Es el dirigente del PD más cercano al Gobierno provincial y está enfrascado en una interna con la conducción de su partido, que aunque forma parte de Cambia Mendoza busca diferenciarse de decisiones y proyectos que impulsa el gobernador Rodolfo Suárez; y hasta amaga con romper su alianza con el radicalismo. Sin embargo, Guillermo Mosso, diputado provincial, insiste en que el único destino del partido es mantenerse dentro de la coalición oficialista “para que el republicanismo no pierda frente al kirchnerismo”.
"Mi convicción es que tenemos que hacer todos los esfuerzos necesarios para que en el 2021 y el 2023 esta construcción política no pierda una gota de aceite y mostremos un objetivo republicano en común, donde las diferencias las dejemos de lado y tengamos la generosidad de tener representación de todos los sectores. Que es algo que nosotros le tenemos que pedir al radicalismo en Cambia Mendoza y los otros partidos se lo tienen que pedir al Pro a nivel nacional.
-¿Lo ve posible acá en Mendoza? Ustedes en el PD muestran más diferencias que coincidencias a nivel interno.
-Bueno, son las visiones que hay dentro del partido. Territorialmente el PD tiene una gran cantidad de autoridades departamentales, concejales y dirigentes que tiene esta mirada frentista y donde más allá de la relación con el radicalismo, que es el socio principal del frente, y con los ejecutivos municipales, que en algunos casos son óptimas y en otras son difíciles, tenemos esa convicción de que hay que mantener los pies dentro del plato porque no podemos permitir que el peronismo y el kirchnerismo vuelvan a ganar en Mendoza. Y menos en la nación. Nosotros tenemos ideas para aportar, hombres para aportar y además en lo personal creo que es la manera en la que el partido tiene que lograr su revitalización, en un frente donde tengamos vocación de gobernar al lado de los otros socios para también promover a nuestros dirigentes. Para mí el proceso de crecimiento del PD tiene que ser potenciando dirigentes dentro de Cambia Mendoza.
-¿Y cómo van a resolver esto con las diferencias que hay en el partido?
-Tenemos que rediscutir las condiciones y las maneras de vincularnos dentro del frente y elevar nuestra voz, pero hay que hacerlo desde alguna confiabilidad. Si sos un socio que todo el tiempo está por los diarios, o en la discusión legislativa, oponiéndote, obviamente generás una tensión interna donde dejás de ser confiable. Las cosas hay que discutirlas hacia dentro.
-Parece un mensaje hacia su compañera de bloque Mercedes Llano.
-A mí no me gusta la situación en la que estamos, que terminamos votando en forma diferente proyectos en los que deberíamos tener una mirada en común, pero es la situación. Algunos correligionarios creen que la revitalización del partido pasa por romper el frente, tener una independencia inmediata de cara las la próximas elecciones, y otro gran sector del partido ve que no es el camino.
-¿Para usted la única alternativa es permanecer en el frente?
-Yo no lo tomo en términos de una pulseada. El partido hace 5 años que está en Cambia Mendoza y sino hubiéramos estado en el frente en las últimas elecciones, nos habríamos quedado sin representación en la Legislatura. Las cosas que ocurren en el frente hay que plantearlas hacia adentro, salir del frente lo único que hace es poner en riesgo la gobernabilidad de la provincia en manos del peronismo y el kirchnerismo. Además, el partido hoy necesita una revitalización a nivel dirigencial y no veo que esté en condiciones de enfrentar una elección en forma independiente.
-En medio de esta discusión interna en el PD el gobernador se reunió con usted y además promocionó esa reunión en Twitter. ¿No echa leña al fuego eso?
-Yo, por mi agenda legislativa orientada a la economía y la producción, tengo una interrelación con gente del ministerio de Economía y le hice aportes a la ley de Economía del Conocimiento. En función de eso, siento que nosotros como dirigencia demócrata deberíamos tener gente involucrada en proponerle a la provincia planes concretos de gobierno y de actuación. Con el gobernador tengo diálogo fluido, nos hablamos por teléfono, por Whatsapp, no es la primera vez que voy a conversar con él. Nos conocemos de cuando fuimos concejales en el 2010.
-¿Qué es lo que más rescata de Suárez y lo que más le cuestiona?
