La UCR expulsó del partido a tres diputados que eran cuestionados por haber apoyado los decretos del presidente Javier Milei en el Congreso. La decisión la tomó el Tribunal Nacional de Ética del radicalismo que aprobó la medida por mayoría aunque hubo voces disidentes como la de Alfredo Cornejo que criticó la decisión y la consideró “equivocada”.
Los diputados expulsados son Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat. El comité del partido los acusó de “lesionar gravemente la dignidad del partido” con su apoyo explícito a las medidas de Milei.
Esta decisión es la conclusión de un proceso que se inició en septiembre cuando el comité de la UCR decidió suspender a los legisladores.
La principal crítica a los legisladores fue que apoyaron el veto que el presidente aplicó al proyecto de ley que buscaba aumentar el monto de las jubilaciones y que fue un proyecto impulsado desde el radicalismo.
En una reunión en la sede porteña del partido, se concluyó que los diputados incurrieron en “actitudes deliberadamente provocadoras”. Afirmaron que sus acciones tuvieron un impacto negativo en la imagen pública de la UCR.
El reproche surgió cuando los legisladores fueron a Casa Rosada el pasado 10 de septiembre y se reunieron con el presidente Javier Milei y otros funcionarios, y cerraron ese encuentro con una foto que generó polémica.
El tribunal de ética de los radicales determinó que ese acto ocurrió un día antes de la sesión que buscaba rechazar el veto presidencial a un proyecto impulsado por el bloque radical.
El tribunal de Ética indicó que el cambio de postura de estos diputados en votaciones clave fue parte de una conducta que dañó “la unidad ideológica y política del partido”.
La expulsión quedó ratificada en un fallo aprobado por mayoría y que contó con la firma de Alicia Tate y Juan Pedro Tunessi. En el fundamento de la decisión se apoyó en los artículos 13 y 14 del reglamento del Tribunal Nacional de Ética de la UCR y el artículo 53 de la Carta Orgánica Partidaria (COP).
Las alternativas de los diputados expulsados
Ahora Mariano Campero, Martín Alfredo Arjol y Luis Albino Picat pueden recurrir la decisión del tribunal pero ante organismos externos a la UCR. Sin embargo, por ahora, los legisladores quedan fuera del partido.
Estos no fueron los únicos diputados cuestionados. También estaba en la mira Pablo Cervi, quien también participó de la reunión y la foto con Milei. Sin embargo, para él no hubo sanción y según señalaron medios nacionales, al legislador se le dio un plazo para presentar un descargo y pruebas “conforme a los términos del reglamento interno”. Su caso será tratado la próxima semana.
El rechazo de Cornejo y otros radicales
El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, fue uno de los que se expresó en contra de la decisión del Tribunal de Ética del radicalismo.
“La decisión de expulsar de la UCR a Mariano Campero, Luis Picat y Martín Arjol no solo es una decisión completamente equivocada, sino que además demuestra que la conducción partidaria, que promovió esta idea, piensa en un partido chico, alejado de la histórica tolerancia democrática de la UCR, de nuestros simpatizantes en todo el país, de nuestros principios y nos aleja de nuestro electorado”, afirmó el mandatario y ex presidente del partido.
Otra voz mendocina que se escuchó fue la de la diputada Pamela Verasay. A través de su cuenta de X expresó: “Un puñado de dirigentes pretenden que la UCR se convierta en un partido chico, sin voluntad constructiva y muy alejado de los deseos de sus votantes. Queda claro que unos pocos han perdido la visión del conjunto y sólo se escuchan entre ellos”.
Las críticas apuntan a Martín Lousteau, actual presidente del Comité Nacional de la UCR, a quien ven como el artífice de esta decisión que un sector del radicalismo no apoya, pero no lo mencionan de forma directa.
Por ejemplo, el presidente del bloque de la UCR en la Cámara de Diputados, Rodrigo de Loredo, también se mostró en desacuerdo con la expulsión de los diputados. “Ilegítima, arbitraria y parcial decisión de un tribunal de conducta que parece más abocado a una interna que al rol que debe cumplir. Con un bloque escindido en Diputados, y con senadores y diputados que en reiteradas ocasiones tomaron posturas distintas a sus bloques, selectivamente se busca castigar solo a unos. El partido chico, cerrado, burocrático, incoherente y con doble moral, no le sirve a nadie”, afirmó.