Si bien las elecciones gremiales previstas inicialmente para junio se postergaron por la pandemia de coronavirus, la correlación de fuerzas al interior del Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) está en constante movimiento. En medio de protestas por la suspensión de las clases presenciales, las diferencias entre algunos sectores de la actual conducción comienzan a traducirse en nuevos posicionamientos de cara a la campaña que se avecina.
La línea interna agrupada en la lista Verde, que integran sectores de la izquierda, peronistas e independientes, busca liderar al oficialismo en los futuros comicios, desplazando a la lista Marrón. Aseguran que su objetivo es impedir que el kirchnerismo y La Cámpora lleguen a la conducción del SUTE de la mano de la lista Azul-Naranja. Para ello, apuestan a una ampliación de la alianza oficialista.
El Frente de Unidad para la Recuperación del SUTE (FURS) conduce el sindicato docente desde 2017, tras derrotar por un ajustado margen a la lista Azul-Naranja y relegando al tercer puesto a la lista Celeste, de histórica extracción peronista y que había comandado el gremio docente las últimas dos décadas.
En el espacio ganador confluyeron las listas Marrón, Verde, Bordó, Rosa y el frente Índigo, mayoritariamente de espacios de izquierda. Sin embargo, la coalición no estuvo exenta de disputas internas, que se vieron profundizadas en el último tiempo con el apartamiento provisorio del secretario general, Sebastián Henríquez, tras una denuncia penal en su contra.
La salida de Henríquez, referente del sector Marrón, debilitó al interior del gremio a este espacio, que también sufrió el quiebre de un grupo de unas 10 militantes que lo abandonaron entre acusaciones de violencia de género.
En este contexto, quien quedó al frente del sindicato fue el secretario general adjunto, Alberto Muñoz, representante de la lista Verde. Esa agrupación ha ido ganando más hegemonía al interior de la conducción y redobla los esfuerzos para intentar liderar el frente oficialista de cara a las elecciones, que aún no tienen fecha.
El sector tiene como una de las principales referentes a Fabiana Riera, directora de la escuela de Bellas Artes, y apela a consolidarse a través del armado territorial al dirigir las seccionales de Guaymallén y Las Heras, coordinar cuerpos de delegados en el Gran Mendoza y tener presencia en varios departamentos que están en manos de la oposición.
Por su parte, desde la lista Marrón reconocen que es difícil su continuidad en el FURS y que ha habido un importante desgaste durante estos cuatro años al frente del SUTE. Destacan también que uno de los principios de la agrupación es cumplir un mandato y volver a la escuela.
En tanto, Laura Espeche, secretaria de Acción Social del gremio e integrante de la lista Bordó, vinculada al Frente de Izquierda, consideró en diálogo con Los Andes que “cada agrupación puede estar haciendo su propia campaña, pero la conducción del SUTE está priorizando el plan de lucha por el tema de la presencialidad. Después, una vez pasado este momento tan crítico de la pandemia, veremos cómo sigue el tema de las elecciones”.
“Las diferencias que existen entre las agrupaciones son políticas y públicas, es parte del debate de un sindicato tener diferencias. Nosotros apostamos al proyecto político de recuperar el SUTE de la burocracia sindical. Para nosotros ese programa tiene que seguir, tiene que ser validado nuevamente y tiene que continuar una conducción antiburocrática, independiente de los partidos políticos patronales”, dijo y agregó que no es el momento de atender a los realineamientos de las agrupaciones y discutir alianzas.
La disputa con el kirchnerismo
Según señalan desde el sector Verde, su intención en las próximas elecciones es frenar el avance del kirchnerismo en el SUTE y buscan sumar como aliada a la lista Celeste. Apuntan a profundizar el marcado enfrentamiento que tiene la actual conducción con la lista Azul-Naranja que dirige Gustavo Correa, secretario general de la CTA y hombre cercano a la senadora nacional camporista Anabel Fernández Sagasti.
La pelea con este dirigente es tan fuerte que ha escalado hasta su desafiliación del SUTE y la salida del sindicato de la CTA. Esta última acción llevó a una demanda judicial de la central contra el gremio por $2,6 millones por cuotas sindicales no abonadas, acción que fue apelada y se puso una propiedad de San Rafael en garantía.
Consultado por este diario, Correa se mostró dispuesto a dar pelea: “No me molesta que me vean como el enemigo, eso me enorgullece, porque me pone en el lugar correcto. No quiero ser ellos”.
Reconoció su militancia en el Frente de Todos pero advirtió: “Somos un espacio político sindical más amplio que eso. Muchos compañeros creemos en el Gobierno nacional porque recuperó la paritaria y hemos tenido logros. Yo no voy a renegar de mi militancia, no voy a dejar mis convicciones”.
En esta disputa, la estrategia oficialista de tender un puente con el sector Celeste de los históricos Gustavo Maure y Javier Guevara radica en que pese a ser un espacio de tradición peronista, se encuentran alejados desde hace tiempo del kirchnerismo.
Sin embargo, la falta de un calendario electoral definido hace que estas estrategias se encuentren recién en una etapa embrionaria. Entre los celestes son muy críticos de la actual conducción y señalan que “está muy alejada de lo que pasa en las escuelas”, pero admiten que mantienen diálogos con todos los espacios y que convocan a “armar un frente amplio, diverso y plural”.
Los afiliados del SUTE debían acudir a las urnas en junio próximo, pero a comienzos de este año el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó la Resolución 133/21 a través de la cual dispuso una prórroga para la realización de elecciones en los sindicatos de todo el país hasta el 31 de agosto, a raíz de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19.
Los mandatos de las actuales autoridades se postergaron hasta febrero de 2022, pero los sindicalistas estiman que el proceso podría iniciarse en los próximos meses con la conformación de la Junta Electoral y celebrar los comicios antes de fin de año.