Alberto Fernández aterrizará hoy en Mendoza por primera vez desde que es presidente de la Nación. El mandatario participará, junto al gobernador Rodolfo Suárez, del tradicional desayuno de la Corporación Vitivinícola Argentina (Coviar), donde se presentará el Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2030.
La visita se da en una Fiesta de la Vendimia atípica por la pandemia del coronavirus, sin actos públicos masivos. En términos políticos, llega en medio de la profundización de la grieta entre el oficialismo provincial y el peronismo, que evidenció en carne propia el ministro de Obras de Fernández, Gabriel Katopodis, hace apenas una semana.
Desde el sector vitivinícola, el Presidente recibirá tres grandes reclamos: la rebaja a cero en las retenciones a las exportaciones de vino; que la Nación priorice ante organismos multilaterales -como el BID- créditos para infraestructura para el sector primario; y por último, que se trabaje para mejorar la conectividad rural, ya que Mendoza es una de las provincias con menor avance en estos términos. “No vamos a lograr que la gente esté arraigada en el campo sin conectividad”, argumentaron desde el sector, así como también destacaron que esto es “vital” para el enoturismo.
Agenda escueta
La agenda de Fernández oficialmente incluye un único evento: el de la Coviar, presidida por el empresario filoperonista José Zuccardi. Este desayuno, que se suele hacer en el patio interno del hotel Hyatt, se mudó ahora a un lugar donde el Presidente jugará más de local: el Centro Regional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en Luján de Cuyo.
Junto a Alberto Fernández llegan el ministro del Interior, Wado de Pedro, y el titular de Agricultura, Luis Basterra, quien está en la provincia desde ayer.
Desde que se confirmó el viaje presidencial el jueves, ha crecido la expectativa -tanto del peronismo como del oficialismo- respecto de sus efectos. Hay que decir que hace 10 años que un Presidente no viene para la Vendimia: la última fue Cristina Kirchner en 2011, cuando estaba en campaña para la reelección que conseguiría meses después.
Claro que ahora, a diferencia de su hoy vicepresidenta, a Fernández le toca venir a una provincia gobernada por opositores a él y en la que la resistencia al kirchnerismo que él representa está muy marcada.
Igualmente, desde el PJ se ha previsto un operativo para resguardar al mandatario nacional quien, después del desayuno, en vez de participar del almuerzo de Bodegas de Argentina (hoy enfrentada con Coviar), podría compartir un almuerzo con productores vitivinícolas junto a la senadora Anabel Fernández Sagasti.
La titular del peronismo provincial, como lo hizo ayer con Basterra y antes con Katopodis, actuará de “anfitriona” del Presidente, quien sólo tendrá un encuentro protocolar con el gobernador Rodolfo Suárez.
Fernández arribará a Mendoza luego de una semana intensa en la que radicalizó su postura para acercarse al kirchnerismo duro representado en su vicepresidenta. Primero, con el discurso de apertura de sesiones del Congreso el lunes, cuando lanzó fuertes críticas a la Justicia, a los medios y a la oposición, anunciando que impulsará una “querella criminal” contra el gobierno de Mauricio Macri por el endeudamiento con el FMI.
Las palabras del Presidente, apoyadas por su Vicepresidenta al lado, alejaron aún más las posibilidades de llegar a los consensos y pactos políticos que había prometido al asumir el Gobierno hace poco más de un año.
La última visita de Fernández a Mendoza fue hace 17 meses, el 24 de setiembre de 2019, días antes de las elecciones provinciales que Suárez ganó. “Estamos felices de recibir al Presidente de la Nación. Es grato para los mendocinos que venga a una festividad que tiene que ver tanto con nuestra cultura, nuestro trabajo e idiosincrasia. Esperamos con mucha expectativa los anuncios”, dijo a Los Andes ayer la senadora.
Visita incómoda
El primer año de gestión de Fernández en la Nación bastó para condimentar aún más esta visita a Mendoza, territorio en el que es probable que el Presidente no se sienta tan a gusto como en el resto de las provincias donde sí gobierna el peronismo.
En primer lugar, porque desde el gobierno de Suárez se ha puesto el grito en el cielo en varias oportunidades cada vez que sintieron que nuestra provincia fue discriminada en el reparto de recursos discrecionales durante 2020 (quedó última en el promedio de dinero enviado per cápita, según el relevamiento publicado por este diario en enero).
Pero también porque entienden que Fernández puso piedras en el camino para avanzar con Portezuelo del Viento. En el oficialismo local hay expectativas por posibles anuncios que pueda hacer el Presidente, aunque no especificaron cuáles podrían ser. Además, expresaron que gestionar la visita fue una de las acciones de Suárez esta semana cuando viajó a Buenos Aires.
Alfredo Cornejo, diputado nacional, fue escéptico respecto de la llegada de Fernández. “Un anuncio concreto que reivindique la relación por Mendoza debería ser el laudo positivo a Portezuelo del Viento. El Presidente hizo una gira a Chile con gobernadores de provincias limítrofes y no llevó al de Mendoza. Si viene, tiene que tener un anuncio contundente”, dijo en radio Aurora Argentina.