Alberto Fernández encontró en el papa Francisco un aliado para tratar de recuperar la “unidad” en el Frente de Todos y, sobre todo, reconstruir la relación con la vicepresidenta Cristina Kirchner: en el Tedeum para conmemorar otro aniversario de la revolución de mayo, el arzobispo Mario Poli recordó que el sumo pontífice promueve el “encuentro” ante las “tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos”.
“En medio de las tensiones que parecen repetir crueles enfrentamientos, el Papa nos dice: ‘Con sus gestos, el buen samaritano reflejó que la existencia de cada uno de nosotros está ligada a la de los demás: la vida no es tiempo que pasa, sino tiempo de encuentro’”, dijo el cardenal primado de la Argentina al encabezar la ceremonia religiosa en la Catedral Metropolitana de Buenos Aires.
Y las palabras de Poli se ajustaron a las intenciones del presidente Fernández, quien se mostró acompañado con casi todos los integrantes de su Gabinete (sólo faltaron la ministra de Salud, Carla Vizzotti, y el ministro de Turismo, Matías Lammens) y por el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, entre otros.
Poco antes de la ceremonia religiosa, cuando los periodistas acreditados en la Casa Rosada le pidieron un mensaje para los argentinos, sin vacilar el Jefe de Estado pidió “más unidad que nunca”.
“La unidad depende de nosotros. Es una decisión individual de cada uno de nosotros. Vivimos en un mundo muy conmocionado, muy convulsionado, muy dañado. Tenemos una humanidad que corre riesgo de sufrir grandes hambrunas y lo que necesitamos es unir esfuerzos. No quiero que piensen como yo, que cada uno piense como piense, pero primero la gente”, remarcó el Presidente antes de partir hacia la Catedral.
Casi en simultáneo, la Vicepresidenta se expresó a través de las redes sociales y en su breve mensaje volvió a exponer su preocupación por la situación social, al señalar que este aniversario del 25 de Mayo se produce en “momentos tan difíciles para nuestro pueblo”.
En el Tedeum también se abordó el drama de la crisis económica, pero con planteos que no incomodaron al presidente Fernández. Poli se refirió a la parábola del buen samaritano y advirtió que “en la tierra bendita del pan, cuando éste falta en tantas familias, es cuando más tenemos que pensar en nuestro prójimo y en sus necesidades básicas: educación, salud, justicia”.
El cardenal señaló que “la democracia que nos sostiene como cuerpo social en instituciones, da lugar a la fraternidad, pero además requiere de la ética, la bondad y la solidaridad, la honestidad, del diálogo siempre beneficioso para el acuerdo y el compromiso por el bien común de todos”.
“Las del cardenal fueron palabras muy reflexivas que comparto”, dijo Fernández, quien luego replicó los conceptos durante un encuentro con trabajadores de la economía popular en el partido bonaerense de Florencio Varela, que organizó el Movimiento Evita.
Allí, Fernández le envió un mensaje más directo a Cristina Kirchner con quien dejó de hablarse por las diferencias en torno al rumbo económico y al ritmo de las gestiones para apuntalar la recuperación del poder adquisitivo. “Los primeros que tenemos esa obligación de unirnos en la diversidad somos los que decimos ser parte de un movimiento nacional y popular”, sentenció.
Más allá de los mensajes cruzados en el oficialismo, la jornada volvió a tener como protagonista al jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. El referente de Propuesta Republicana (PRO) blanqueó sus expectativas en la carrera presidencial y aseguró que Juntos por el Cambio “ganará la elección del 23″. “¿Estamos convencidos o no?”, arengó al exponer en un encuentro que organizó Evolución Radical, el espacio que conduce el senador nacional Martín Lousteau.
Luego de lanzar su apuesta, el mandatario porteño aclaró que el camino aún demanda “consolidar la unidad” de la coalición opositora. “Nosotros la tenemos muy consolidada en la Ciudad de Buenos Aires”, planteó como ejemplo. Además, ratificó su vocación de resolver las candidaturas a través de las primarias.
Rodríguez Larreta volvió a diferenciarse de la titular de PRO, Patricia Bullrich, y de otros referentes de JxC con posiciones más extremas. “Tenemos que mantener nuestra actitud de equilibrio, siendo muy firmes y muy duros defendiendo nuestros principios con mucha convicción, pero también con una actitud constructiva, como hicieron nuestros diputados y senadores evitando que la Argentina vaya al default con el Fondo. Eso es una oposición responsable y eso mismo lo tenemos que mantener en este difícil año y medio que la Argentina tiene por delante”, contrastó.
El mandatario también llamó a sus correligionarios a intensificar los debates para diseñar un plan de gobierno. “Tenemos una enorme tarea por delante, tenemos una enorme responsabilidad. Vamos a ser los que transforman la Argentina. Somos los únicos que podemos frenar al kirchnerismo, no hay otros. Hagámonos cargo de eso”, convocó.