Tras el pedido del gobernador, Rodolfo Suárez, al Consejo Económico, Social y Ambiental para que sus miembros opinen sobre la necesidad o no de la reforma constitucional, desde el Partido Justicialista le contestaron de manera rápida y contundente, rechazando este primer requerimiento del mandatario al Consejo y expresando que el organismo “no debería funcionar como un apéndice de los deseos del gobernador de turno”.
Mediante un documento, Patricia Fadel, consejera del PJ en el Consejo, planteó la nulidad del primer pedido de Suárez, al considerar que “se ha omitido” en primer lugar el reglamento interno del Consejo, que tiene a más de 80 integrantes.
“Entiendo que primero debemos ponernos de acuerdo sobre cómo vamos a funcionar, y sobre esas reglas se van a efectuar y trabajar las propuestas de políticas públicas en materia económica, ambiental y social”, destacó.
En redes sociales, por otro lado, Fadel tildó a Suárez de “niño caprichoso”: “Ya le dijeron que no, y como niño caprichoso insiste. Por favor ocúpese de la seguridad, del empleo, de la producción, de lo que la gente necesita”, marcó.
También lo acusó de querer “la suma del poder”. “El consejo no es un apéndice suyo”, sostuvo, y agregó que fueron convocados “para trabajar en lo social y económico”.
Volviendo al documento presentado, consideró que no se puede trabajar los proyectos para la Mendoza “de los próximos treinta años sin saber quién, cuando, cómo y donde se realiza la participación, diálogo, deliberación y todos los objetivos del Consejo”, y marcó que no sólo no se tiene un procedimiento o plenario convocado, sino que “se busca generar una aparente resolución del Consejo, con las voluntades individuales, sin convocatoria, ni deliberación”.
“No es desde nuestra humilde visión, la idea que el Consejo funcione como un apéndice de los deseos del gobernador de turno, debe ser un órgano deliberativo, que se ponga por encima de las mezquindades políticas y los caprichos del Gobernador de turno”.
De esta manera, solicitó en primer lugar que se convoque a los miembros para aprobar el reglamento interno, y asimismo “se debata cualquier proyecto en forma democrática, para luego de la participación de todos, pueda llegarse a emitir la recomendación correspondiente”.