Cambia Mendoza forma parte de Juntos por el Cambio, que tiene dos presidenciables del PRO para las PASO del 13 de agosto: Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. Sin embargo, no son pocos los radicales que confiesan que la mayoría avala a quien fuera ministra de Seguridad de la Nación en el gobierno de Mauricio Macri.
Sobran señales. Primero Alfredo Cornejo designó como compañera de fórmula para la gobernación a Hebe Casado, bullrichista reconocida. Luego, la propia Bullrich eligió como compañero de fórmula nacional a Luis Petri, la sorpresa radical en las primarias provinciales.
El cierre de listas nacionales en Cambia Mendoza, no obstante, buscó reflejar unidad y por eso recalaron, en puestos poco protagónicos de la boleta, un dirigente de Bullrich y otro de Rodríguez Larreta. Se hizo equilibrio.
Nada impide de todos modos que se siga observando que la balanza radical se inclina para el lado de Bullrich, aunque nadie quiera hablar demasiado del tema. Muchos radicales preferían hasta aquí no contradecir la alianza sellada con más hechos que palabras.
Pero el intendente de la Capital, Ulpiano Suárez, rompió ese pacto silencioso al dar un explícito respaldo al jefe de gobierno porteño. Prefirió no ser “tibio”. Tiene “espalda” para hacerlo porque le fue bien en las primarias provinciales y ha tomado el riesgo en la interna, aunque el gesto a Larreta pueda desacomodarlo un poco dentro del radicalismo mendocino.
Hay otros radicales que podrían recibir un castigo si hablan así, dicen algunas fuentes del partido.
Más allá de la decisión de salir a apoyarlo ahora en la campaña, era bastante evidente su larga relación con Larreta y su entorno. Hay sintonía fina entre Ulpiano Suárez y Rodríguez Larreta y hasta un funcionario importante de la Capital, Roberto Ríos, es militante del precandidato a Presidente que conduce CABA. Por eso Ríos, quien pertenece al PRO, llegó a ser candidato al Parlasur en la lista de unidad diseñada y dominada por radicales.
En este contexto, el pronunciamiento de Suárez no es traumático, pero tampoco es inofensivo. Confirma el vínculo fuerte que hay entre el intendente capitalino y Larreta (el que tenía Larreta con Rodolfo Suárez necesariamente se enfrió) e incluso porta mensajes fuertes para la cúpula radical de Mendoza.
Rodríguez Larreta, quien bancó la alianza oficialista cuando la rebeldía de su exaliado Omar de Marchi la ponía en crisis, necesita ahora que Cambia Mendoza no lo ignore en la campaña electoral que se viene, a pesar de no ser el más querido por el grueso de los radicales.
Hasta plantea hacia adentro que haya una explícita “libertad de acción” en la UCR de Mendoza respecto de la PASO nacional para que surjan, si los hubiere, más adherentes a su candidatura aquí.
Hay radicales cercanos a Cornejo que afirman que esa libertad de acción ya existe, por lo menos de hecho, y que no hace falta ningún pronunciamiento del candidato a gobernador al respecto. Mientras que no deben ser pocos los correligionarios que se ponen en el medio, para huir del choque entre candidatos del PRO o incluso para “coquetear a dos puntas” en la disputa electoral nacional.