Comenzó minutos después de las 9 la audiencia pública virtual convocada por el presidente de la Sala Segunda del máximo tribunal, Omar Palermo, para que la oposición plantee sus cuestionamientos al nombramiento de María Teresa Day en la Suprema Corte y la interpretación jurídica sobre los requisitos constitucionales que debe cumplir quien aspire al cargo.
La intención de los expositores -cada uno tiene 10 minutos- es deliberar, con distintos exponentes y puntos de vista, sobre cómo y con qué alcances debe interpretarse el inc. 3 del art.152 de la Constitución de Mendoza, en cuanto exige para ser miembro de la Suprema Corte de Justicia ser abogado con 10 años de ejercicio de la profesión.
Está claro que el clima en el cuarto piso de Tribunales sigue siendo espeso, lejos de apaciguarse. El llamado a la audiencia y a resolver la situación con un Tribunal Plenario enardeció al ala radical. Más todavía luego de que el tridente supremo vinculado al peronismo propusiera que Aída Kemelmajer de Carlucci se integrara como conjueza en caso que Day decidiera excusarse de participar en el fallo final.
Day no se excusa aún -algunas fuentes sostienen que no está obligada a hacerlo, ni puede ser recusada por sus pares-, pero Palermo se anticipó al proponer a Kemelmajer. Si bien es cierto que la subrogación de jueces que reemplazan a los supremos debe agotar a camaristas civiles, que son más de una decena, la “chicana” recae en saber “por qué se le diría que no alguien como Kemelmajer, que no sólo tiene credenciales suficientes, sino que además es mujer”.