Alberto Fernández mantuvo esta tarde una videoconferencia con el titular del Banco Mundial (BM), David Malpass, con el objetivo de sentar las bases para un desarrollo sostenible de mediano y largo plazo. El Presidente aseguró que la Argentina va a honrar sus deudas.
Durante el encuentro Malpass destacó la importancia de “complementar las medidas de estabilidad macroeconómicas con acciones en apoyo de la inversión del sector privado” y reafirmó el apoyo del BM a través de “programas de préstamos enfocados en apoyar a los más pobres y vulnerables y revertir el aumento de la pobreza”.
El Presidente analizó la situación internacional con respecto a las vacunas contra el Covid-19 y señaló que debe existir una distribución equitativa ya que debe ser concebida como un bien global al que todos los países puedan acceder.
El Presidente se refirió también a la deuda externa recibida de parte de la gestión anterior que se combina con años de recesión. “Tenemos confianza que con un crecimiento armónico y equitativo podremos salir adelante, prestando atención a quienes más lo necesitan”, afirmó el Presidente.
Fernández aseguró a su interlocutor que la Argentina va a honrar sus deudas a la vez que recordó que mientras se desempeñó como Jefe de Gabinete, entre 2003 y 2008, el país tuvo superávit fiscal.
El mandatario valoró el apoyo del organismo para avanzar en la reconstrucción del país con la prioridad puesta en incrementar y diversificar las exportaciones junto con los objetivos de reducir la pobreza y atender a los más vulnerables, a la igualdad de género y al cambio climático.
Las partes destacaron la relación “constructiva y fluida” de la Argentina con el Banco Mundial y manifestaron interés en seguir fortaleciendo este vínculo en favor del desarrollo del país.
Durante aquel encuentro, Guzmán y Van Trotsenburg resaltaron que los préstamos del BM a aprobar entre febrero y junio de 2021 representan aproximadamente US$ 1.200 millones, mientras que el monto a aprobar entre julio y diciembre asciende a aproximadamente US$ 800 millones.
Se trata de créditos que proveen financiamiento de largo plazo, a tasas bajas y destinados a áreas de infraestructura, protección social, salud, empleo y a lidiar con los efectos del cambio climático.