La irrupción de una fórmula kirchnerista para la gobernación (Omar Parisi y Lucas Ilardo) no tuvo hasta ahora impacto en el PJ mendocino, que se encamina a un cierre de listas para las elecciones provinciales desangelado e incierto.
Faltan 72 horas y por ahora no se advierten reacciones o impulsos en ningún sentido. Ni a favor de que vaya a producirse una negociación entre La Cámpora y el sector de los intendentes para alumbrar una fórmula de unidad, ni en el sentido de que pueda haber una dupla “opositora” que enfrente a la conducción peronista en la PASO.
Tal vez la razón sea que esos intendentes no son ni por asomo el bloque homogéneo que supieron ser en otras épocas. Primero, no son todos, porque dos de los seis están con La Cámpora. Segundo, los otros cuatro no siempre actúan en concordancia.
La posibilidad de que surgiera una opción dentro del peronismo mendocino desapareció el año pasado, cuando Matías Stevanato (Maipú) desistió a último momento de su idea de postularse a la presidencia partidaria. Desde entonces, nunca volvió a existir una real coordinación política entre ellos. Aunque se junten cada tanto, hasta se miran de reojo y con cierta desconfianza, porque cada cual está en la suya. Absorbido por sus propias necesidades.
Hoy, los cuatro intendentes están comprometidos con sus propios desafíos electorales, para los que faltan apenas 10 días. Las elecciones departamentales del 30 de abril demandan mucha más atención que el destino que pueda tener el PJ a nivel provincial.
Martín Aveiro está tan sumergido en Tunuyán que hasta será precandidato a concejal. Emir Félix (San Rafael) ocupa estas horas cruciales para la rosca en viajes a Buenos Aires para apurar los fondos que necesita para hacer obras en su departamento. Roberto Righi, el más mirado cuando se habla de una candidatura provincial alternativa, lanza vagos mensajes de unidad desde el “lejano” Lavalle y no confirma que vaya a animarse a ir por la gobernación.
Félix no será candidato a gobernador por su salud y en estas horas terminó de aclarar que sólo acompañará a Righi en cualquier aventura política que decida encarar si esto ocurre dentro del frente peronista.
Félix y Righi tienen una real cercanía entre sí y el sureño es el principal rival de La Cámpora. Pero en ningún caso Félix va a pegar el salto a “La Unión Mendocina” de Omar de Marchi, si Righi lo diera.
La improvisada foto de celular que se sacaron Parisi e Ilardo en un balcón céntrico ha sido finalmente casi inocua para el desenlace de la interna del PJ. No incita a la competencia. Seguramente los referentes del partido, a pesar de sus diferencias, negociarán hasta último momento los cargos en las listas que aseguren la subsistencia de cada sector en la Legislatura. Pero ni quienes tienen el joystick de un partido devaluado ni sus adversarios terminan de mostrar el ánimo de disputa política que hace falta para aspirar a una victoria en las urnas.