-Rescato su vocación de diálogo, es muy abierto, muy transparente. Y le critico que tiene esa impronta radical que yo llamo endogámica: a veces no abren tanto el juego para ciertas cosas, para muchas decisiones. Por ejemplo, el Gobernador debería involucrarse más con el frente Cambia Mendoza teniendo una mesa política de consulta periódica. Y eso no existe.
-Hoy en la Legislatura hay varios dirigentes que pasaron por el PD. Además de Llano y usted, están Josefina Canale, Eduardo Difonso...
-(interrumpe...) José María Videla, Álvaro Martínez, Marisa Garnica, que esté en el peronismo, Pablo Priore en el Senado...
-Pero están todos atomizados. ¿Qué los diferencia?
-Primero que cada uno está por su lado porque llegaron por distintas versiones. Pero aquí me nace una reflexión dolorosa: el partido hace años viene expulsando gente por acción o por omisión, por algunas cuestiones vinculadas con internismo que no dejan expresarse a voces diferentes. Y prácticamente le abren la puerta a muchos para que se vayan. De mi generación he quedado yo: se fue De Marchi, se fue Aguinaga, se fue Difonso, se fue Rosales...
-Parisi también...
-Bueno, a Parisi en su momento el partido lo arrinconó y lo fue llevando al peronismo. También Sergio Miranda, Josefina Canale y el sector de ella con Richard Battagión, Diego Arenas y Oscar Sagás. Entonces es un partido que no retiene a su gente, la mirada es: “uy, se fueron por el cargo”, “porque los compraron”, “por las conveniencias”. Se pone una vara de pertenencia que ni siquiera es ideológica, como si fuera un club privado, y esa es una visión que hay que romper. Y soy partidario de que vuelvan todos los que se fueron. Y digo esto y me matan dentro del partido.
-El PD ya dijo que se va a oponer a la reforma constitucional que propone Suárez. ¿Usted qué posición va a tomar?
-A mí el proyecto no me satisface. Primero, me parece inoportuno en este momento, la agenda de toda la dirigencia política mendocina debe ser hoy la Mendoza post pandemia y la recuperación inmediata. Después de eso, el proyecto tiene cosas interesantes como el de las autonomías municipales, el de la responsabilidad fiscal, pero la unicameralidad o la reducción de las elecciones intermedias no me parece feliz. No es reducción del gasto político porque la Legislatura en Mendoza es muy austera, no llega ni al 1% del presupuesto. Sí es cierto que con una mirada eficientista, la elección intermedia permitiría evitar que después de un año haya un gobierno al que las candidaturas, las listas, las elecciones le quiten fuerza a la gestión. En ese sentido es bueno que las elecciones sean cada cuatro años, pero yo ahora estoy esperando el 2021 para darle un mensaje electoral a Alberto Fernández. Entonces, vale más la institucionalidad que el eficientismo. Sin las elecciones de 2013, no podríamos haberle pegado ese sopapo electoral a Paco Pérez, que estaba haciendo las cosas mal. Igual, creo que en el partido no podemos decirle que no a cualquier discusión política, como ocurrió ahora cuando se tomó posición antes de conocer el proyecto.
-Rumbo a 2021, según las encuestas parece haber un realineamiento del electorado hacia la centro-derecha, ¿Por qué cree que ocurre esto?
-Creo que es un reflejo o una reacción al mensaje que se baja del gobierno nacional. Con avances que implican poner en riesgo la propiedad privada, el sentido de seguridad, es casi natural que ocurra ese corrimiento a una mirada social que siente que no se respetan ciertas instituciones, como la propiedad o la integridad del territorio nacional. Están tomando tierras del Ejército y hay un gobierno que hace la vista gorda o si no, las está alentando.
-Dentro de esa centro-derecha entraría el Mendoexit, con el que usted tiene ciertas afinidades. ¿Le gustaría tenerlo dentro de Cambia Mendoza?
-A mí sí me interesaría que estuvieran, porque ellos vienen a representar un grito de federalismo que hoy hay que recuperar. Yo veo en el Mendoexit lo que el partido desarrolló e hizo en una época con Gustavo Gutiérrez, Carlos Balter y Gabriel Llano, el PD era la espada más federal que tenía la provincia. Para mí, el Mendoexti recupera ese espíritu de rebelarse frente al unitarismo, frente al centralismo y además frente a la disparidad con gobiernos provinciales de distinto signo, donde la billetera se pone en función del amiguismo partidario y no premiando a los que hacen esfuerzos fiscales y una sana administración.