El Papa Francisco hizo llegar este martes su postura al Congreso argentino en contra del proyecto de legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) y solicitó que haya una discusión científica para establecer a partir de qué momento hay una nueva vida en la gestación.
Las palabras de Francisco llegaron a través del sacerdote José María Di Paola, más conocido como Padre Pepe, quien afirmó hoy que la legalización del aborto conlleva “una flagrante violación a los Derechos Humanos” y criticó con dureza al presidente Alberto Fernández por haber impulsado el debate y pedir además que sea sancionado por el Congreso.
El presbítero miembro de la Pastoral de las Villas y Barrios Populares de Buenos Aires fue uno de los expositores invitados por la Cámara de Diputados a argumentar en contra de la legalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) que impulsa la administración de Fernández.
El religioso dijo que los curas villeros todavía están “trabajando duro” por la pandemia y lamentó que la cantidad de muertos por Covid-19 haya llegado casi a 40.000. “En medio de esta dolorosa situación, con sorpresa y cierta indignación, vemos el apuro del Poder Ejecutivo por sancionar rápidamente la ley del aborto”, cuestionó.
Y llevó al debate mensajes intercambiados en cartas con el Papa Francisco. “Me decía Francisco, la deformación en la comprensión del aborto nace principalmente en considerarlo un tema religioso. Pero el asunto del aborto no es esencialmente religioso, es un problema humano previo a cualquier opción religiosa”, leyó.
Di Paola mostró cartas en las que el Papa afirmó que el tema del aborto debe ser tratado “científicamente”. Y subrayó, el Sumo Pontífice, la palabra “científicamente” porque sostiene que muchos creen que la negativa al aborto es una cuestión opinativa, no científica. “En todo caso, que sea una cuestión científica en la que se decida si hay vida o no”, escribió Francisco.
Según añadió Di Paola, los estudios de embriología demuestran que en la tercera semana de embarazo “ya está diseñado todo el organismo y late el corazón. Sabemos que el embrión posee un ADN único y su secuencia se mantendrá al nacer y durante toda su vida. Por eso, el análisis genético de cada embrión permite conocer mucho sobre el futuro de la persona”, dijo.
En esa línea, Di Paola agregó que la ciencia puede leer la totalidad de la secuencia el ADN de un sujeto mucho antes de su nacimiento. “Así, lamentablemente, los países capitalistas que han aprobado el aborto han depurado con un pensamiento cuasi nazi al 90% de los niños por nacer con Síndrome de Down”, dijo.
Di Paola recordó que Alberto Fernández decidió enviar el proyecto al Congreso porque quiso cumplir con una promesa que hizo en la campaña. “Sería interesante que nos dijera (el Presidente) ante quién se comprometió. Al pueblo, seguro que no, al pueblo de las villas tampoco y al del interior de las provincias tampoco”, expresó.
El religioso se mostró preocupado sobre cuál será “el próximo paso” que dará el Gobierno después de la legalización del aborto. Se preguntó en ese sentido si será “la eliminación de los ancianos disfrazándolo con el eufemismo de la muerte digna, consumando la exclusión de los más débiles”.
“Después del ‘Nunca más’ muchos se preguntaban cómo se pudo haber llegado a tal grado de deshumanización. La respuesta es que se llega cuando se decide justificar la eliminación de la vida o la violación de la integridad física o moral por una razón superior. Es en este punto donde las justificaciones y las indignaciones se tornan hipócritas en los que deciden”, expresó.
Y continuó: “Al haber vida estamos ante una flagrante violación a los derechos humanos. Nos suena en nuestro interior la voz de nuestro guía en Derechos Humanos, Adolfo Pérez Esquivel, quien fue citado en 1982 por el padre Javier Gafo en uno de sus libros con este concepto fundante: ‘Quien justifica el aborto, justifica la pena de muerte y yo estoy contra la pena de muerte y contra el aborto, ser progresista significa defender la vida y nada más’”, citó.
Por último, sostuvo: “Señores diputados y senadores: no se coloquen en el lugar de Dios, dejen que la ciencia hable seriamente, gobiernen para los pobres y no para las elites capitalistas ilustradas”, pidió el sacerdote y agregó: “Hagamos entre todos un país donde se ame la vida, un país donde el Papa pueda sentirse cómodo cuando decida venir”.