En los cargos nacionales, con cerca del 9,5 % del total de votos en blanco y un 3 % de votos nulos, la apatía en la provincia superó a las fuerzas que competían por el tercer puesto. Se trata de más de 90 mil votos en blanco.
Una intriga de las PASO 2021 era si el malhumor e indecisión detectados por varios consultores electorales se vería reflejado en las elecciones. El panorama difícil también era sentido por varios candidatos políticos, reticentes algunos a recorrer los barrios durante la campaña y con una sensación de “indiferencia” (ni siquiera enojo) al comentar a las personas sus propuestas.
La respuesta estuvo en el voto en blanco, que solo fue superado por Cambia Mendoza y por el Frente de Todos, los dos espacios con mayor tracción de votos. Con el 95% de las mesas escrutadas, el voto en blanco era del 9,55 % para senadores nacionales y el 9,65 % para diputados nacionales. Para la noche del domingo, el voto nulo para esas categorías fue de 3,38 % y de 3,31 %, respectivamente.
Para comparar como si fuera una fuerza política, en la lista de Senadores Nacionales la suma de votos nulos y blancos fue de casi un 12% y superaba a los votos sumados del Partido Verde (5,7%) y del FIT (4,9%). Incluso, el porcentaje era mayor que la suma de las últimas 4 fuerzas: Vamos Mendocinos (3,5%), Partido Federal (3,5%), Compromiso Federal (3,1%) y Dignidad Popular (0,9 %).
De todos modos, vale aclarar que el escepticismo fue menor para los cargos provinciales, donde en la primera sección el voto en blanco superó el 5 % (5,36 para senadores y diputados) y el nulo rondó el 3,5 % para ambos.
Una diferencia clave para las fuerza minoritarias
Es importante aclarar la diferencia entre al voto nulo y el voto en blanco para las PASO. Los blancos sí se contabilizan dentro del total de votos válidos, y de ahí se toma el porcentaje mínimo que necesita una fuerza para participar después de las generales (1,5% para cargos nacionales y un 3% para provinciales).
La Cámara Nacional Electoral señala que dos votos se consideran válidos: el afirmativo, cuando hay una o más boletas oficializadas dentro del sobre (si se repite, se destruye la restante), y el voto en blanco, con un sobre vacío o con un papel de cualquier color, sin inscripciones ni imágenes. Si hay una boleta con solo algunas categorías, las que aparecen son votos positivos y las que faltan son votos en blanco.
En cambio, los votos nulos son aquellos emitidos mediante una boleta no oficializada (por ejemplo, poner una historieta dentro del sobre) o con una boleta oficializada pero con inscripciones y/o leyendas de cualquier naturaleza que dañen la imagen.
Tampoco se contabilizan los votos recurridos, cuya validez o nulidad es cuestionada por fiscales en el escrutinio (deben fundamentar el pedido) ni los votos de identidad impugnada, cuando se duda de la identidad de quien vota. En esta elección, los votos recurridos e impugnados en Mendoza rondaron el 0,28 %.
Una participación variable
Esta elección, la participación fue de un 72,51 % con respecto al total del padrón, menos que en las elecciones generales en 2019 (con 79 %) pero levemente mayor a las PASO de ese mismo año (con 70,7 % de participación).
Según datos del Observatorio Electoral Argentino (OEAR), las PASO de 2015 han sido las elecciones en Mendoza con menos participación desde la vuelta de la democracia: 62,9% de electores sobre el total de inscriptos en el padrón. Vale aclarar que fue la primera elección provincial con ese sistema, y las Generales de ese año tuvieron una mejor marca: del 77,8 %.
Si se analizan en cambio, la participación en las elecciones PASO de 2017, esta fue del 77,6 % y luego la de las Generales de ese mismo año fue del 79,1%. Esos números fueron mejores también que la participación a nivel nacional, con un 72,9% en las PASO y un 76,3 % en las Generales a nivel nacional, según consigna el OEAR.
En cuanto a las pasadas elecciones (las de 2019), en Mendoza las PASO provinciales tuvieron una participación electoral del 75 % y las generales provinciales una del 79%.
Como se observa, la participación en las PASO siempre fue menor que en la General, ya sea por “no entenderse” bien la dinámica o por un desinterés en dirimir internas partidarias. Quedará ver si este año se mantiene esa tendencia y la participación en las elecciones de noviembre superan a las de este fin de semana.
