El escenario que pintan las últimas encuestas en Mendoza, a poco más de una semana de las PASO, refleja que ya no quedan dudas de quiénes saldrán primeros y quiénes quedarán segundos. Hablan también de un comicio muy polarizado, en el que podría bajar la participación ciudadana y en el que el rechazo ciudadano elevaría los índices del voto en blanco.
Quizás nunca hubo suspenso al respecto, pero tanto en los cuarteles de Cambia Mendoza (presunto primero), que lleva como principales candidatos a Alfredo Cornejo y Julio Cobos; como en los del Frente de Todos (posible segundo), que postula al binomio Anabel Fernández Sagasti-Adolfo Bermejo para el Congreso, saben que las primeras elecciones de 2021 se van a parecer mucho a las de 2019, cuando estuvo en juego la gobernación. Eso sí, resta saber la diferencia que habrá entre ambos.
Sería de 13 puntos esa brecha, según las cifras que maneja el propio justicialismo. Según trascendió esta semana, CM sacaría por encima de 47 puntos y el FdT algo más de 34 puntos. Pero los radicales, en base a sus sondeos, esperan un resultado más abultado aún: 15 puntos a su favor.
Ya sea por cautela de los encuestadores, que en algunos casos perciben que el del domingo 12 será un comicio “impreciso”, o por estrategia de los partidos, ninguno de los dos frentes principales han dejado ver el detalle de los sondeos. Todos los especialistas coinciden en que serán comicios atípicos, marcados por los temores a la pandemia y el desinterés ciudadano: podría ir a votar menos del 80% promedio que lo hace cada dos años en Mendoza. Aunque ese desinterés, que siembra dudas sobre el resultado, es mayor o menor según quién lo haya medido.
Elbio Rodríguez, quien realizó las encuestas para el FdT, indicó en el comienzo de la campaña que el volumen de indecisos era equivalente a más del 40%. No lo redujo mucho en su última medición: consideró que los que todavía no saben a quiénes votar superan el 34%. Sin embargo, para Martha Reale, quien hizo las encuestas para CM, los indecisos rondan solamente entre el 7 y el 9%.
Eso sí, los encuestadores tienen mecanismos para acotar la incertidumbre y proyectar el voto indeciso. Y las proyecciones del voto indefinido delinean en ambos bandos que el triunfo en la primera contienda de 2021 sería de CM. Tanto que, según fuentes del oficialismo, la estrategia de los radicales y sus socios ha sido no ventilar los números con precisión para “evitar que la tropa se relaje”.
Voto en blanco, en alza
Detrás de CM y FdT, no hay un tercero con nombre. El número más alto en las encuestas lo tiene el voto en blanco, que normalmente está por debajo del 3%, pero que el próximo domingo podría aumentar mucho.
La indiferencia, los temores sanitarios y más que nada el impacto de la crisis económica, además de la falta de esperanza de que alguien pueda cambiar estas realidades luego de las elecciones legislativas, hacen que el voto para “ninguno” cuente hoy con números sorprendentes en los sondeos. En las encuestas del PJ ronda el 13%, mientras que para los radicales, el voto en blanco podría estar en el orden del 9%.
La aparición de un alto número de indecisos y de enojados con la política ha determinado que la campaña sea muy moderada, en general, en Mendoza, aunque el impacto de este clima no ha sido igual en todas las fuerzas. Para Reale, después del “Olivosgate”, se derrumbó más la imagen del presidente Alberto Fernández, que ya era baja en la provincia, y le ha hecho perder algunos puntos a los candidatos del PJ.
Del otro lado, si bien no se sintió este golpe, la intervención electoral del gobernador Rodolfo Suárez como candidato a senador nacional suplente no ha gravitado, ni para bien ni para mal. “El gobernador tiene una imagen alta y no generó variaciones su candidatura, hubo gente que ni se ha enterado que es candidato”, señaló Reale, quien agregó que esta postulación sí encuentra razones en lo político: podría evitar que el gobernador pierda poder en el camino hacia el final de su mandato.
Rodríguez, en tanto, preguntó concretamente qué pensaba la gente de la candidatura de Suarez y relevó más opiniones negativas que positivas. Aunque un tercio de los consultados no respondió nada.
¿Quién será la sorpresa?
Otro enigma de la elección del domingo 12 gira en torno a la “sorpresa” electoral que mediará entre los protagonistas de la polarización en Mendoza. Sucede que todas las posibles terceras fuerzas están muy bajas y han medido en el orden de los cinco puntos. Les gana, con comodidad, el voto en blanco.
Según Reale, a esta altura, hay prácticamente un “empate técnico” entre el FIT, el Partido Verde y Vamos Mendocinos (PD) en el tercer puesto, mientras que Rodríguez ha observado una luz de ventaja para el Frente de Izquierda, a pesar de que al comienzo de campaña se imponían “los verdes” de Mario Vadillo y Marcelo Romano.
Además, según Rodríguez, la mayoría de los frentes minoritarios lograrán superar al menos el umbral del 1,5% de los votos emitidos. O sea, la cifra que se necesita para que puedan competir en las generales los candidatos nacionales (senadores y diputados). En esta categoría se abre una esperanza para el Partido Federal de Carlos Iannizotto, por ejemplo.
Nadie sabe si algunos decidirán darles “una mano” para llegar a la general a estas opciones el mismo día de la elección, pero según Reale, a partir de la experiencia de Protectora, que se diluyó y dividió después de su irrupción en las elecciones de 2017, se advierte cierta desconfianza respecto de las terceras fuerzas. Agrega que otra diferencia con aquella elección podría ser el “voto útil” para frenar el poder de Cristina Kirchner en el Senado de la Nación. La certeza o no de todas las teorías se conocerá en poco más de una semana.