El Gobierno nacional reglamentó este viernes el Régimen de Incentivo de las Grandes Inversiones (RIGI), a través del decreto 749/2024, publicado en el Boletín Oficial Nacional.
El documento tiene las firmas del presidente Javier Milei; el jefe de Gabinete, Guillermo Francos; y el ministro de Economía, Luis Caputo.
El Artículo 1 de la normativa establece la “aprobación de la Reglamentación de los artículos 164 a 228 del Título VII – Régimen de Incentivo para Grandes Inversores (RIGI) de la Ley de Bases y Puntos de Partida para la Libertad de los Argentinos Nº 27.742, la que, como ANEXO (IF-2024-90250146-APN-SPEN), forma parte integrante del presente”.
Según sostienen desde el Gobienro en los considerandos, el RIGI, uno de los puntos más controvertidos de la Ley Bases, es “una herramienta para atraer inversiones significativas para la economía nacional, que de lo contrario no se desarrollarían”.
En tanto, el artículo 2 indicó que “las normas complementarias a la presente reglamentación deberán ser dictadas por parte de la Autoridad de Aplicación, la Administración Federal de Ingresos Públicos, el Banco Central de la República Argentina y demás Secretarías y reparticiones en el ámbito de sus competencias, en un plazo máximo de 30 días corridos a contar desde la publicación de esta reglamentación”.
En las justificaciones de la norma, se marca el objetivo que el país pueda asumir “nuevamente la condición de proveedor mundial de bienes y servicios en condiciones de calidad y competencia y, a través de ello, contribuir a la prosperidad y el progreso de la Nación”.
La idea principal de la gestión de Milei, según sostiene el documento, es “generar las condiciones de previsibilidad, estabilidad y competitividad necesarias para atraer Grandes Inversiones”, y el mismo se encuentra destinado a que las “inversiones se concreten mediante el adelantamiento temporal de las soluciones macroeconómicas de inversión sin las cuales determinados sectores no podrían desarrollarse con el dinamismo deseado”.
El RIGI
La ley establece beneficios extraordinarios para 9 sectores, entre los cuales se destaca el energético. El Gobierno apuesta a que este último aporte US$ 35.000 millones entre 2026 y 2027 con la construcción de gasoductos y plantas de Gas Natural Licuado (GNL), como la que van a llevar adelante YPF y Petronas. Los otros sectores que contempla el régimen son la forestoindustria, turismo, infraestructura, minería y tecnología.
El RIGI, en específico, propone incentivos relevantes y necesarios, principalmente en materia fiscal y aduanera, para vehículos titulares de un único proyecto (VPU). Además, les otorga garantías que brindan certidumbre y seguridad jurídica a las inversiones.
¿Qué es el RIGI?
El RIGI es un marco legal y económico que ofrece incentivos fiscales y financieros a las empresas que inviertan en sectores específicos y contribuyan a incrementar las exportaciones del país. Entre los principales beneficios que ofrece el RIGI se encuentran:
- Exenciones Impositivas: Las empresas que califican para el RIGI pueden beneficiarse de exenciones fiscales parciales o totales en impuestos clave como el Impuesto a las Ganancias y el Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre las inversiones realizadas.
- Facilidades Cambiarias: El régimen permite a las empresas acceder a facilidades cambiarias, como la posibilidad de ingresar y retirar divisas sin restricciones, lo cual es particularmente atractivo en un país con un mercado cambiario controlado como Argentina.
- Acceso a Créditos Blandos: A través del RIGI, las empresas pueden acceder a líneas de crédito con tasas de interés preferenciales, lo que reduce el costo financiero de sus inversiones y les permite expandir su capacidad productiva.
- Asistencia Técnica y Logística: El gobierno, en algunos casos, brinda apoyo técnico y logístico para ayudar a las empresas a establecerse en el país y a cumplir con los requisitos del régimen.
Beneficios del RIGI para Argentina
El RIGI tiene el potencial de generar varios beneficios para la economía argentina, entre los que se destacan:
- Aumento de la Inversión Extranjera Directa (IED): Al ofrecer un entorno favorable para la inversión, el RIGI busca atraer capital extranjero, lo que puede traducirse en la creación de empleos, transferencia de tecnología y desarrollo de infraestructuras.
- Impulso a las Exportaciones: Al enfocarse en sectores con potencial exportador, el RIGI puede ayudar a diversificar la canasta exportadora argentina y aumentar las divisas generadas por el comercio exterior.
- Desarrollo de Sectores Estratégicos: El régimen incentiva la inversión en áreas clave como la tecnología, energías renovables, y la industria manufacturera, contribuyendo a la modernización y competitividad de la economía argentina.
- Mejora del Déficit Fiscal: Al aumentar las exportaciones y atraer inversión, el RIGI puede contribuir a mejorar la balanza de pagos y reducir el déficit fiscal, al incrementar los ingresos del Estado por medio de impuestos y divisas generadas por las exportaciones.
Perjuicios del RIGI para Argentina
A pesar de los beneficios, desde varios sectores afirman que el RIGI también puede tener ciertos efectos adversos en la economía y la sociedad argentina:
- Erosión de la Base Imponible: Las exenciones fiscales ofrecidas por el RIGI podrían reducir significativamente los ingresos fiscales del Estado, especialmente si no se logran los objetivos de inversión y exportación. Esto podría agravar el déficit fiscal en el corto plazo.
- Desigualdad Regional: El RIGI podría concentrar la inversión en regiones o sectores específicos, dejando fuera a otras áreas del país que también necesitan desarrollo. Esto podría exacerbar las desigualdades regionales en términos de empleo y desarrollo económico.
- Dependencia del Capital Externo: Al enfocarse en atraer inversión extranjera, Argentina podría volverse más dependiente del capital externo, lo que podría aumentar la vulnerabilidad económica del país ante cambios en las condiciones internacionales o en la política interna de los países inversores.
- Impacto Ambiental: En algunos casos, la promoción de ciertos sectores industriales podría tener un impacto ambiental negativo si no se establecen regulaciones adecuadas. La explotación de recursos naturales y la industrialización sin un marco de sostenibilidad pueden dañar el medio ambiente a largo plazo.