El miércoles próximo se realizarán las elecciones para la renovación de autoridades del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE). La competencia interna por la conducción del gremio estatal más grande de Mendoza está marcada por la fragmentación del actual oficialismo de izquierda y por diferentes espacios de raigambre peronista que también irán separados.
Cinco listas se enfrentarán en las elecciones sindicales en las que 24.833 afiliados docentes y no docentes podrán votar para definir el Secretariado General Provincial para los próximos cuatro años. A nivel departamental también se replicará la contienda por las autoridades de las 18 seccionales gremiales.
Todos los espacios llevan candidatas a secretaria general, lo que significa que una mujer volverá a ser elegida para estar al frente del SUTE luego de 26 años. La última en asumir ese rol había sido Raquel Bastidas entre 1992 y 1995.
Los Andes entrevistó a las cinco aspirantes a conducir el sindicato para indagar sobre su visión sobre la educación, las problemáticas y desafíos del sistema educativo provincial y sus propuestas en este sentido.
Desde los distintos sectores coincidieron en la necesidad de que el Gobierno provincial incremente el presupuesto destinado a educación, para recomponer el salario del personal docente y no docente y para mejorar la inversión en infraestructura escolar. Asimismo, fijaron su postura respecto a la intención del gobernador Rodolfo Suárez de avanzar nuevamente con un proyecto de reforma de la Ley de Educación provincial.
Panorama interno
La oferta electoral para este 2021 será mayor a la que hubo en los comicios sindicales del 2017, cuando se impuso el Frente de Unidad por la Recuperación del SUTE (FURS) cortando con dos décadas de hegemonía de la agrupación Celeste al frente del gremio. En esa oportunidad hubo tres listas en disputa y resultó electo como secretario general Sebastián Henríquez, quien no buscará una reelección.
El FURS apunta a continuar al frente del Secretariado General Provincial, pese a haber sufrido el alejamiento de algunas agrupaciones que lo integraban. La lista oficialista quedó compuesta por los sectores de izquierda Marrón y Bordó, más algunos independientes. En tanto, la lista Rosa, del Partido Obrero, rompió con la alianza gobernante del sindicato y competirá por su cuenta.
Por otra parte, el Frente Azul/Naranja, que salió segundo cuatro años atrás, se vuelve a presentar. Varios de los integrantes de este espacio están abiertamente identificados con el kirchnerismo, aunque destacan que confluyen también militantes de otros partidos políticos.
En tanto, la histórica lista Celeste, de raíz peronista, tendió una alianza con la lista Verde, que se alejó del FURS, y conformaron el Frente Celeste Verde. El panorama de competencia interna lo completa la lista Ámbar que reúne a ex integrantes de la Celeste y dirigentes independientes.
Cinco visiones
La Lista 1 Frente Celeste Verde lleva como candidata a secretaria general a Sandra Lacoste, actual titular de la seccional de Maipú. Sostuvo que en caso de llegar a la conducción gremial se focalizarán “en recuperar todo el salario en blanco y no tener más un bono en negro” y en retomar el espacio paritario “para poder dar respuesta a todas las demandas de los trabajadores y trabajadoras”.
“Llevamos en cinco años cuatro decretos y es un indicador de que no ha habido un diálogo asertivo y real de esta conducción con el Gobierno. Aspiramos a poder tener un mucho más abierto y continuo”, expresó.
Destacó que la propuesta de su espacio tiene cuatro ejes que apuntan a lo social (facilitar el acceso a terreno, lotes y viviendas), a lo previsional (acompañar los trámites jubilatorios), a la cuestión de género (consejerías y convenios con jardines maternales y guarderías) y a la formación profesional (convenios con terciarios y universidades).
Respecto de la posibilidad de volver a discutir una Ley Provincial de Educación, Lacoste dijo que “esperamos que se entienda que un proyecto de ley es una construcción social y necesita la presencia de todos los actores. Estamos hablando de dos formas distintas de concebir la educación: si la concebimos como un gerenciamiento o como un derecho”.
El oficialismo sindical presenta la Lista 7 Marrón-Bordó FURS y presenta como principal postulante a la actual secretaria gremial Mirtha Faget. “Independientemente del resultado de las elecciones, creemos que es fundamental la unidad de todas las agrupaciones del sindicato para ir a dar una verdadera lucha al Gobierno para lograr recuperar el salario”, manifestó.
