El debate por la reforma de la Suprema Corte de Justicia todavía no empieza oficialmente, pero ya se calienta en la previa. Al raid de críticas por las redes sociales y medios, ahora se suma una jugada fuerte dentro de la propia Legislatura de Mendoza como es la presencia, pedida por el peronismo, de dos es supremos como son Alejandro Pérez Hualde y Aída Kemelmajer de Carlucci. Además, quieren la presencia de Arturo Lafalla, ex mandatario provincial.
La nota formal será firmada por Germán Gómez, presidente del bloque peronista en la Cámara de Diputados y el pedido será para la Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales (LAC). Esta comisión es presida por Jorge Difonso, aliado de Cambia Mendoza y también integrada por el sanarafaelino.
De acuerdo al cronograma de la Cámara Baja, el jueves próximo, 15 de setiembre, está prevista la visita de Marcelo D’Agostino, subsecretario de Justicia de Mendoza. Será el vocero del Gobierno provincial a favor de la reforma. Estarán presentes los miembros de la comisión y serán invitados los integrantes de la misma comisión que funciona en el Senado.
Sin embargo, Aída Kemelmajer de Carlucci, Alejandro Pérez Hualde y Arturo Lafalla, los expositores que invita el Frente de Todos-PJ irán en otra oportunidad. No hay fechas posibles aun, pero en el oficialismo no estaban cerrados a otra ronda de invitados. Una opción podría ser el lunes 19.
Los movimientos de la oposición se vienen advirtiendo desde hace días. En algún momento, hasta se esbozó un borrador con una movida que incluía renuncias. Pero después hubo reflexiones en torno a cómo le caería esta decisión a Alfredo Cornejo, y bajaron la espuma.
Las cataratas de tuits y un video de tipo “explicativo” que compartió el senador Lucas Ilardo cayeron muy mal en el oficialismo. Entienden que es prácticamente imposible establecer un puente de diálogo cuando todo parece estar dinamitado.
Otros, dirán que trabajarán arduo para que el proyecto no salga (pese a que Cambia Mendoza tiene los números) porque lo consideran “bochornoso”. En el peronismo consideran que el hecho de que opinen dos referentes como Kemelmajer de Carlucci y Pérez Hualde, es una jugada fuerte para levantar la vara del debate y no dejarlo meramente entre opiniones legislativas. El aporte de Lafalla, como abogado y ex mandatario, también.
Por otra vía, evalúan invitar en una sola reunión a todos los ministros de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza, y evitar un sesgo partidario pidiendo sólo por los del ala filoperonista. No hay confirmación, pero podría pedirse para otra ronda de invitados.
En el oficialismo estiman que el proceso de debate y tratamiento podría durar unas cuatro semanas, teniendo la letra para mediados de octubre. Habrá que ver si hay margen de dilación a los pedidos del Frente de Todos-PJ. Hay apertura para recibir aportes, siempre y cuando no alteren el espíritu del proyecto.
Los argumentos en contra
“Es un proyecto iniciado de la política y que requiere una discusión más profunda, más allá de la Legislatura porque va a regir el acceso a la justicia y que roza la inconstitucionalidad. Si bien la Corte es una, hay un artículo que le permite, antes de la sentencia, llamar a plenario y esto el vulnera derecho que hacen a las partes en un proceso”, expresó el diputado Germán Gómez a Los Andes.
En ese sentido, y teniendo en cuenta que “al eliminarse las salas, se elimina la especialidad” es similar a decir que “un ginecólogo termina operando un tumor en la cabeza”, graficando lo que significa que todos los ministros entiendan en todos los fueros según los sorteos.
“Esto genera un retraso en la administración de justicia y constituye un daño al sistema judicial. No estamos de acuerdo porque entendemos que genera poca seguridad jurídica y certeza de quién va a ser el que me va a juzgar. Antes de la sentencia, puede cambiar todo y es una manipulación peligrosa, en relación al que acceden a la administración de justicia”, agregó el legislador sanrafaelino.
Por otro lado, también discrepa sobre el fondo del proyecto porque “entendemos que es un sistema que apunta al abuso de poder, a la suma del poder, a una fuerte presencia política de manejar y tener un peso de suma importancia en la Corte. Y esto es sobre todo en las decisiones judiciales que deberían ser ajenas a las cuestiones partidarias”.
“Es tan importante esta ley, y la discusión, y la incidencia, que el debate y la discusión tiene que ser más profunda y tiene que abrirse de la Legislatura y la política”, esgrimió Gómez.