La tensión interna en el frente Cambia Mendoza va creciendo conforme se acerca la fecha límite del miércoles del 14 de julio para inscribir alianzas electorales para competir en las legislativas. El foco de conflicto se da entre los dos principales socios de la coalición. Por un lado, está la presión del Pro por tener más lugares en las listas y una posible ruptura, y por el otro, la inflexible postura de la UCR en no ceder más espacios y el desafío a dirimir la cuestión en unas PASO como en 2019.
El último sábado hubo reunión entre ambas partes para intentar acercar posiciones. Del lado radical participaron el presidente de la UCR local e intendente de Godoy Cruz, Tadeo García Zalazar y el presidente de la Cámara de Diputados, Andrés Lombardi. Mientras que por el Pro estuvieron el presidente del partido provincial, el legislador Álvaro Martínez, y el intendente de Luján de Cuyo, Sebastián Bragagnolo.
Sin embargo, las negociaciones de fondo tienen lugar entre el gobernador Rodolfo Suárez y los diputados nacionales Alfredo Cornejo, presidente del radicalismo a nivel nacional, y Omar de Marchi, principal referente del Pro mendocino.
Desde hace semanas De Marchi viene exigiendo un “acuerdo razonable” que se traduzca en una mayor representación del Pro en la oferta electoral. En este sentido, desde su espacio descartan que el camino para resolver esta discordia sean las PASO y la posibilidad de ruptura crece. Más allá de los puestos en las listas a cargos nacionales, existe un reclamo fuerte por obtener una mayor cantidad de lugares “entrables” para la Legislatura y los concejos deliberantes.
No obstante, los dirigentes radicales sostienen una posición intransigente al respecto y consideran que sus socios no merecen una participación más grande en la boleta a la que consiguieron en las primarias que disputaron dos años atrás. Asimismo, guardan un as bajo la manga que es la intervención del Pro a nivel nacional para garantizar su continuidad en Cambia Mendoza.
En el encuentro del fin de semana entre los intermediarios de ambas fuerzas políticas no hubo definiciones y quedaron en volverse a encontrar antes del miércoles. Este lunes habrá contactos para definir realizar nueva reunión.
Andrés Lombardi, uno de los participantes de esa mesa de negociación, hizo hincapié en que la primera cuestión a resolver es la conformación de los frentes y no los lugares en las listas. “La discusión de las candidaturas es un proceso que viene después, la primera definición es ver si estamos todos juntos para enfrentar al kirchnerismo en el país”, manifestó a Los Andes y pidió construir un modelo con “desarrollo productivo, empleo en el sector privado, respeto a la institucionalidad y que enfrente a la corrupción”.
Por su parte, en diálogo con este diario, Omar de Marchi expresó que “estamos dialogando y ojalá pudiéramos llegar a un acuerdo, eso nos fortalecería a todos” e insistió en su intención de alcanzar un “acuerdo razonable” en las próximas horas.
La interna levanta temperatura
Puertas adentro del radicalismo hay un fuerte enojo con el ex intendente lujanino que no se hace público. Sostienen que “vive en un mundo paralelo” y que en 2019 no hizo una buena lectura política al competir en la interna y terminó sacando el 11% de los votos, siendo intendente. “Ahora se cree que va a construir la tercera fuerza que no existe”, afirman desde el comité de calle Alem.
Resaltan que la disputa no es con todo el Pro mendocino sino “con el Omar” y señalan que ni siquiera todo el partido está de acuerdo con una eventual ruptura del frente. “Está planteando cosas ridículas, luego de las últimas PASO metió tres legisladores. Tiene minoría en el tercer distrito y en el cuarto distrito, no tiene sentido ponerse a discutir un cargo más o un cargo menos”, disparan.
Otro elemento que pone en la balanza la UCR es el hecho de que De Marchi ya haya manifestado sus aspiraciones de ser candidato a gobernador en 2023 y de ir por afuera de Cambia Mendoza en caso de ser necesario. Plantean que no tendría ningún sentido de su parte darle más legisladores que en dos años pasen del oficialismo a la oposición.
En tanto, en el Pro mendocino la irritación es igual o mayor que del otro lado. “El radicalismo ha planteado el tema como que ellos son Cambia Mendoza y nosotros tenemos que adherir”, afirman desde el partido.
Asimismo, resaltan que los únicos partidos que hasta el momento han firmado con la UCR son Unión Popular y el Partido Renovador Federal, ambos vinculados al oficialista Sergio Massa, y el Partido Socialista. “Son los tres que se cansaron de insultar a Mauricio Macri los cuatro años de su gobierno y juegan para el kirchnerismo a nivel nacional”, subrayan.
En tanto, hacen hincapié en que todavía no han conseguido acordar con los espacios que mejor representan el espíritu de Cambia Mendoza y Juntos por el Cambio, que son el Pro, la Coalición Cívica (CC) y el Partido Demócrata (PD), que ya no está en la coalición.
De todas maneras, desde el entorno de De Marchi remarcan que no quieren romper con el radicalismo, sino alcanzar un acuerdo que contenga a todos los espacios. Pero advierten que no se conforman con “unas migajas” ni con ser “vagón de cola” en la coalición.
Asimismo, sostienen que en el 2019 el ex jefe comunal de Luján de Cuyo obtuvo 13% de los votos contra el 26% de Rodolfo Suárez. “Fue un 2 a 1”, señalan y dicen que el escenario hoy en día sería mucho más favorable para ellos pudiendo sumar el respaldo de más espacios.
De hecho, no cierran las puertas a que en un eventual escenario de ruptura para los próximos comicios el diputado nacional del Pro pueda encabezar una tercera fuerza donde confluyan los distintos espacios que hoy juegan separados como el Partido Demócrata y sus aliados, el Partido Federal de Carlos Iannizzotto y el Partido Verde con los legisladores Mario Vadillo y Marcelo Romano.
El fantasma interventor desde Buenos Aires
A mediados de junio el ex presidente argentino y fundador del Pro, Mauricio Macri, visitó Mendoza para presentar su libro y dejar unos lineamientos de cara a la campaña electoral. Hizo un llamado a la unidad y a evitar las internas sangrientas. Días después, la mesa nacional de Juntos por el Cambio, integrada por Patricia Bullrich (Pro), Alfredo Cornejo (UCR) y Maximiliano Ferraro (CC) definió que los sellos de los partidos quedan dentro del frente y las internas se dirimen en las PASO, mientras que por afuera va el dirigente solo.
Desde el radicalismo local resaltaron que llegado el caso de que los dirigentes de estos espacios decidan no conformar un frente, se intervendrá el partido desde Buenos Aires y se ratificará la permanencia en la coalición a nivel provincial.
Desde el Pro local advierten que sería “un escándalo” que eso suceda y que dejaría muy mal parado a los dirigentes de la UCR. Destacan que están convencidos de que se respetará el federalismo y que no será avasallado desde Buenos Aires. “Estaríamos dando un mal ejemplo al no permitir que los partidos de las provincias se expresen de acuerdo a lo que mejor crean, porque si no podemos expresar el federalismo desde lo partidario tampoco lo podríamos ejercer desde el Gobierno”, aseguran.