El peronismo bonaerense, conducido por el diputado nacional Máximo Kirchner, resolvió participar el 17 de octubre de la marcha a Plaza de Mayo, bajo la consigna “Unidad nacional por la soberanía y la justicia social”. El Día de la Lealtad, acaso la fecha más emblemática para el peronismo, encontrará al oficialismo dividido en distintos actos y plenarios.
Así lo decidió el Consejo Provincial partidario, reunido en La Plata. En la mesa directiva estuvieron Kirchner, Martín Insaurralde (intendente de Lomas de Zamora con licencia y jefe de gabinete de Kicillof), la vicegobernadora Verónica Magario, el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, y el ministro nacional de Habitat y Vivienda, Jorge Ferraresi (también intendente con licencia en Avellaneda).
Adoptada ya la resolución por parte del peronismo bonaerense, falta saber ahora qué decidirá el PJ nacional. No es un detalle menor: el peronismo está presidido por Alberto Fernández, siguiendo la tradición de que quien preside el país, también conduce el partido.
El PJ bonaerense, manejado por una alianza entre La Cámpora e intendentes leales a Cristina Kirchner, decidió plegarse a la movilización impulsada por Pablo Moyano y otros gremios aliados, por las CTA y por movimientos sociales ligados al oficialismo.
Por su parte, la CGT optó por organizar un acto en el estadio de Obras, en el barrio porteño de Núñez. En un principio, la cúpula cegetista había dado su conformidad para celebrar el 17 de Octubre en Tucumán, a instancias de una idea del jefe de gabinete nacional, Juan Manzur. Esa idea contemplaba convocar a todas las líneas internas del peronismo y a los gobernadores. La iniciativa quedó empantanada por los tironeos dentro del Frente de Todos, por lo que la CGT prefirió quedar al margen y hacer su propio homenaje.