El gobierno de Rodolfo Suárez se mostró con la guardia alta por temor a hechos de violencia durante la primera jornada de paro, pero aseguró que las protestas de empleados estatales mendocinos se desarrollan hasta ahora con “tranquilidad”.
El subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad, Néstor Majul, estuvo presente en la explanada de la Casa de Gobierno, punto de encuentro para las dos columnas de manifestantes. El funcionario aseguró en el mediodía de este martes que no se había detectado la llegada de piqueteros de Buenos Aires, lo cual era una de las mayores preocupaciones a nivel oficial.
La posibilidad de que esto pasara había sido advertida por dirigentes de ATE, quienes además señalaron que a esas personas el gremio provincial “no las podía controlar”. El Gobierno montó ante esta versión un operativo de control en los ingresos a la provincia, pero hasta aquí no detectó la llegada de manifestantes de otras provincias.
Majul descartó también requisas a los docentes que llegaban a la Capital para la protesta, más allá de que algunas personas denunciaron que hubo controles policiales en los vehículos que las traían a la concentración.
El funcionario tuvo comunicación fluida con Gustavo Correa, número dos del SUTE, a través del teléfono celular. Destacó que la movilización liderada por los docentes se movió con cierto orden por las calles del centro. Fue la protesta más importante y se concentró en la explanada de la Casa de Gobierno, lugar al que llegaron más de cinco mil personas.
En cambio, los manifestantes de ATE eligieron reunirse en el ingreso trasero de la Casa de Gobierno. La protesta bloqueó el tránsito por calle Peltier.
Sobre el mediodía, su líder, Roberto Macho, entró al edificio para tener una reunión con funcionarios, junto a un grupo reducido de dirigentes, bajo la firme convicción de que el Ejecutivo debe otorgar 40 mil pesos a los estatales.
El Gobierno, en tanto, hizo hincapié en la división de los frentes sindicales. “El SUTE demoró la marcha todo lo que pudo para no cruzarse con ATE”, dijeron fuentes oficiales.
En la mañana, Majul también tuvo una reunión con supermercadistas ante el temor de que la conflictividad social derive en saqueos. Aseguró que hasta ahora no hay indicios de este problema, más allá de que algunas personas han llegado hasta las líneas de cajas y han señalado que no pueden pagar toda la mercadería que llevan.
El encuentro de hoy buscó, más que nada, dar una señal de tranquilidad. “Estamos conectados en un grupo”, destacó Majul, para mostrar que hay comunicación permanente con los referentes de los supermercados.