El interbloque del Frente de Todos en el Senado presentó este viernes un proyecto de ley para que las mujeres y varones que este año y en 2023 cumplen 60 y 65 años, respectivamente, puedan pagar los años de aporte que le faltan y para jubilarse, con un impacto fiscal calculado en el 0,02% del PIB.
El proyecto de ley propone dos mecanismos para saldar la deuda previsional de quienes tienen pocos años de aporte. El primero, abonar el faltante en cuotas descontadas del mismo beneficio que se recibirá. El segundo, un pago anticipado de la deuda para quienes aún no cumplen la edad que les permite acceder al haber jubilatorio.
La iniciativa elaborada por el cristinismo en el Senado sirve para que las personas que no alcanzan a cumplir con los 30 años de aportes puedan abonar esos períodos faltantes y acceder a una jubilación, independientemente de la forma fiscal bajo la cual hayan trabajado antes, es decir, en relación de dependencia, monotributistas o autónomos.
Se podrá pagar deuda previsional contraída hasta el año 2008. Para quienes no tengan ningún tipo de aporte seguirá vigente la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM), que paga el 80% de una jubilación mínima.
El mecanismo de descuento del haber
El primero de los mecanismos de pago de la deuda previsional es para los 447 mil mujeres y 295 mil varones que ya cumplieron los 60 y 65 años, respectivamente. Accederán a un plan para ir pagando las cuotas que deben mes a mes.
Lo que van a pagar esas personas es un aporte mensual equivalente al que realiza un trabajador en actividad, es decir, un porcentaje de la remuneración mínima imponible. El aporte se irá actualizando con la fórmula de movilidad.
Pero ese mismo aporte (denominado “Unidad de Pago de Deuda Previsional) se va a ir descontando del haber previsional. Es el 29% de la remuneración mínima imponible, que es el promedio de lo que percibe hoy el Sistema Previsional.
La deuda previsional se va a poder cancelar entre una, treinta, sesenta y ciento veinte cuotas, cuyos montos se irán actualizando cada tres meses y se irán descontando del haber del jubilado o la jubilada.
La persona solo debe ir a la ANSES y solicitar le beneficio. Será el organismo previsional el que deberá detectar los aportes con los que cuenta la persona. Y desde allí se calculará el plan de pagos. Una vez que el solicitante acepte, inmediatamente empezará a percibir el haber.
La alternativa en la prejubilación
El segundo mecanismo “novedoso” es el de cancelación de aportes en edad prejubilatoria, para anticiparse al problema. Para las personas que tienen hasta diez años menos de la edad jubilatoria, que puedan ya ir regularizando desde ahora la deuda previsional que van a tener cuando cumplan la edad jubilatoria.
En esta situación estarían hoy 552 mil mujeres de entre 50 y 59 años; y 327 mil varones de entre 55 y 64 años. La persona identifica y cancela períodos pasados de aportes faltantes. Los períodos siempre serán retroactivos y no pueden ser posteriores a la fecha de corte fija.
Cada período a cancelar equivale a un mes de servicio. El valor de cada periodo será equivalente a la Unidad de Cancelación de Aportes al momento de su aceptación. Cada unidad cancelada otorga el derecho de acumular períodos para acceder a la jubilación.
La presentación
El senador nacional y jefe del interbloque del Frente de Todos, José Mayans, fue el encargado de presentar el proyecto, acompañado por las legisladoras Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti, y el senador Mariano Recalde.
Mayans abrió la presentación recordando cuando en 2008 el entonces gobierno de Cristina Fernández de Kirchner eliminó el sistema de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) que administraban fondos por unos “70.000 millones de dólares”.
En el Salón Illia, el senador comentó que en ese momento -2008- había 1,5 millones de jubilados. Y la mayoría de las mujeres mayores de 60 años y hombres de 65 años no tenían ningún ingreso que les permitiera vivir con un “poquito de dignidad”.
A partir de la creación del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), unos 3,6 millones de personas se sumaron a la lista de quienes perciben una jubilación. “A mayor justicia social, mayor paz social, no hay otra”, afirmó Mayans.
El senador aclaró que el kirchnerismo sigue con el mismo pensamiento de 2008, para “achicar el pánico y la incertidumbre” de las personas que van llegando a la denominada “tercera edad”. “En nuestra concepción, el Estado no puede hacerse el distraído en esta circunstancia”, agregó el legislador.
Mayans comentó que el proyecto “tiene visión de inclusión” y precisó que el mismo fue elaborado por Di Tullio, Frnández Sagasti y Recalde.
A continuación, tomó la palabra Fernández Sagasti. Y señaló que el proyecto consiste en un “plan de pagos previsional”. Y comentó que hay dos requisitos básicos en la Argentina para jubilarse: tener 60 años las mujeres y 65 años los hombres, con treinta años de aporte.
“Los que este año y en 2023 cumplen 60 y 65 años han atravesado a lo largo de sus vidas laboralmente activa bastas crisis socioeconómicas y del mercado laboral. Han atravesado la última Dictadura, la hiperinflación del 89/90, los picos de desocupación del 90 y 2001. Por eso, es difícil que puedan cumplir con los 30 años de aporte para jubilarse este año y el que viene”, comentó Fernández Sagasti.
Según los datos de la ANSES citados por la legisladora mendocina, la ley 26.970 de inclusión jubilatoria de 2014 vence en julio de 2022. Por lo tanto, a partir de julio sólo podrían jubilarse una de cada diez mujeres que cumplen 60 años y tres de cada diez varones que cumplen 65 años.
El Gobierno de Mauricio Macri había eliminado la vigencia de la moratoria para los varones y dejó habilitada la posibilidad de jubilación solo para las mujeres, pero a través de la Pensión Universal para el Adulto Mayor (PUAM).
“Estamos a la puerta de tomar nuevamente una decisión muy importante para que puedan jubilarse los argentinos de 65 años y las argentinas de 60 años que cumplen la edad este año y el próximo”, comentó Fernández Sagasti.
“Creemos que esta propuesta adicional y novedosa no solo va a permitir fortalecer el sistema previsional y fortalecer los recursos del Estado para hacer frente a las jubilaciones presentes, sino que además recupera el principio contributivo y exige un esfuerzo que no tienen cumplidos todos los requisitos en tiempo y forma”, comentó Recalde.