Antes de reunirse con la ministra Sandra Pettovello, el papa Francisco recibió este lunes en el Vaticano a una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT) con quien charló de manera crítica sobre la situación política y socioeconómica de Argentina.
La comitiva sindical le hizo saber al Sumo Pontífice la necesidad de que “se convoque cuanto antes al diálogo social para resolver de manera tripartita los principales problemas que vive nuestro país”. Estaban los cotitulares cegetistas Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros), quienes hicieron énfasis en “el desarrollo, la producción y el trabajo” como ejes que la administración libertaria de Javier Milei debería tomar en cuenta para gobernar.
Otros dirigentes presentes fueron Gerardo Martínez (UOCRA), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Jorge Sola (Seguros), Andrés Rodríguez (UPCN), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Maia Volcovinsky (UEJN), Cristian Jerónimo (Empleados del Vidrio), Marina Jaureguiberry (SADOP), Argentino Geneiro (Gastronómicos) y Alejandro Gramajo (UTEP). Todos de traje, sin corbata.
“El resumen es el recibimiento del Santo Padre, alegrándose de la muestra de unidad de la CGT -estábamos todos los sectores y habíamos incorporado en nuestra delegación a los compañeros de la Economía Popular, el secretario general de la UTEP-, y el planteo de fondo fue marcar un camino de la defensa de la dignidad del trabajo, como eje de conducta social, de dignidad humana y por supuesto [el Papa] nos exhortó a defender esta cuestión y a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas”, contó Daer a diario La Nación.
La comitiva de la CGT le entregó al Papa un documento titulado “Agenda para un nuevo contrato social. Argentina, hacia un país con desarrollo, producción y trabajo”, realizado en abril pasado.
“El Papa nos dijo que lo iba a leer”, señaló Daer, que ofició de vocero del grupo.
Además, le llevaron a Jorge Bergoglio diversos regalos: “Cuatro mates, un poncho, unos cuadros, galletitas de limón Havanna”.
“El Papa dijo que le íbamos a dejar las tripas verdes”, contó Daer, riendo y reflejando el clima cálido y distendido que hubo en la audiencia de 30 minutos.
Todos salieron muy sonrientes y con un rosario con el escudo pontificio en el bolsillo, obsequiado por el Santo Padre.
En las próximas horas, el papa Francisco se reunirá con la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
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