El proyecto de impuesto a la renta inesperada anunciado este lunes por el Gobierno nacional se enfrenta a un trámite complicado en el Congreso. El oficialismo está lejos de conseguir los votos necesarios en la Cámara de Diputados debido al rechazo de Juntos por el Cambio, aunque los bloques federales y la izquierda no oficializaron su posición.
La propuesta anunciada en Casa Rosada consiste en una sobrealícuota del impuesto a las Ganancias para las Sociedades del 15% para aquellas empresas que hayan tenido ganancias reales por más de 1.000 millones de pesos y hayan registrado un margen de ganancia superior al 10% en 2022, o bien hayan aumentado el margen en un 20% o más en relación a 2021.
La iniciativa ingresará en las próximas horas por la Cámara baja y requerirá para su aprobación una mayoría absoluta de 129 votos. El bloque del Frente de Todos, comandado por Germán Martínez, debe conseguir 12 voluntades extra y sabe que se avecina una negociación difícil.
Juntos por el Cambio, que tiene 116 diputados, anticipó su rechazo antes de conocer el contenido de la propuesta. Lo hizo el 18 de abril, cuando el presidente Alberto Fernández blanqueó su intención de gravar las ganancias extraordinarias de las empresas como consecuencia de la guerra en Ucrania.
El principal interbloque opositor mantiene firme su promesa de campaña de no aumentar ni crear nuevos impuestos. Es el mismo argumento que los llevó a votar en contra del impuesto a las grandes fortunas, y más cerca en el tiempo, de los cambios en el impuesto a los Bienes Personales.
“No vamos a acompañar el impuesto a la renta inesperada. El camino es justamente el opuesto, necesitamos sacarle el corset a todo el empresariado argentino, porque necesitamos que sea un socio estratégico del Estado para que pueda generar puestos de trabajo”, enfatizó la vicejefa del bloque radical, Karina Banfi.
También votarán en contra los cuatro diputados libertarios, repartidos en los bloques que presiden Javier Milei y José Luis Espert. Milei calificó el proyecto como “aberrante” y consideró que como resultado “vamos a terminar siendo más pobres”.
El Interbloque Federal todavía no oficializó una postura, aunque muestra una inclinación hacia el rechazo. En la bancada presidida por Alejandro “Topo” Rodríguez creen que ya existe el impuesto a las Ganancias para que “los que tuvieron más ganancias paguen más impuestos”.
“Esperaremos a ver qué proyecto mandan. Hay mecanismos como el impuesto a las Ganancias para abordar esta cuestión, pero primero tenemos que conocer el proyecto”, señaló el jefe de Córdoba Federal, Carlos Gutiérrez.
También será clave el papel que adopte el interbloque Provincias Unidas, que suele acompañar al Gobierno pero se alineó a la oposición para impulsar la boleta única. Ese espacio está integrado por dos rionegrinos, dos misioneros y un neuquino. Aún no explicitaron su posición.
El Frente de Izquierda tampoco se animó a pronunciarse. Tiene como antecedente la votación del impuesto a la riqueza: en ese momento el bloque se abstuvo por considerar que era necesaria una ley más dura y que los fondos recaudados debían tener otro destino.
“Tenemos que ver la letra del proyecto. Lo que es seguro es que insistiremos con nuestro proyecto de verdadero impuesto progresivo a las grandes rentas y fortunas de carácter permanente y con destino a las necesidades sociales y de desarrollo nacional”, aseguró Romina Del Plá (Partido Obrero).
Pese a las dificultades, el oficialismo intentará avanzar. “Es una iniciativa que pone igualdad y solidaridad en un mundo dominado por la avaricia. Es hora de identificar a quienes prefieren la avaricia a la solidaridad con el pueblo”, manifestó el diputado José Luis Gioja.
En el mismo sentido, el economista Itai Hagman señaló que “este tipo de proyectos ya se están discutiendo y aplicando en muchos países del mundo, como Inglaterra, Italia y España” y opinó que “es un imperativo para que los costos no sigan recayendo sobre los mismos”.
