La llegada del tren de pasajeros a la localidad puntana de Justo Daract trajo en los vagones otro anuncio. “Un objetivo es que antes de fin de año podamos tener el tren que una Mendoza, San Luis, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y Ciudad Autónoma de Buenos Aires”, dijo Martín Marinucci, presidente Trenes Argentinos en declaraciones a la prensa.
Sin embargo, desde el mismo organismo, pero con sede en Mendoza, bajaron las expectativas. “Veo decisión política, entusiasmo de reactivar todo esto. No estaría tan seguro de los plazos”, expresó Jorge Omar Giménez, ex intendente de San Martín y responsable de la Regional Cuyo del organismo estatal a Los Andes. La semana próxima se reúne con Marinucci para tener detalles más precisos sobre el proyecto.
Lágrimas y euforia fueron algunas de las postales vistas ayer en San Luis. El regreso del tren emocionó a sus habitantes y en ese andén, el funcionario a cargo de Trenes Argentinos anunció las formaciones desembarcarán en Mendoza. Para que eso suceda, deberá reacondicionarse el ramal desde Justo Daract hasta Mendoza, que contempla 397 kilómetros.
En cuanto a tiempos, hay que decir que el tren tiene ese “no se qué” pero no competirá con el colectivo y mucho menos con el avión: 18 horas de viaje entre Retiro (Buenos Aires) y la localidad puntana, cuya distancia es de poco más que 654 kilómetros. Es decir que a Mendoza (alrededor de 400 kilómetros más) tardaría unas varias horas más completando –y quizás superando- un día a bordo de la formación.
En un multitudinario acto que se celebró en la estación de Justo Daract, Guerra, Marinucci y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá confirmaron que continuarán los trabajos y que el tren de pasajeros llegará a Villa Mercedes, a la ciudad de San Luis y a Mendoza (Gutiérrez).
Aunque oficialmente ni las autoridades de la Nación ni de Trenes Argentinos se animaron a anunciar una fecha estimativa para que el tren de pasajeros regrese a Mendoza, por lo bajo y desde la intimidad se animan a soñar con la vuelta antes de que termine el 2022. El detalle es que, aunque quedan menos de 400 kilómetros de vías a recuperar entre Justo Daract y Gutiérrez, se necesitan de trabajos arduos y difíciles.
“La vía que vincula Justo Daract con Villa Mercedes está prácticamente en buenas condiciones. Pero de ahí hasta la ciudad de San Luis, y luego hasta a La Paz, está interrumpida e, incluso, se ha levantado la vía en algunos tramos, especialmente en San Luis. El proyecto es que el recorrido del tren vaya desde Justo Daract por la vía a Beazley (también en San Luis) y de allí salga a La Paz. Luego tomaría por el camino hasta Monte Comán y se desviaría con dirección a Gutiérrez”, explicó el ingeniero en informática y ferro aficionado godoicruceño Pablo Anglat a Los Andes.
Giménez baja la velocidad
Tras el anuncio, una de las voces autorizadas para hablar el del tema es la de Jorge Omar Giménez, el funcionario a cargo de Trenes Argentinos en Cuyo. El ex intendente de San Martín desembarcó allí hace un año y sorprendió al no afirmar con vehemencia los dichos de Marinucci.
“En agosto, se va a hacer toda la inspección de las vías. No creo que llegue antes de fin de año. Se está trabajando en eso porque cuando ingresé, me motivó el hecho de que el tren vuelva a Mendoza, y Palmira se siga desarrollando en función del ferrocarril. Hay recursos”, subrayó el funcionario en diálogo con Los Andes.
La semana próxima se reunirá con el presidente de Trenes Argentinos para pulir los detalles de la obra que contempla una revisión de casi 400 kilómetros de ramal. “Hay que inspeccionar, hay tramos que estaban y no existen más. No es una cosa que se pueda hacer rápidamente”, indicó Giménez.
No obstante, su postura más cauta no implica poner un manto de dudas sobre una llegada del tren. “¿Hay decisión? Sí, ¿hay recursos? Sí”, aclaró. En ese sentido remarcó la voluntad política del Gobierno nacional de “integrar a los pueblos y no todos pueden viajar en avión ni colectivo, es mucho más barato”.
