Esta semana se oficializó la curiosa salida de Silvio Pannocchia del Gobierno provincial, dos meses después de asumir un cargo como asesor. Según explicó a Los Andes, tomó la decisión de “renunciar a los privilegios de la política” y volver a la actividad privada en San Carlos, departamento que lo tuvo como candidato a intendente por Cambia Mendoza el año pasado.
Entre los motivos de su salida, que le compartió a este medio, repasó la campaña electoral y señaló que compitió en una boleta “por primera vez” a los 50 años. Su objetivo era llegar a la comuna para “tener la decisión de hacer cambios transformadores”.
“Pregoné que si llegaba al poder, iba a patear el tablero y haría los cambios necesarios para lograr eficiencia y eficacia de un Estado municipal deteriorado por las sospechas de corrupción”, aseveró.
Y dijo que, tras aceptar su cargo como asesor de Economía Social en la Dirección de Desarrollo Comunitario este año, “a los 45 días de asumir” se dio cuenta de que “hacer cambios” no iba a pasar por sus manos. Por lo cual, “rápidamente” perdió el “deseo” de continuar en el Ejecutivo y dio un paso al costado.
Lo cierto es que la declaración de Pannocchia tuvo rebote en San Carlos, municipio gobernado por el partido Unión Popular de Jorge Difonso. No fue por su precipitada salida del Gobierno, sino por haber acusado de “sospechas de corrupción” a la anterior gestión de Rolando Scanio, de la cual él mismo formó parte como director de Producción e Industria, cuando el oficialismo municipal aún era aliado de Cambia Mendoza.
El que recogió el guante no fue el actual intendente Alejandro Morillas ni Scanio particularmente, sino el presidente del Concejo Deliberante, Ariel Mendez, que salió con los tapones de punta. “Pannocchia habla de corrupción en la gestión y durante 3 años y medio fue director de Industria”, dijo en principio, en contacto con Los Andes.
“Me pareció raro que planteé esto. Desde su área se le cedieron lotes a algunas empresas e incluso una de esas, es la que lo ha contratado. Es una empresa de congelados, a la que se le cedió un terreno y ahora es parte de la misma”, arremetió.
Y manifestó, con más siembras de sospechas: “Yo no sé si habrá tenido un preacuerdo o algo, pero dejar un cargo para trabajar ahí, pareciera que tenía todo listo”.
“Es muy fácil ser oposición, hablando mal del otro. En la campaña prometieron muchas cosas en todos los distritos y alejarse hoy de la política, capaz tenga que ver con desligarse de eso”, continuó Mendez.
Además, dijo que el Concejo Deliberante aprobó el ejercicio 2023 de Rolando Scanio, con los votos del radicalismo. “Hace 20 días se aprobaron las cuentas de la última gestión de Scanio de manera unánime. Incluso los concejales de Cambia Mendoza lo hicieron. Se deben tener pruebas y cuidado para decir tales cosas”, completó el edil.
Qué dicen desde el Gobierno
Por otra parte, desde el Ejecutivo provincial le respondieron a Los Andes que, en su paso fugaz por el Ministerio de Gobierno, Infraestructura y Desarrollo Territorial que encabeza Natalio Mema, recibieron aportes “muy interesantes” por parte de Pannocchia y su salida se dio en buenos términos.
En ese sentido, explicaron que buscaron que “esté lo más cómodo posible” en la Dirección de Desarrollo Comunitario, que dirige Ernesto Mancinelli, pero también observaron que le costó “salirse” de su posición de dirigente de San Carlos para “poder aportar más desde lo provincial”.
De todos modos, quedó una buena relación con la gestión de Cornejo, con “la intención de seguir trabajando” en conjunto.
A nivel partidario, las declaraciones del excandidato causaron “sorpresa”. Así lo confirmó un alto dirigente de la UCR, que también entendió que el problema de su salida precipitada, simplemente fue que no logró sentirse cómodo en su área.
Pannocchia dijo puntualmente a este diario: “Acepté el cargo de asesor y me di cuenta a los 45 días de asumir, que mis deseos de participar en política para hacer cambios no iban a estar en mis manos, e iba a terminar de ser parte del sistema, al que siempre cuestioné. Perdí rápidamente el deseo de participar en el Gobierno”.
Y agregó: “Siendo coherente con mi forma de ver y hacer las cosas, renuncié a los privilegios de la política, a un sueldo mayor a un millón de pesos por mes. Y decidí volver al sector privado con todo lo que significa emprender en Argentina, pero no me asusta ya que lo hice toda mi vida”.
De todos modos, el dirigente sancarlino agradeció haber sido incorporado a la gestión: “Agradezco a Cornejo y a Mema por haber confiado en mí, pero la coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace, debe reflejarse en las acciones”.