Desde el martes a la tarde, el gobierno de Alfredo Cornejo saca cuentas para medir el impacto real del ajuste anunciado por el ministro de Economía de Javier Milei. Y ayer se supo que existe una diferencia de cálculo no menor entre la Casa Rosada y la Provincia, que afectaría aún más la caja en Mendoza.
Oficialmente el Ministerio de Economía de la Nación ha difundido una tabla en la que exhibe que la presunta reversión del impuesto a las Ganancias, que había sido recortado previamente, representa un aporte equivalente al 0,4% del PBI.
En ese porcentaje se reducirá el déficit: la Nación volverá a cobrarle el impuesto a las Ganancias a quien en setiembre se lo había sacado.
Pero para el Gobierno provincial, la presunta marcha atrás con la medida que aprobó el Congreso en plena campaña electoral debería implicar una mejora en la recaudación más significativa. Sostienen en la Casa de Gobierno que debería representar el doble, en porcentaje del PJ: 0,8%, específicamente. O sea, cerca de Cornejo calculan que la recaudación impositiva a repartir entre los gobernadores será mayor a la proyectada en las planillas de Caputo.
Con esta diferencia matemática como marco, Cornejo ha ratificado la demanda contra la Nación por el recorte original de Ganancias que aprobó el Congreso y que tuvo impacto en la coparticipación federal. De hecho, este miércoles trascendió que la Provincia no renunciará al juicio en ningún escenario, pues si se confirma la reversión del impuesto, se reclamarán los 20.000 millones de pesos que le fueron recortados por la Nación desde que la ley fue aprobada.
Es más, para el Ejecutivo, la reversión de Ganancias sigue siendo por ahora una aspiración, ya que dicha medida deberá pasar por el Congreso nacional y ser votada para que sea realidad. Cornejo y otros podrían disfrutar el momento si la reforma de Ganancias vuelve al Congreso, ya que, cuando se votó la reducción del universo de contribuyentes que deben pagar este tributo, Juntos por el Cambio se opuso, por su efecto en la coparticipación federal.
Hay que recordar que, aunque la medida formaba parte del “plan platita” del entonces candidato presidencial Sergio Massa, el ahora presidente Milei, su rival, apoyó en forma contundente el proyecto con un discurso ortodoxo.
“El Estado es una organización criminal violenta que vive de una fuente coactiva de ingresos llamada impuestos y, por lo tanto, los impuestos son un robo y con cualquier iniciativa que conste en bajar impuestos yo voy a estar de acuerdo”, dijo “el León”, cuando todavía era diputado nacional.
“Este impuesto es inmundo y por ende tiene que ser eliminado”, agregó Milei en otro pasaje de sus discurso, antes de llegar al poder y dar señales de que cambiará de parecer, como ordena el famoso teorema de Baglini.
En efecto, Milei apoyó la idea de Massa, que obtuvo 135 votos, a contramano de los diputados de Juntos por el Cambio, Florencio Randazzo y los cordobeses que responden a Juan Schiaretti, quienes votaron en contra.
El Gobierno nacional da por hecho que revertirá la medida original. Sin embargo, para Cornejo, el mejor “plan B” es que la Nación acepte coparticipar el añejo impuesto al Cheque, con lo cual cubriría alrededor del 90% de aportes que perderán las provincias si el esquema de cobro de Ganancias actual se mantiene. En 2024, la aplicación de esa ley representaría alrededor de 170 mil millones de pesos menos. También sugieren desde Mendoza que lo que pagan los contribuyentes por Impuesto al Cheque se tome a cuenta de Ganancias, para aliviarlos.
Todo en medio de un cálculo de daños en el que afinan el lápiz para tomar medidas a nivel local. Una de ellas podría ser readecuar parcialmente el presupuesto 2024, aunque por estas horas descartan “categóricamente” que se vuelva a discutir la pauta de gastos en su totalidad.