A un año de las elecciones 2023, los diferentes espacios políticos trabajan con un rearmado partidario para enfocarse en una nueva decisión popular del manejo político de Mendoza y los 18 municipios. En el frente Cambia Mendoza se manejan de una forma más cómoda, con vuelo sobrevendido de candidatos y la gestión de la gran mayoría de los departamentos y la provincia como carta de presentación. No obstante, el Frente de Todos tiene el desafío de reponerse de malos resultados anteriores, pero sobre todo de mostrar un trabajo en el territorio, principalmente en el Gran Mendoza, área en la cual no le ha ido para nada bien en los últimos años.
Mientras sus principales intendentes realizan gestiones en sus municipios para dejar un legado y formar nuevas figuras, a sabiendas que algunos no tienen reelección (Lavalle, Tunuyán y San Rafael), en un nivel más amplio también se debate quién o quiénes deberían tomar el timón de la fórmula que irá por la gobernación.
Las incertidumbres e indecisiones respecto a cómo seguir rondan en el Partido Justicialista, pero también aparecen de a poco figuras, algunas más conocidas que otras, que van a intentar renovar el espacio en términos territoriales, más allá de los legisladores que actualmente conforman el bloque del Frente de Todos, así como también los que ingresarán a partir de mayo, o los propios militantes que trabajan sin la publicidad de tener un cargo.
Por un lado, desde el espacio de Unidad Ciudadana se ha logrado comenzar a trabajar con dirigentes jóvenes, algunos con una buena trayectoria en cargos públicos nacionales, quienes han empezado a “hacer territorio” en bastiones que supieron ser peronistas y hoy están en manos del radicalismo. De hecho, se hace referencia principalmente a Guaymallén y Las Heras, comunas que concentran una gran porción electoral.
En tierras lasherinas Carlos Gallo, kirchnerista con pasado en la rama sindical -sobre todo de la Anses -, ha intensificado sus trabajos en la comuna. Si bien desde adentro no postulan todavía al jefe regional de la Anses, es un hecho que este año que queda se intentará formar un cuadro para relanzar la competencia contra el radical que impondrá Daniel Orozco, intendente al que la ley le impide ir por un tercer mandato. Según aseguran, Gallo tiene la venia tanto de Anabel Fernández Sagasti, quien lo impulsó en el cargo, como “también en el resto de los sectores”.
Algo similar ocurre en Guaymallén, escenario donde el PJ la tiene muy complicada por un pasado que lo condena, particularmente por la etapa que fue comandada por Luis Lobos. Allí hay una generación que critica ese pasado reciente e intenta lavar el nombre del partido.
Gonzalo Navarro, actual responsable de la Agencia Territorial Mendoza, que pertenece al ministerio de Trabajo de la Nación, está haciendo territorio en el departamento, apalancado por Alejandro Bermejo, ex intendente de Maipú y legislador provincial electo que ha elegido esa comuna para trabajar, junto a la cual lo tuvo como jefe comunal. Desde su entorno le ven una “buena proyección a futuro”, y destacan también su enlace con movimientos religiosos “vinculados al desarrollo del trabajo”.
En lo que es el “operativo Guaymallén”, en el kirchnerismo también se están moviendo legisladoras como Natalia Vicencio, dirigente de la CTA; y la diputada nacional Marisa Uceda.
Por otro lado, si bien Maipú es un territorio que gobierna el peronismo con Matías Stevanato, de a poco también intenta abrirse paso Juan Manuel Serrano, delegado en Mendoza de Migraciones que proviene del kirchnerismo y tiene buena relación con los hermanos Bermejo. Allí pregonan el trabajo de algunos cuadros más “técnicos” del bermejismo, como Nicolás Aroma; más la ex vicepresidenta del PJ (hoy concejal) Florencia Décima.
En Capital, mientras tanto, Martín Sevilla, director ejecutivo del PAMI en Mendoza, ya comenzó también a trabajar para una “revancha” como intendente, teniendo en cuenta que en 2019 perdió a manos del hoy jefe comunal, Ulpiano Suárez.
En Godoy Cruz, territorio en el que gobierna Tadeo García Zalazar, el kirchnerismo promueve a Martín González para “dar discusiones y lograr convenios”, como uno de los jóvenes referentes de su espacio, que en 2021 consiguió un nuevo mandato como concejal por los próximos 4 años. En tanto, en Luján apuntan a la concejal Paloma Scalco y también al dirigente Enzo Completa.
EL PJ NO KIRCHNERISTA “DE LAS BASES”
No obstante, parte del peronismo no kirchnerista tiene una visión diferente a lo que se impulsa por el lado de Unidad Ciudadana, y aseguran que a aquellos que hoy tienen vidriera con un cargo nacional importante en Mendoza, se les abre camino de manera “mucho más fácil” en la formación de un posible candidato.
“En los temas de militancia no es cuestión de comparar, pero el peronismo tiene muchísimos dirigentes, que si bien no todos son sub-30 o 40, desde abajo han hecho territorio y no han tenido la suerte de encontrarse con un puesto para poder visibilizar acciones”, acotan.
De esta manera, ponderan el trabajo que han hecho, por ejemplo en Guaymallén, Juan Carlos Villegas, cercano al legislador Rafael Moyano y quien perdió la interna a concejal con José Pozzoli; como así también Lautaro Cruciani, abogado y dirigente del Movimiento Evita, que fue candidato a legislador provincial pero que tampoco pudo ganar una banca.
Del movimiento que conduce Luis Böhm, también postulan en Las Heras a otro dirigente con “gran trabajo territorial”: Daniel Urquiza. En las elecciones del 2021 Urquiza decidió no participar en la interna, pero hay quienes lo animan a armar un posible espacio de competencia con el kirchnerismo que forma a Gallo.
En tanto, en Godoy Cruz es posible que pueda reeditarse en 2023 la interna que hubo en 2021, con Mariano Martínez, quien enfrentó a Martín González en las listas de concejales.
No obstante, antes el PJ deberá definir qué ocurrirá el 18 de diciembre, fecha en que termina el mandato de Fernández Sagasti como presidenta del PJ. En aquel momento, no hubo internas, por lo que es posible que, lo que se decida para esta ocasión, repercuta en el armado de las listas del 2023.