El gobernador, Rodolfo Suárez, dispuso el congelamiento de las cuotas para las familias que tienen créditos en Unidades del Valor Adquisitivo (UVA) en el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV). Como los aumentos son semestrales, en julio las cuotas iban a tener una suba de la UVA en un 16%, pero con esta medida quedará con el valor de enero. Mientras tanto, el Ministerio de Infraestructura junto con el Instituto Provincial de la Vivienda (IPV), evalúan otro sistema de actualización de las cuotas de los 4.546 créditos que se rigen mediante este esquema.
La medida fue dispuesta por el Gobernador, en base a la gran caída económica que ha sufrido la provincia debido a la pandemia del coronavirus. Las cuotas quedarán congeladas al valor de enero. Actualmente la UVA está en $47,23, mientras que la actualización que no se realizará, implicaba una suba a los $55,06.
En diálogo con Los Andes, María Marta Ontanilla, titular del IPV, sostuvo como ejemplo que una persona que ha estado pagando por ejemplo una cuota de $4.980 (de las más bajas en este esquema) habría pasado este mes a abonar $5.810 si no se hubiese dictaminado el congelamiento.
La funcionaria destacó que esta medida se trata de “una ayuda del Estado en el contexto de recesión a nivel provincial”. Expresó también que en el primer semestre de este año, la mora creció en un 10% respecto al total de créditos otorgados por el IPV (que son 62.340) y que si bien creían que el atraso en los pagos podría haber sido mayor, este congelamiento también “incentiva a que puedan seguir pagando las cuotas y no se atrasen”.
No obstante, dentro de los 4.546 créditos UVA del Instituto, que representan el 7% del total, el índice de morosidad asciende al 48%, lo que representa un problema de recupero de dinero para el IPV, y naturalmente también un retraso para el deudor. Por ese motivo el Instituto que permite la posibilidad de refinanciar en un plan de pago todo lo adeudado, prorrateado en hasta 36 meses.
En correspondencia con la moratoria especificada, también hay una serie de descuentos para aquellos que tienen la cuota al día, así como también a los que se adhieren al débito automático o por bono de sueldo (10%); mientras que aquellos que paguen el semestre completo, lo harán con un 15% de descuento.
Hacia otro esquema
Ontanilla explicó además que la cuota promedio de un crédito UVA está en los $6.185. Sin embargo, el 69% tiene una cuota menor a las 130 UVA mensuales ($6.139); mientras que sólo el 7% paga por mes más de 260 UVA ($12.279). El 24% restante, tiene cuotas entre esas dos franjas.
Respecto a los deudores en el esquema UVA, el 55% reside en aquellos que tienen cuotas menores a los $6.130 mensuales. La funcionaria agregó que no se afecta un monto que sea mayor que el 20% del ingreso salarial en las cuotas.
Con relación a un posible cambio del esquema UVA, señaló que está en análisis pero insistió que solamente un 7% del total de créditos del IPV se rigen con las UVA. No obstante, sostuvo que del otro lado, con las cuotas fijas que se entregaron en las últimas décadas “quedaron cuotas irrisorias, que algunas no llegan a los $1.000 por mes”, lo que impide también que con el recupero del IPV se pueda invertir en la construcción de otra vivienda.
Si bien aún está en estudio, el cambio a otro esquema podría estar regido mediante el aumento salarial, o incluso el índice de la construcción.
Por otra parte, desde el organismo acotaron que el congelamiento de la UVA “no corresponde para el programa de Ahorro Previo”, ya que luego implicaría una “descapitalización”.
Avanza la etapa 2 del Mendoza Construye
Mientras tanto, el IPV sigue con el primer plan de viviendas de la era Suárez, la cual tiene un sistema de Participación Público Privado (PPP) con un esquema de inversión del 70% a cargo de los desarrolladores o crédito de un banco, un 15% del adjudicatario y el otro 15% del IPV.
Este plan, que prevé la construcción de 1.000 viviendas por año, tendrá avances el 31 de julio, momento en el que se convocará al concurso de proyectos para todo el territorio provincial.
La operatoria estará a cargo del Laboratorio de Viviendas, que seleccionará los proyectos, teniendo en cuenta diferentes lineamientos de sustentabilidad en la construcción de las viviendas.
El plazo para presentar propuestas es de 60 días, por lo que a comienzos de octubre se espera que el IPV con el Laboratorio de Viviendas seleccione las propuestas que cumplan con todos los requisitos.