El ciudadano brasileño señalado como principal sospechoso del fallido atentado contra Cristina Fernández de Kirchner, identificado como Fernando André Sabag Montiel, se negó a brindar por propia voluntad la clave para desbloquear su teléfono hecho que motivó la intervención de peritos, los que habrían formateado el dispositivo.
El procedimiento sobre el equipo implica una dificultad adicional a la investigación ya que podría perderse información fundamental sobre las comunicaciones que Sabag mantuvo antes del ataque contra Kirchner. Según lo señaló TN, el celular terminó formateado durante uno de los intentos por extraer información por parte de la Policía Federal Argentina (PFA).
La situación se conoció luego de que el aparato pasada de la PFA a la a los técnicos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), quienes intentaron abrirlo pero se encontraron la leyenda en la pantalla de que el equipo había sido ‘formateado’ tras la manipulación que hicieron especialistas de la Federal y que fue la primera fuerza de seguridad que intentó extraer información del aparato.
En este marco, la Justicia citó a declarar a los dos técnicos de la PSA a los que les apareció la notificación en el teléfono, en la causa que está a cargo de la jueza federal María Eugenia Capuchetti.
En el juzgado afirman que no hubo acceso en forma remota al teléfono porque estuvo en modo avión desde que fue secuestrado y creen que el formateo pudo haberse producido por la multiplicidad de intentos de acceder al equipo, según consigna la agencia Télam. Igualmente hay información del teléfono a la que el juzgado accedió, la almacenada en la tarjeta SIM.
El recorrido del celular de Fernando André Sabag Montiel
- El equipo se encendió cuando lo conectaron para intentar la primera extracción y lo colocaron en modo avión para que nadie pudiera tener acceso remoto.
- En el juzgado se iniciaron los intentos de extracción con personal técnico de PFA y el uso de un sistema denominado UFED.
- Los dos técnicos de PFA que manipularon en teléfono notificaron de las maniobras al secretario del juzgado a cargo de Capuchetti, Federico Clerc.
- Cuando asumieron que fracasaron los intentos para desbloquearlo hicieron un informe para dejar registro de las actuaciones y la condición en la que el teléfono quedó bajo custodia del juzgado, en caja fuerte.
- Luego el juzgado recibió la noticia de que la PSA tenía un sistema más actualizado con el que podía intentar extraer la información y hacia allí se llevó el aparato, en un auto de custodia.
- En las oficinas de la PSA trataron nuevamente de extraer información, allí surgió en la pantalla del aparato una leyenda que advertía sobre el formateo y que no era posible realizar la operación.
- El teléfono volvió en esas condiciones a la caja fuerte del juzgado, siempre encendido y en modo avión.