El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) y UCA Sede Mendoza presentaron los resultados del “Diagnóstico Socioeconómico de la Región Cuyo: la evolución de la estructura productiva, el mercado de trabajo y las condiciones de vida en el período 2010-2023. Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina (Conicet-ODSA UCA-UBA) y Valentina Ledda, becaria doctoral Conicet - Instituto de Trabajo y Producción (UNCUYO), estuvieron a cargo de la explicación.
El documento muestra indicadores socioeconómicos y laborales para la región Cuyo y sus respectivas provincias, considerando la evolución de la estructura productiva, las características del mercado de trabajo y las condiciones de vida de la población durante el período 2010-2023. Cómo le fue a Mendoza en comparación con San Juan y San Luis.
“Este análisis busca contribuir a un diagnóstico tanto regional como provincial sobre las barreras de desarrollo económico y la integración social presente y futura de la región”, remarcaron desde el observatorio.
Para el análisis, se tuvieron en cuenta tres fuentes: la desagregación provincial del producto agregado bruto de la Argentina (MECON-CEPAL) (2010-2022) y la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) total urbano realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) en su versión ampliada al total urbano (2010-2023). Estos datos fueron consistidos por los equipos técnicos del Observatorio de la Deuda Social Argentina y del programa Cambio Estructural y Desigualdad Social del IIGG-UBA.
Actividad económica en caída
A la hora de analizar la estructura productiva de la región Cuyo entre el 2010 y el 2022, se toma como indicador el Valor Agregado Bruto (VAB) que es el valor de la producción económica realizado por una unidad, sector o rama, menos el valor del consumo intermedio incorporado.
Es una medida de la contribución al Producto Interno Bruto (PIB) y este indicador permite evaluar la actividad económica, ya sea a nivel nacional, regional o provincial, a nivel de un sector o en su totalidad.
De acuerdo a los datos, entre 2010 y 2022, el VAB del total país se incrementó en 7,3%, el VAB de Cuyo lo hizo sólo en 0,5%. En Mendoza, el VAB se redujo en -2,3% y en San Juan en -0,3%, sólo en San Luis creció 11,8%.
Al controlar por tamaño poblacional, el VAB per cápita cayó a nivel nacional en -5,3%, en tanto en la región Cuyo lo hizo en -12,5%. Por otro lado, durante toda la serie, el VAB per cápita de Cuyo fue menor que el promedio del total país.
El declive en la generación de valor agregado entre 2010 y 2022 se debe a una caída en las actividades que justamente determinan el perfil productivo de la región: la Minería (-45,4%), la Agricultura (-21,9%) y la Industria (-4,1%), siguiendo la tendencia nacional. Por otro lado, los sectores que más crecieron en la región fueron el Sector Público (38,8%) y los Servicios (12,4%)
Salvia, en diálogo con Radio Jornada, había explicado que esta última década no fue buena para la minería por el valor internacional de los commodities, por lo que su participación en el valor agregado es menor. “Las inversiones fueron en décadas anteriores, pero esta última tuvo el cepo al dólar y restricciones de todo tipo. No había ningún incentivo, sino que había desincentivo. Hoy es una gran oportunidad de crear valor agregado, aunque no tanto de empleo, pero incorpora fondos a las provincias”, indicó.
De acuerdo con las cifras de Mendoza, entre 2010 y 2022 el VAB mendocino se redujo 2,3%, mientras que el VAB per cápita cayó 14,6%. Los sectores que redujeron su aporte a este indicador entre puntas del período fueron minería (-44,0%), agricultura (-32,5%), e industria (-1,1%).
Contrariamente, en el mismo período, aumentaron al igual que en el total de la región, sector público (15,4%) y servicios (10,9%). Este último sector pasó a aportar más de la mitad del VAB, seguido por el sector industria que se mantuvo en torno al 23,0% y el sector público que alcanzó casi el 10,0%.
En lo que respecta a la estructura social del empleo, en Cuyo, al igual que a nivel nacional, el sector que tiene mayor peso es el sector micro informal (42,4%), seguido por el sector formal privado (32,5%) y el sector público (20,4%).
Las conclusiones sobre Mendoza marcaron que, en términos relativos la participación de la fuerza de trabajo en el sector formal privado y en el sector público se incrementó. También aumentó el desempleo: de 4,2% a 5,4% (por encima del promedio regional)
Entre 2010 y 2014 se redujo la precariedad significativamente: pasó de 48,5% a 39,5% mientras que, a partir de 2016, los empleos precarios volvieron a aumentar. En 2019 fue el punto más alto, cuando la tasa alcanzó el 52,5% y en 2023, la precariedad fue de 51,2%.
Por otra parte, se subraya que “los trabajadores mendocinos fueron los que más perdieron ingresos entre 2010 y 2023 (-25,7%), más que el promedio regional (-23,8%)” mientras que “entre 2010 y 2023, aumentaron más los ocupados pobres en Mendoza que en las otras provincias: de 27,0% a 34,1% (7,1 p.p.)”.
Pobreza e indigencia por ingresos
Para el estudio de las condiciones de vida uno de los indicadores más utilizados es la medición de la pobreza y la indigencia por ingresos: la línea de la pobreza se delimita por el valor de la Canasta Básica Total (CBT), mientras que la Canasta Básica Alimentaria (CBA) determina la línea de indigencia.
Los hogares que no tienen ingresos suficientes para superar el valor de la CBA se consideran indigentes (y, por lo tanto, también lo son sus miembros), mientras que los que no superan la CBT, son pobres.
El informe remarca que la región Cuyo registra peores condiciones de vida que la media nacional. “Aunque la indigencia fue menor en los años estudiados, para 2023 el valor era semejante a lo registrado a nivel país”, indica.
En el caso de la pobreza, Cuyo presentó una tasa más elevada durante todo el período y para 2023, alcanzó casi el 45%, un valor más alto que el del inicio de la serie.
De acuerdo con las conclusiones, “la indigencia y la pobreza aumentaron entre 2010 y 2023 en la provincia de Mendoza, mientras que en San Juan se redujeron ambas tasas. En el caso de San Luis, disminuyó la indigencia entre puntas, pero aumentó la pobreza”.
De esta manera, la provincia más poblada de Cuyo, Mendoza, registró en 2023 la tasa más alta de indigencia (11,4%), en tanto San Luis fue la provincia con más pobreza (49,4%).
El informe destaca que “San Juan redujo la pobreza en 11,3 p.p. en comparación 2010 vs. 2023, mientras que en San Luis la pobreza aumentó 5 p.p. y en Mendoza 8,1 p.p. En 2023, San Luis era la provincia con más pobreza (49,4%), seguido de Mendoza (44,6%) y San Juan (41,8%)”.
Salvia había puesto énfasis en “la caída del poder adquisitivo, la devaluación, y la inflación muy fuerte” que impactó en la pobreza. “Los salarios y haberes se recuperaron por debajo de la inflación, sube la pobreza interanualmente de 10 a 20%”, explicó.
También remarcó que, pese al aumento, tanto en pobreza como en indigencia, “no hay situación explosiva ni dramática” en relación con un estallido social como sucedió en 2001. Considera que hay una pequeña recuperación económica que produjo un alivio, pero a futuro, las políticas no son inmediatas.