La campaña electoral para las próximas Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que se desarrollarán el próximo 11 de junio en Mendoza, comenzó a pleno en estos días. No obstante, uno de los temas que la gran mayoría de los precandidatos a la gobernación ha cuestionado, no sólo ya ha sido objeto de campañas electorales años anteriores, sino que incluso tiene un fallo de la Suprema Corte de Justicia.
Hablamos particularmente del famoso Ítem Aula, que fue implementado en la gestión de Alfredo Cornejo en 2016 con aprobación legislativa, y que estipula un adicional del 10% de la asignación de la clase, estado docente, zona y antigüedad, remunerativo y no bonificable, con alcance también para el docente que se encuentra con licencia ordinaria, licencia por maternidad, licencia por accidente y enfermedad profesional, entre otras, según establece la ley 24.557.
Este ítem se pierde, salvo algunos casos justificados, para aquellos docentes que no falten a clases más de tres veces al mes y hasta 10 al año, no acumulables, “siempre que las mismas hayan sido justificadas por alguna licencia prevista por la ley Nº 5811 y demás normativa aplicable”, lo que ha valido el rechazo particularmente del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE), así como también espacios de la oposición. Tanto fue así que el tema llegó a la Suprema Corte, que votó en plenario la constitucionalidad de la norma, con un 7 a 0 (ndr: Mario Adaro y Omar Palermo pusieron reparos en uno de sus artículos).
Modificar o derogar
De los diez precandidatos a la gobernación que tiene Mendoza, nueve planean o modificar o bien derogar el Ítem Aula. Naturalmente, quien la defiende a ultranza es su ideólogo, Alfredo Cornejo.
No obstante, incluso dentro del Frente Cambia Mendoza plantean su modificación. Luis Petri, contendiente de Cornejo, si bien no dio precisiones sobre concretamente qué haría con el ítem, marcó que “hay que revisarlo”. “Si el docente falta, se le descuenta. Esto, sin lugar a dudas, tiende a evitar las avivadas. Ahora ese sistema de control de ausentismo no puede ser el eje de la política educativa. Esto repercutió negativamente en los docentes provinciales y creo que hay que revisarlo, hay que ajustarlo, hay que reparar las injusticias, junto con los docentes, sentados en la mesa y hay que recomponer la relación con los docentes en la provincia de Mendoza, que está rota”.
Desde la oposición, el exaliado de Cornejo, Omar De Marchi, hoy en el espacio La Unión Mendocina, aseguró a Los Andes, por un lado, que el ítem aula “es cosa del pasado”, pero también propone la eliminación gradual del ítem “para incorporarlo al salario, mientras implementamos incentivos de mejoramiento de la tarea docente”.
“Cuando no hay transformaciones profundas y solo es maquillaje, este ítem pasa a ser importante. Nuestra propuesta no se limita a la continuidad o no de un ítem salarial”, aseguró. En tanto, sostuvo que “la jerarquización del docente no viene por el lado del látigo, sino del reconocimiento concreto de su tarea con medidas que le den más poder para enseñar a la par de una evaluación formativa que premie los buenos desempeños y apoye a quienes tienen más dificultades. Los docentes deben centrarse en lo pedagógico, en la enseñanza-aprendizaje. Hace falta inversión real en infraestructura física y digitalización”, agregó.
Por otro lado, desde el frente Elegí, Omar Parisi, de Ahora Peronismo, se arrogó en primer lugar de ser, junto a Lucas Ilardo, “los únicos precandidatos que votamos en contra en la Legislatura” en aquella sesión de comienzos del 2016.
En este sentido, propuso “eliminar el Ítem Aula, y el monto que hoy representa, pasarlo progresivamente al salario básico. Va a desaparecer como ítem, pero no como monto”, marcó. También señaló que fueron “los primeros en anunciarlo” y que el resto se prendió del tema.
Guillermo Carmona, precandidato peronista por el espacio Mendoza Primero, sostuvo que ha sostenido “una posición crítica del ítem aula desde el momento que lo implementó Cornejo y durante mi presidencia del PJ solicité su derogación”.
“He anunciado que desde la gobernación dejaremos sin efecto el ítem aula, incorporando su monto al salario de los docentes, evitando así que funcione como un castigo al trabajador de la educación. Al mismo tiempo implementaremos una estricta auditoría para asegurar que las licencias que se otorguen respondan a causas justificadas”, manifestó.
En tanto, Nicolás Guillén, del espacio Rearmemos Mendoza fue taxativo: “Vamos a derogarlo y pasar al básico el monto salarial que hoy representa”. También planteó que le pediría a “Cornejo, Suárez y los jueces de la Corte que pidan perdón por tanto daño a nuestras docentes”.
