El Gobierno está convulsionado. Este miércoles se desarrolló la primera reunión de Gabinete en seis meses, en un clima de tensión política interna y desconcierto por el fuego amigo de La Cámpora y quienes responden directamente a Cristina y Máximo Kirchner.
Por pedido del presidente Alberto Fernández a Juan Manzur, el gabinete se reunirá desde ahora obligatoriamente cada quince días. Se repasará la gestión y se debatirá internamente el rumbo que se le imprimen a las distintas políticas públicas.
Dos objetivos tiene Fernández: mostrar unidad y cohesión de gestión para sostener la gobernabilidad; y, en segundo lugar, que los trapos sucios se laven en la Casa Rosada y no en los micrófonos de la prensa, con la idea de bajar la hostilidad para no meterle más ruido a la economía.
Manzur, jefe de los ministros, pidió en una reunión de dos horas que todos se enfoquen en la gestión. Habló de las últimas críticas de Andrés “Cuervo” Larroque, secretario general de La Cámpora, y solicitó no darle “trascendencia” a la virulencia discursiva de quienes no están encolumnados.
Eduardo “Wado” de Pedro, ministro del Interior y representante de Cristina y de La Cámpora en el Gabinete, llegó tarde. Ingresó a marcha moderada un par de minutos antes de las 9:00, una hora y media después del inicio de la reunión.
La ausencia inicial de De Pedro despertó un sinfín de especulaciones. Desde su entorno comentaron a este medio que el funcionario había avisado a Manzur su demora, argumentando que uno de sus hijos había tenido un problema de salud.
De Pedro había sido el 15 de septiembre pasado el primero de los funcionarios cristinistas en anunciar que renunciaba si el Presidente se lo pedía. Otros lo siguieron. Y así, por factor de presión, se generaron algunos cambios en el Gabinete.
Qué se debatió
En la reunión hablaron, principalmente, los ministros de Economía, Martín Guzmán, y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas. Ambos, junto al de Trabajo, Claudio Moroni, son los funcionarios que Kirchner y La Cámpora quieren echar del Gabinete.
Todos, en apoyo o por disidencias, querían escuchar a Guzmán. El funcionario dijo que la inflación más alta del año fue la de marzo e indicó que en abril comenzó un proceso de desaceleración que será paulatino.
Guzmán les dijo a sus pares y a Manzur que los fundamentos de la macroeconomía se estaban ordenando de tal manera que la inflación tenderá a bajar, según pudo reconstruir este medio de fuentes oficiales. Economía está reduciendo su dependencia del Banco Central y el déficit fiscal está hoy por debajo de lo previsto.
El ministro de Economía también expuso que el Gobierno está generando un “equilibrio” entre la instrumentación de medidas para intentar enfriar los precios y decisiones que tienen que ver con no frenar la recuperación económica. Y destacó que las exportaciones avanzan en una velocidad que se acerca a los 80.000 millones de dólares anuales.
Kulfas, a su vez, comentó que el crecimiento económico que el año pasado cerró por encima del 10% se “mantiene” en 2022, con una proyección que podría arrojar una expansión mayor a la prevista, considerando los datos del primer cuatrimestre que acaba de terminar. Se preveía que el PIB avance 5% este año, pero ahora se estima que podría estar más cerca del 6%.
Guzmán y Kulfas hicieron hincapié en que la tasa de desempleo sigue bajando porque la generación de empleo privado registrado está escalando y a punto de comenzar a despegar de los 6 millones de empleos que no logra superar con creces desde 2011. Y señalaron, según fuentes oficiales, que esto también es un factor de “redistribución del crecimiento”.
Elizabeth Gómez Alcorta, ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, pidió apoyo al Gabinete para militar el proyecto de ley enviado esta semana al Congreso para la Economía del Cuidado, que busca ampliar licencias parentales y beneficios en pos de avanzar en la equidad e igualdad entre hombres y mujeres.
La ausencia de Fernández
Al finalizar la reunión, Manzur dio una conferencia de prensa en Casa Rosada junto a los ministros de Defensa, Jorge Taiana, y de Salud, Carla Vizzotti, y a la portavoz de la presidencia, Gabriela Cerruti. Esta última justificó que no estuviera presente el jefe de Estado dado que el encuentro había sido convocado por el jefe de Gabinete.
“Esperamos que a partir de este mes esto (la inflación) vaya en descenso, así que ahí hay un gran trabajo para hacer. Está todo el equipo económico involucrado para ir tomando decisiones que permitan controlar este indicador”, respondió Manzur ante reiteradas preguntas de la prensa acreditada por la fiebre de los precios.
Manzur les pidió a los ministros que lo ayuden para la presentación que a fines de este mes hará en el Congreso. Debe presentarse una vez por mes, pero no lo ha hecho en los ocho meses que lleva al frente del Gabinete nacional. Desde Juntos por el Cambio ya habían denunciado la situación dado que la presentación no es opcional.
La interna oficial
Sobre las recientes declaraciones de Larroque, Manzur pidió “no darle entidad”. “Esto tiene que ver con la dinámica propia de un espacio político en el que hay diferencias y estas se expresan de una manera y, a veces, de otra”, dijo el tucumano, quien –supo este medio- está personalmente molesto con el funcionario bonaerense por el calibre de sus declaraciones.
El jefe de Gabinete les pidió a los ministros que traten de no inmiscuirse en este debate público y que lleven sus inquietudes a las reuniones que se harán cada quince días, entendiendo que en esa mesa están representadas las tres patas de la coalición: el cristinismo, el albertismo y el massismos.
Por otro lado, les dijo Manzur a los ministros, el irá recogiendo en la diaria los planteos de otros sectores medulares para la salud de la coalición y, claramente, para la gobernabilidad como los son la CGT, los movimientos sociales y los gobernadores del PJ, que al menos por ahora mantienen su apoyo al presidente Fernández.
“La reunión del gabinete de hoy tuvo que ver con las prioridades de la Argentina en un contexto difícil para llevar soluciones al pueblo argentino, pero fundamentalmente para los grupos sociales más vulnerables”, comenzó Manzur en la conferencia de prensa. Y descartó que estén definidas modificaciones inminentes en el Gabinete.
El tucumano expresó que el Gobierno tiene “claro el norte, el rumbo, a dónde uno tiene que ir”. E insistió que en ese contexto, dentro del Frente de Todos hay visiones distintas que se expresan. “Pero nosotros, como el equipo del Poder Ejecutivo, vamos a seguir con la dinámica impulsando la gestión a diario”.
En ese sentido, dijo, “está claro: nosotros no odiamos a nadie, respetamos las diferentes posturas, son lógicas, son buenas, son valorables y sanas. Pero los funcionarios en el Ejecutivo los define el Presidente de la Nación. Y es el Presidente quien decide cuando hay un funcionario que ha cumplido una etapa y hay que darle otra impronta y otro nivel a la gestión en cuanto a lo que pretende el Ejecutivo. Es lógico, el Presidente es quien lo decide”.