El Consejo de la Magistratura renovó la única autoridad que restaba tras el vencimiento de los mandatos. No era un lugar menor, es nada menos que el de la presidencia del órgano que es clave en la evaluación de aspirantes a cargos judiciales, y luego la conformación de la terna. La representación debe venir desde la Suprema Corte de Justicia y María Teresa Day ocupará el lugar que deja José Valerio, tal como adelantó Los Andes días atrás.
La grieta judicial no había sido ajena a esto, ya que se había dividido en 4 a 3 la elección de la presidencia y la vicepresidencia. El nombre de Day decantaba por varios factores internos del funcionamiento de la Corte y los perfiles de los supremos. La última ministra en llegar al cuarto piso de Tribunales había sido votada por los propios. Esta tarde juró formalmente para ejercer el cargo.
La discordia renació en el ala filo peronista del máximo tribunal que, al parecer, no se oponían a que Day presidiera el Consejo de la Magistratura, pero sí querían negociar con el oficialismo un modelo de conducción que les asegurara participación a su referente en la designación de los jueces, o al menos de aquellos aspirantes de la materia penal.
Lo que se buscaba era el compromiso de que el ministro titular permitiría que el suplente ocupara su lugar en algunos casos, algo que ya han hecho ministros de signos políticos diferentes en el pasado. Si había acuerdo en este punto, el elegido para ser suplente de Day en el Consejo de la Magistratura sería Omar Palermo. Pero como ese arreglo, que suponía compartir el control del organismo, no se produjo al final, los jueces filoperonistas prefirieron abstenerse y no poner al suplente.
La tensa definición de Day como titular del Consejo de la Magistratura para el periodo 2022-2024 tuvo como primer efecto que la elección, confirmada a Los Andes por tres fuentes, no pueda ser oficializada todavía por la Corte. Desde el alto tribunal indicaron en este sentido que la decisión aún no ha sido firmada y que falta definir quién ocupará la vicepresidencia, o lo que en la estructura del Consejo figura como el representante “suplente” de la Corte en el organismo.
Para que la acordada respectiva sea emitida, primero alguien deberá ocupar ese puesto. En principio, todo indica que la vicepresidencia quedará en manos de Llorente, el ministro más veterano. Sin embargo, todavía no hay ninguna designación.