La arremetida del gobierno venezolano contra la Argentina en general, y contra el gobierno de Alberto Fernández en particular sumó otro capítulo este martes, luego de que Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional chavista, denunciara a los medios Clarín e Infobae de desinformar como los artífices de una campaña destinada a “robarnos, para secuestrar y violar los derechos humanos de venezolanas y venezolanos”.
Las descalificaciones de Rodríguez contra los medios argentinos se dieron en el marco de la investigación que la Justicia de nuestro país lleva adelante por la presencia de ciudadanos iraníes y venezolanos que llegaron en un vuelo de la empresa chavista Emtrasur, bajo sospechas de conexiones con el terrorismo internacional.
“Infobae y Clarín son productores de mentiras”, aseguró el funcionario chavista y agregó: “Dejen de decir barbaridades. Esos medios de comunicación, Clarín, Infobae, productores de mentiras… ¿Por qué no dicen que el avión era francés? Tienen que crear la matriz para robarnos, para secuestrar y violar los derechos humanos de venezolanas y venezolanos”.
La fiscal federal argentina Cecilia Incardona también fue blanco de la verborragia de Rodríguez, ya que la acusó de “ladrona” y de haber visitado las embajadas de Estados Unidos e Israel: “Fue a la embajada a cobrar, a que le dieran el pago correspondiente para cometer el secuestro”.
“Cecilia Incardona recibe instrucciones directas de Estados Unidos. Eso es una podredumbre, es un sistema judicial arrodillado”, detalló el venezolano.
Las declaraciones de Rodríguez se suman a las de Nicolás Maduro, quien se expresó en las últimas horas en duros términos contra todo el Gobierno argentino y en especial contra Alberto Fernández, al asegurar que “Pido el apoyo a los movimientos sociales, sindicales y políticos de la Argentina patriótica, de la Argentina peronista, para Venezuela, para el rescate del avión, para la liberación de los pilotos secuestrados. Pido el apoyo de Argentina”.
El avión de la controversia es el Boeing 747, de fabricación estadounidense, pero que pertenece a la empresa venezolana Emtrasur.
El mismo se encuentra en un hangar de Ezeiza retenido y sujeto a sanciones de Estados Unidos ya que su transferencia por parte de la empresa iraní Mahan Air a Emtrasur viola las leyes de exportación norteamericanas, según lo señalado por la Justicia de Estados Unidos. Ambas empresas han sido sancionadas por Washington por presunta colaboración logística para organizaciones terroristas, detalló Infobae.