“Es peronismo en esencia que vuelva el tren. Si algo me entusiasmó de trabajar acá es justamente eso, por mis orígenes. Y no que sea la gran manzana de Mendoza y Buenos Aires”, indicó el ex jefe comunal. Se refirió también al inicio con poca frecuencia al sostener que “lo importante es que llegue, lo otro seguramente se dará por la demanda misma”.
Dudoso sobre la llegada del tren antes de que finalice el 2022, remarcó también que “hay que ser cuidadosos con las cosas, es así. El tren va a venir, va a llegar y se está trabajando para eso. Ahora, no nos apresuremos y que a los tres meses nos lo esté cobrando la gente porque nadie nos obligó a anunciarlo”.
Una mirada especialista
Francisco Losada, miembro del directorio del Ente de Movilidad Provincial (Emop) y de raíz peronista, es un reconocido especialista en temas ferroviarios. Y en su análisis, más allá de su postura a favor de la llegada del tren por el fuerte componente social que implica, además de ingresos económicos en lugares inconexos de las grandes ciudades, comentó sobre el estado de la traza.
“Habrá que hacer unos trabajos importantes porque el metrotranvía es de trocha chica, y el tren, de trocha grande”, indicó en referencia a las obras en Maipú, cerca de la estación Gutiérrez. “El tren carbonero pasa por ese triángulo, diría que es viable, en cuanto tiempo no se sabe. Si hay plata es una obra se podría llegar a ser en unos 5 o 6 meses, dependiendo de muchos factores”, expresó a Los Andes.
En cuanto a costos también hay varios grises. “Argentina no tiene estudios de costos operativos y los manejan casi en forma secreta las empresas. Un tren de cargas es rentable y en todos los temas de transporte, hay que ver la relación costo-beneficio, como son los beneficios sociales, reactivaciones económicas, pueblos unidos, turismo. El tren tiene algo que es que junta gente. Son cuestiones mágicas”, sostuvo.
Las formaciones actuales tiene alrededor de 7 años y son “diésel eléctricas”, es decir que funcionan a gasoil. Los motores son 3000 HP e insumen aproximadamente ese número en litros de gasoil, aunque remarcó el ferrocarril tiene estaciones de carga propias y los cálculos para la recarga están establecidos de acuerdo a las distancias.
A diferencia de los vehículos sobre los que se calcula cuántos kilómetros se recorren con un litro de combustible (o metro cúbico en el caso de GNC), en el caso de los trenes es bastante más complejo. “Es complejo porque, al igual que en el auto, influyen las velocidades, pero además se estiman por hora de trayecto”, expresó Losada quien tiene un doctorado en Derecho y Ciencias Sociales, con una tesis sobre transporte.
“Hay zonas en las que el tren que podría llegar a corren a 90 km por hora, en otras a 50 o 60km y en otras a 30 o 40 km. Pero en el caso del tren no es el consumo del combustible el mayor costo, sino el mantenimiento de su infraestructura, que también puede incluir reposición. Las rutas las pagamos todos, pero el caso de las vías las paga el ferrocarril con fondos que le destinan por el presupuesto”, agregó el también el profesor titular de materias relacionadas al derecho en transporte en la facultad de Ciencias Económicas y Derecho de la Universidad Nacional de Cuyo.
Hay otros componentes como el de personal, que no incluye sólo a la conducción, sino administración, señalización, talleres, etc. Por ese motivo, el tren de cargas es rentable por su capacidad en función de los costos.
“La explotación de trenes de carga siempre es rentable porque la capacidad de carga es hasta 50 más que la de un camión porque hay trenes con 40 vagones y mucho más también. Con una sola locomotora que consume lo de 5 camiones, arrastro lo que arrastrarían 50 camiones”, ejemplificó. De alguna manera, pone luz sobre el tema gremial y la puja entre sindicatos ferroviarios y de camioneros por el uso del transporte.
Se estima que a Mendoza ingresan entre 8 o 9 trenes por semana, lo que puede parecer poco “pero es mucho”, subraya Losada. Los trenes de carga llegan y salen de Palmira (San Martín), el carbonero desde la Destilería de Luján de Cuyo y los que vienen de San Juan y llegan a Palmira ingresando por el Circuito Lagunita (Campo Espejo) en Las Heras.