El Senado de la Nación podría enfrentar un nuevo escándalo relacionado con el dinero, aunque esta vez no se trata de un hecho de presunta corrupción. En los próximos días, se analiza un posible aumento en las dietas de los senadores, que podría hacer que las remuneraciones de los representantes provinciales pasen de 4.500.000 a más de 9.000.000 millones de pesos.
Este incremento se debe a una medida tomada en abril, cuando una mayoría de senadores aprobó, sin debate y mediante un levantamiento de manos, un proyecto que actualizó los módulos salariales y vinculó las dietas de los legisladores con las paritarias de los trabajadores del Congreso de la Nación. Esto implicaría que, con cada ajuste salarial a favor de los empleados del Congreso, también se incrementen las dietas de los senadores.
El proyecto fue suspendido en agosto, cuando se activó una cláusula de ajuste por parte de los sindicatos del Congreso, mediante la resolución 27/24, que dejó en suspenso el aumento hasta el 31 de diciembre de este año. Sin embargo, si no se toma una nueva decisión en los próximos días, las dietas podrían actualizarse automáticamente en enero, con efectos a partir de febrero.
En diálogo con la Agencia Noticias Argentinas, el senador y presidente del bloque PRO, Luis Juez (Córdoba), que votó en contra del aumento en la dieta, expresó: “Creo que el vergonzoso e inexplicable mecanismo adoptado en el anterior aumento de dietas nos impide de cualquier manera ser acreedores de cualquier reajuste”.
En una de las reuniones de la sesión del jueves pasado, la vicepresidenta y titular del Senado, Victoria Villarruel, intentó que se tratara el tema del aumento de las dietas, en medio del debate sobre el futuro de Kueider, pero no tuvo éxito.
Villarruel expresó: “Solicité que se tratara el congelamiento de las dietas de los senadores, porque a partir del primero de enero se comienzan a actualizar automáticamente. Cuestión que espero que los senadores traten”, manifestó minutos después de la sesión.
En esa misma línea, en declaraciones dirigidas a la Casa Rosada, Villarruel resaltó: “Yo no soy senadora, solo facilito las condiciones para el tratamiento de este tema. No soy la que toma las decisiones. Por lo cual, entendiendo el sentido del esfuerzo que está haciendo la población, creo que debemos estar a la altura y por eso deben estar congeladas las dietas de los senadores”.