Setenta y nueve días pasaron para que el presidente Alberto Fernández vuelva a conducir una reunión del comité nacional de vacunación y no es casualidad: el Gobierno teme la llegada de la segunda ola de casos de Covid-19 entre abril y mayo y decidió salir a comunicar el riesgo inminente, pidiendo a la sociedad que no baje la guardia y se cuide del contagio.
A partir del sábado se extiende la fase de distanciamiento social, preventivo y obligatorio (DISPO) hasta el 9 de abril. Fernández le solicitó al comité salir con una campaña masiva de concientización para que la sociedad no se relaje ante la posibilidad del contagio.
“Estamos viendo que el hemisferio norte ya está pasando la segunda ola. Y hay un aumento sostenido y preocupante en los países de la región”, dijo la ministra de Salud, Carla Vizzotti al salir de la reunión.
La funcionaria dijo que en Argentina se ha logrado ir ampliando las actividades, como el turismo, “sin un impacto en la cantidad de casos”, pero definió como clave que se sostengan los protocolos y que siga habiendo mucha “información para la acción”.
Durante el encuentro, se analizó la evolución semanal del plan de vacunación, se difundió un seguimiento del desarrollo del operativo en cada una de las jurisdicciones, y se evaluó la situación epidemiológica a nivel mundial, regional y nacional.
Acelerar la vacunación
Vizzotti expuso que está hablando con el Consejo Federal de Vacunación para “escalar la vacunación”. Hay un objetivo de aplicar al menos 250.000 dosis por día antes de fin de mes. El viernes se aplicaron 180.628 dosis. El proceso de inmunización viene acelerando. El lunes se habían aplicado 102.259 vacunas. Pero por ahora el ritmo sigue siendo lento en comparación con otros países como Chile, donde se aplican 450.000 por día.
Para acelerar más, la campaña enfrenta dos limitantes muy complejas: la infraestructura de almacenamiento y distribución en las provincias; y la disponibilidad de vacunas. El Gobierno sostiene su idea de llegar al invierno con la mitad de la población del país vacunada.
Fernández solicitó hacer “todo lo posible” para que se vacune más rápido, dado que no quiere que vuelva a cerrar la economía. Vizzotti señaló: “Queremos cuidar las actividades sociales y productivas”.
Preocupación por la región
Tras el receso estival en el que la situación sanitaria no se desbordó a pesar del intenso movimiento interno del país, ahora la gestión Fernández pondrá los cañones en intentar evitar el desembarco masivo de las nuevas cepas más contagiosas que las que circulan en Argentina.
Brasil y Paraguay son casos que preocupan sobremanera a la ministra de Salud. Y así lo hizo saber la funcionaria en la reunión del comité de vacunación que se desarrolló ayer en la Casa Rosada. Por ello, desde las próximas horas se reducirán los vuelos internacionales.
El país gobernado por Jair Bolsonaro es considerado hoy por la comunidad internacional como el epicentro global de la pandemia. El viernes registró 2.216 nuevas muertes por la enfermedad, con lo que encadenó tres días seguidos con más de 2.200 víctimas diarias.
El país con el que Argentina tiene 1.132 kilómetros de frontera y varios vuelos diarios de interconexión está padeciendo actualmente una nueva ola de la pandemia, más virulenta y letal, en parte provocada por la circulación de nuevas cepas del virus, entre las cuales está la variante que tuvo origen en la Amazonía y que, según investigadores, es tres veces más contagiosa que la original.
La curva local
Ya casi no hay turismo, pero sí clases. Y se está haciendo un seguimiento día a día de lo que pasa en las escuelas. En la Ciudad de Buenos Aires las franjas etarias con más crecimiento de casos de infectados son las que van de 0-12 y 12-18 años.
No es un problema en sí mismo porque la mortalidad en estas franjas es bajísima, pero los chicos son transmisores para con los adultos mayores y personas con enfermedades preexistentes de su entorno, donde se encuentra el índice de letalidad más elevado.
No obstante, fuentes de Salud dijeron a este medio que la situación local aún no es de alarma, dado que entre el 12 de febrero y ayer, la media de casos se mantuvo aproximadamente en los 6.500 casos detectados diarios.
El promedio de casos detectados en el país está en los mismos niveles que a mediados de diciembre, antes de las vacaciones, pero con una diferencia: en ese momento se hacían un promedio de 27.405 test por día y ahora se está en 42.362.