El presidente Alberto Fernández cometió este martes un furcio durante un acto realizado en Casa Rosada, ya que confundió el nombre la revista villera “Garganta poderosa” con “Garganta profunda”, el apodo atribuido al espía del FBI que filtró los secretos del caso Watergate en los años 70.
En el evento del Gobierno, el mandatario dijo en defensa de los movimientos sociales: ”Mi eterna deuda de gratitud con cada una de esas organizaciones; ahí veo al compañero de Garganta Profunda, cómo él miles… No, de Garganta Poderosa, Poderosa, Poderosa”.
Para salvar el grosero error (la revista de cultura villera se llama “Garganta poderosa”), Fernández quiso dar una explicación a las apuradas: “Bueno, profunda también porque en esa revista nos enseñaron varias cosas ocultas“.
El incómodo momento generó risas entre los funcionarios e invitados que estaban presentes en el Museo del Bicentenario.
Los dichos del Presidente derivaron en memes y burlas, convirtiéndose en tendencia principal en Twitter, teniendo en cuenta otros antecedentes como “los mexicanos salieron de los indios, los brasileros salieron de la selva, pero nosotros, los argentinos, llegamos de los barcos” y “vayan y contágiense”.
Quién fue “Garganta profunda”
“Garganta profunda” (Deep Throat) era el alias de W. Mark Felt, un agente del FBI de Estados Unidos que reveló a los periodistas Bob Woodward y Carl Bernstein, ambos del Washington Post, lo que sabía acerca del caso llamado “Watergate”, que llevó al final al gobierno de Richard Nixon en 1974.
“Garganta profunda” venía del título de una película porno con pretensiones de cine de culto, pero que también simbolizaba un atributo de aquella fuente anónima, que tenía una voz grave, oscura, subterránea e intensa.
Parte de la historia se puede disfrutar en “Todos los hombres del presidente” (1976), película dirigida por Alan J. Pakula y protagonizada por Robert Redford y Dustin Hoffman. Está basada en el libro de Woodward y Bernstein, en base a su investigación periodística.