Señaló que en los últimos años ha habido una disminución del presupuesto para educación que provoca “bajos salarios y que muchas escuelas no reúnan las condiciones aptas para una educación de calidad”. Remarcó que se suceden continuamente los problemas de infraestructura y que no se han creado escuelas nuevas. “Este Gobierno ha cerrado muchísimas divisiones y ha obligado a que estén superpobladas las aulas, lo cual hace imposible una educación de calidad”, dijo.
También reclamó soluciones a los problemas de conectividad de estudiantes y docentes y afirmó que están “totalmente en desacuerdo” con la reforma educativa impulsada por Suárez. “Detuvimos esa ley con la participación de trabajadores de la educación y parte de la sociedad en un caravanazo multitudinario. Estamos dispuestos a seguir peleando contra una ley que es privatista, inconsulta y que municipaliza la educación”, advirtió.
La Lista 8 Ámbar postula como titular a Cristina Raso, quien formó parte de la conducción del gremio integrando las filas de la Celeste hasta el 2010, cuando se alejó por diferencias con el histórico referente de ese sector Gustavo Maure. Ahora la sindicalista lidera una lista provincial que también compite en 12 departamentos.
“Nuestra propuesta principal es un SUTE que vuelva a la escuela, tenemos que retomar la representatividad”, subrayó. En tanto, expresó que “el primer y más grave problema que tenemos es el salario. Tenemos que construir un nomenclador y, a grosso modo, partir del doble de lo que hoy se está pagando a los trabajadores de la educación”.
Resaltó como iniciativas la necesidad de impulsar modificaciones en la carrera docente de Media y Primaria y afirmó que el SUTE debe comprar lotes y fomentar cooperativas de viviendas para sus afiliados.
“Los trabajadores de la educación somos parte de los problemas pero también de la solución. Entendemos que hay que tener protagonismo y construcción junto con el Gobierno de cualquier propuesta de Ley de Educación, en forma conjunta, participativa y democrática”, indicó Raso.
La Lista 10 Rosa está encabezada por Verónica Torres, quien se define como una “outsider” de la política sindical, ya que nunca ha ocupado cargos. Asimismo, la agrupación presenta listas departamentales solo en Capital, Las Heras y Luján.
Desde este sector sostienen que el diálogo con el Gobierno en paritarias tiene que ser “simétrico” y que esta instancia no puede dividirse en “salarial y no salarial”.
“Si algo nos dejó la pandemia es la experiencia de que los y las docentes y no docentes pueden resolver el sistema educativo en ausencia del Estado”, manifestó la candidata. En este sentido reclamó que la regulación de un marco de teletrabajo es una necesidad imperiosa del sistema educativo.
Aseguró que el Gobierno impulsa “un proyecto de Ley privatista de educación” y sostiene que “plantean intromisiones de actores del sector privado”.
En tanto, remarcó que tienen una propuesta gradual de democratización de OSEP reclamando una representación del SUTE en la conducción de la obra social, exigiendo una rendición de cuentas y proponiendo que el Directorio sea “ad referéndum” de los trabajadores de la administración pública.
La Lista 17 Frente Azul Naranja lleva como candidata a secretaria general a Carina Sedano, directora de escuela primaria de Guaymallén. “Somos una lista federal con representatividad de todos los niveles y modalidades y somos la única lista opositora a la conducción actual”, manifestó la dirigente.
“Hace tres años que hemos tenido aumentos salariales a la baja. Durante la pandemia nos resignificamos, hicimos una escuela desde las casas y no fuimos reconocidos salarialmente”, subrayó.
Indicó que un problema urgente del sistema educativo es que se anuncie el inicio de clases para mediados de febrero sin haberlo discutido con los trabajadores. “Tenemos escuelas sin agua, sin ventiladores y los espacios físicos no están acondicionados para recibir a los trabajadores y niños. Nosotros no concebimos una calidad educativa como mayor cantidad de días. sino que también se ve reflejada en mejores salarios y mejor infraestructura”, sentenció.
Respecto de una eventual reforma educativa, Sedano dijo que “vamos a exigir que nos convoquen, porque creemos que la Ley de Educación no puede salir sin la participación de las trabajadoras”.