Otro de los cuatro precandidatos a la gobernación que tiene el peronismo, Alfredo Guevara (de la lista La Base), sostuvo a este medio que al Ítem hay que “incorporarlo” al básico “porque ya existe un ítem de presentismo”. “El ítem Aula no tiene otro sentido más que ser un factor de disciplinamiento, afectando la libertad sindical y los derechos de los trabajadores de la educación a la huelga, protesta, asambleas y paros. También dijo que tioene una “afectación grave al derecho de la salud, porque muchos docentes, por no perderlo, se ven obligados a dar clases aún cuando no se los permite su salud”.
Por otro lado, para Guevara el Ítem “tiene un origen espurio”, y recordó que fue uno de los que denunció ante la Relatoría de Independencia Judicial de la ONU “porque ya estaba redactada la sentencia cuando Cornejo presionó al Poder Judicial para tener un plenario. Está en el voto de Adaro”, expresó
Desde el Partido Verde, Mario Vadillo, precandidato a la gobernación, cargó contra el resto de precandidatos, al sostener que “ahora aparecen los verdaderos ‘chantas’, que mienten en épocas de elecciones, diciendo que quieren humanizar el ítem aula, o que lo quieren modificar, mientras en la Legislatura sus diputados y senadores se negaron sistemáticamente ha hacerlo cuando desde el Partido Verde propusimos nuestro proyecto de ley para derogar el ítem aula”.
En este sentido, ratificó que “hay que eliminar el ítem aula. Es una medida extorsiva y discriminatoria que atenta contra los derechos de los trabajadores de la educación” y agregó que la “DGE no ha sido capaz de fiscalizar adecuadamente las licencias médicas de los docentes, lo que ha generado un clima de desconfianza y vulnerabilidad para ellos”.
“El verdadero control del ausentismo no se logra con el ítem aula, sino con un control médico adecuado, como cualquier otra actividad pública o privada, un control médico riguroso para asegurar que las ausencias sean justificadas”, finalizó.
Desde el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), Lautaro Jiménez, del PTS, dijo a este medio que plantean que hay que “poner fin a todos los ítems que degradan y maltratan al personal educativo, como el Ítem Aula, cláusula de garantía y fonid”, cuyas sumas deben “pasar a conformar el básico y el estado docente, que son las bases sobre las que se tabula toda la carrera profesional: antigüedad, zona y jerarquía”, entre otros.
En este sentido, expresó que “con $130.000 nadie llega a fin de mes” y que el salario inicial del docente por un cargo “debe partir de ser equivalente a la canasta familiar que mes a mes van publicando los organismo oficiales”. Para eso, mencionó que se debe “destinar el piso de inversión del 35% del Presupuesto para educación, respetando la Ley 6.970 de educación provincial”.
De la misma manera se pronunció Víctor Da Vila, precandidato del FIT pero por el Partido Obrero. “Al Ítem Aula hay que incorporarlo al básico del salario docente, sin el carácter extorsivo de presentismo que tiene hoy”.
Opinó que “es la confesión del fracaso de todos los gobiernos en el plano educativo. Apelar al rigor de recortar salarios, que en su mayoría están por debajo de la línea de pobreza, para que los docentes no falten, es eso un fracaso”.
La defensa del ítem Aula
Quien salió a defender la aplicación de este sistema fue el exdirector general de Escuelas de la era Cornejo, Jaime Correas. En diálogo con Los Andes, expresó que el ausentismo docente en Mendoza rondaba entre el 18% y 20%; y que con el ítem bajó al 5%, 6%; que es el mismo porcentaje de ausentismo que promedian los docentes privados.
“Un docente que busca todas las razones para faltar, puede faltar entre 40 y 50 días por año dentro del reglamento. Esto implica la misma cantidad de días que nuestros hijos y nietos no tienen clases, o que pierden la continuidad pedagógica”, razonó el exfuncionario, y manifestó que “cayó además en un 40% los días pedidos por los maestros”.
Por otro lado, manifestó también que en 4 años de gestión (entre 2016 y 2019) “no se malgastaron $5.670 millones”, que eran recursos con los que se pagaban suplencias, entre otras cuestiones. “Ese dinero se redirigió al pago de jornadas, capacitaciones e infraestructura escolar”, añadió.
Y finalizó: “Querer arreglar algo que está bien, es inusual. Me llama la atención que vuelva a aparecer este debate, porque atrasa y muestra que los precandidatos que salen con este debate es porque no tienen otros temas”.