargenta”, “soldada”, o “caba” recibirán sanciones. Esto busca expandirse ahora a todas las demás áreas de la administración pública nacional.
Qué dice la RAE sobre el lenguaje inclusivo
La Real Academia Española mantiene una postura en contra del uso de lenguaje inclusivo. A través del hashtag #RAEconsultas en la red social X, ya lo ha dicho varias veces.
Sobre el uso del arroba, la letra e y la x como “supuestas marcas de género inclusivo”, la RAE consideró que “es ajeno a la morfología del español, además de innecesario, pues el masculino gramatical ya cumple esa función como término no marcado de la oposición de género”.
Y sobre el uso de la e: “No es esperable que la morfología del español integre la letra «e» como marca de género inclusivo, entre otras cosas porque el cambio lingüístico, a nivel gramatical, no se produce nunca por decisión o imposición de ningún colectivo de hablantes.”