Una masiva manifestación de organizaciones políticas, sindicales y sociales se congregó en Plaza de Mayo pero también en otros puntos del país en “defensa de la democracia” y en repudio al atentado que sufrió anoche por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
El Frente de Todos (FdT) impuso el lema “Con la bandera a defender la democracia” y con esa consigna las organizaciones llegaron a la Plaza de Mayo en el centro porteño. Las manifestaciones fueron convocadas también por el presidente que anoche anunció un feriado nacional para hoy para que “la gente salga a manifestarse en paz”.
Se armó un escenario frente a la Casa Rosada adonde confluyeron las organizaciones con banderas argentinas y carteles en defensa de la democracia pero también las pancartas de las organizaciones políticas, gremiales y sociales.
Tras una reunión de varias organizaciones sociales, políticas y económicas del país junto a referentes de los Derechos Humanos, excepto la oposición que no fue convocada, se elaboró un documento que fijó la postura frente al intento de magnicidio sufrido por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
La actriz Alejandra Darín, presidenta de la Asociación Argentina de Actores, fue la encargada de leer el texto en el escenario un escenario frente a la multitud.
Además del repudio al hecho, el discurso también se centró en culpar a los medios y a la oposición. Los acusaron de llevar adelante un “discurso de odio”.
“Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante”, leyó la titular de la Asociación Argentina de Actores y recordó: “Todos hemos visto marchas en las que se pasearon bolsas mortuorias, no es gratuita los llamados a la agresión”.
El texto completo:
La paz social es una responsabilidad colectiva
Frente al intento de asesinato de la principal dirigente política del país, nadie que defienda la República puede permanecer en silencio o anteponer sus diferencias ideológicas al repudio unánime que esta acción depara.
No hay manera de relativizar ni minimizar un intento de magnicidio. La solidaridad y el repudio de dirigentes de toda América Latina, de los EE.UU., de Europa y del Papa Francisco, muestran que el mundo comprende cabalmente la gravedad de lo ocurrido. En el mismo sentido se expresó el movimiento obrero organizado, entidades empresarias, comunidades religiosas, asociaciones deportivas y demás organizaciones intermedias del país. También gran parte de la dirigencia política nacional, a quienes agradecemos que comprendan que la convivencia democrática debe prevalecer sobre cualquier desacuerdo político.
El “límite”, del que hemos oído hablar mucho en las últimas horas, no se cruzó ayer. Si no queremos que la intolerancia y la violencia política arrasen con el consenso democrático que hemos construido desde 1983 a la fecha, debemos contextualizar lo ocurrido anoche contra la vicepresidenta Cristina Kirchner: Desde hace varios años, un sector minúsculo de la dirigencia política y de sus medios partidarios, viene repitiendo un discurso de odio, de negación del otro, de estigmatización, de criminalización de cualquier dirigente popular o afín al peronismo, y aún de cualquier simpatizante. Todos hemos visto movilizaciones donde se pasearon por las plazas más importantes de la Capital Federal bolsas mortuorias, ataúdes o guillotinas.
No es inocente ni gratuita la legitimación de discursos extremos, de llamados a la agresión, de planteos que niegan legitimidad democrática del adversario político. Nadie es individualmente responsable por las acciones de otros, pero quienes cedieron minutos de aire a los discursos de odio deberán reflexionar sobre cómo han colaborado para que lleguemos hasta esta situación.
La vida democrática es incompatible con el accionar de minorías violentas que pretenden llevar de las narices al resto de la sociedad, u obligar a determinada dirigencia a tomar posiciones cada vez más sectarias con tal de contentar a esa supuesta clientela electoral.
La convivencia en el marco de un orden democrático también es el umbral de las condiciones necesarias para el desarrollo de nuestros hijos y nuestras hijas. El daño que producen las acciones y las palabras violentas en las mentes de niños y niñas es una condena para el futuro de la Argentina.
El pueblo argentino está conmovido, impactado por lo ocurrido, incluyendo a millones que no simpatizan con Cristina ni con el peronismo. En honor a todos nuestros compatriotas es que hacemos este llamamiento a la unidad nacional pero no a cualquier precio: el odio afuera.
Ministros y funcionarios del gobierno estuvieron en la Plaza de Mayo
En la manifestació se encontraban los ministros Eduardo “Wado” de Pedro (Interior), Carla Vizzotti (Salud), Tristán Bauer (Cultura); la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra; la asesora presidencial y Secretaria de Cambio Climático, Desarrollo Sostenible e Innovación del Ministerio de Ambiente, Cecilia Nicolini; la secretaria de Relaciones Económicas de la Cancillería, Cecilia Todesca Bocco; y la portavoz presidencial, Gabriela Cerruti, entre otros.
El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, por su parte, llegó acompañado por funcionarios de su gabinete e intendentes tras reunirse en una pizzería en la esquina de las avenidas 9 de Julio y Belgrano antes de dirigirse a la Casa de Gobierno, mientras que la jefa comunal de Quilmes, Mayra Mendoza, encabezó una columna de manifestantes que se movilizaron desde ese municipio y lo reportó con fotos en su cuenta de la red social Twitter.
En la Plaza se encontraban la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP), La Cámpora, Movimiento Evita, Barrios de Pie, CTA Autónoma, La Dignidad, Partido Solidario, Nuevo Encuentro, Frente Popular Darío Santillán (FPDS), la Federación de Tierra y Vivienda (FTV) y el Frente Transversal.
También se hicieron presentes el MTD Aníbal Verón, la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT), la Corriente Nacional Martín Fierro, el Movimiento Octubres, la Confederación de Trabajadores Universitarios y Mujeres del Movimiento Evita.
Además estaban, tras convocarse en la intersección de 9 de Julio y Belgrano, Judiciales Bonaerenses, Partido Piquetero, Partido Comunista, el Movimiento Territorial Agustín Tosco, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA), La Garganta Poderosa, La Bancaria y el Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata), entre otros.
Los manifestantes cantaban la marcha peronista y en los carteles se leían consignas como: “Siempre con Cristina”, “Nunca Más”, “Son responsables del odio que generan”, “La democracia es nuestra y se defiende” y “Acá no se rinde nadie”.
En tanto, un cartel de Encuentro Peronista atravesaba la Plaza con los colores de la Bandera y figuras relevantes de la política y la cultura argentina como José San Martín, el papa Francisco, Eva Perón, Juan Perón, Manuel Belgrano, Felipe Vallese, el sacerdote Carlos Mugica, Diego Maradona, Estela Carlotto, Néstor Kirchner, Cristina Kirchner, Juana Azurduy, José Rucci y el Indio Solari, así como una imagen de las Islas Malvinas.
Por su parte, manifestantes que llegaban desde el mediodía a la Plaza en las líneas del subte que desembocan en la zona cantaban en los vagones la marcha peronista, como en la Línea A y B.
El Partido Justicialista llamó a marchar a la Plaza de Mayo y en las plazas de todo el país, “en solidaridad con Cristina y en defensa de la vida y de la democracia”, mientras que desde el Frente Renovador, el ministro de Economía, Sergio Massa, convocó desde su cuenta de la red social Twitter a marchar desde las 16 “en defensa de la democracia”.
Con información de Télam