El presidente Alberto Fernández afirmó este miércoles que él respeta y valora “mucho” las opiniones de la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre lo que hay que hacer en el país para superar la crisis, pero aclaró que “cuando hay que bajar el martillo, al martillo lo baja el Presidente”.
Fernández habló en el evento anual Gzero Summit Latin America 2021, en el que especialistas y líderes políticos y empresariales debaten con el fin de explorar los desafíos y oportunidades geopolíticas de la región en el contexto de la pandemia de COVID-19.
El foro, que arrancó ayer y culmina este miércoles, se realiza de forma virtual y está organizado por la Bolsa de San Pablo y la consultora política estadounidense Eurasia Group, fundada en 1998 por Ian Bremmer, quien entrevistó a Fernández.
Fernández elogió el liderazgo moral global del Papa Francisco por su pedido para revisar los resultados que está dejando en el mundo el “capitalismo financiero”. Y también destacó los roles que vienen teniendo en el mundo los presidentes de México, Andrés Manuel López Obrador; de Francia, Emmanuel Macron; y de Estados Unidos, Joseph Biden.
También dijo que es optimista sobre la posibilidad de que su gobierno y el Fondo Monetario Internacional alcancen pronto un entendimiento para que la Argentina pueda refinanciar la deuda de 45.000 millones de dólares que tomó la gestión de Mauricio Macri en 2018.
Bremmer le consultó al Presidente en la entrevista sobre la posición de Cristina respecto de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Y el mandatario insistió con que la vicepresidenta apoyará lo que el Poder Ejecutivo decida firmar con el organismo para “superar la crisis de deuda”.
“Se ha escrito mucho sobre la idea de que Cristina no está de acuerdo con que nosotros tengamos un acuerdo con el FMI. Está claro que la decisión es mía, yo la voy a asumir y yo la voy a tomar. Pero frente a todas esas versiones, ella dice públicamente que no se opone a un acuerdo, a una solución que no signifique postergar a los argentinos, seguir sometiéndolos a más pobreza y a más frustración. Eso lo cree ella y lo creo yo”, dijo el Presidente.
Y agregó: “Ahora, cuando ella lo escribe en una carta muchos lo quieren leer como que me fija un rumbo. La verdad es que yo estoy muy seguro sobre cuál es el rumbo que tenemos que tomar y tengo la certeza de que es el mismo rumbo que quiere Cristina”.
Bremer consultó si entre el Presidente y su vice hacen el trabajo del “policía bueno y el policía malo”. Esto despertó una carcajada en Fernández, quien expresó que “no hay nada de eso”. Y planteó: “Cristina y yo no somos iguales. Nosotros hicimos un frente que nuclea al peronismo y a muchas otras fuerzas y por lo tanto no hay una mirada homogénea sobre la realidad, sino diversa. Y nosotros convivimos en esa diversidad”.
A eso agregó: “Está claro que Cristina y yo en muchas cosas no pensamos igual. El que decide finalmente soy yo. Ahora, también está claro que Cristina es una persona muy importante en la política argentina: fue ocho años presidenta. Es una persona que tiene, sin dudas, una personalidad que en términos políticos trasciende mucho en la Argentina. Y bueno, ella se expresa como siempre se expresó y actúa como siempre actuó. Lo que pasa es que como ahora no es presidenta, cuando habla se lee de otro modo. Yo lo leo con la misma naturalidad que siempre la leí. Digo: bueno, habló Cristina”.
Refiriéndose a las cartas públicas con las que la vicepresidenta ha obtenido cambios en el Gobiernos, Fernández expresó: “(Jorge Luis) Borges decía siempre, cuando afirmaba algo altisonante: ‘Bueno, no le den demasiada importancia, es solo mi opinión’. Bueno, esta es la opinión de Cristina y yo la respeto mucho y la valoro mucho, yo tengo otras. Y general mente conciliamos posiciones”.
Y continuó: “Ahora, la idea de que yo soy el bueno y Cristina es la mala es una falacia. La idea de que no siempre estamos de acuerdo, es cierta. No siempre estamos de acuerdo. Y cuando no estamos de acuerdo tratamos de saldar las diferencias como dos personas racionales, hablando, conversando y cuando hay que bajar el martillo, el martillo lo baja el presidente”.
Del evento también participaron el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso; el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes; el secretario de Hacienda y Crédito Público de México, Rogelio Ramírez de la O.
También pasaron el presidente del Banco Central de Reserva del Perú, Julio Velarde; el asistente especial del Presidente de los Estados Unidos y senior del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan Sebastián González.