Además de ser gobernador de Jujuy, Gerardo Morales es presidente del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical y participa de la mesa de conducción de Juntos por el Cambio. Fue parte de la avanzada de esa fuerza que copó la agenda oficial de la Fiesta Nacional de la Vendimia, aunque con una mirada puesta en el inminente debate por el acuerdo con el FMI. Dice que hará responsabilidad de todas las fuerzas políticas en el tratamiento de esa ley: “el Frente de Todos se llena la boca hablando de que nosotros fuimos al FMI, pero se olvidan de que, además de la deuda de Cristina, en dos años este Gobierno lleva 65 mil millones de dólares de nueva deuda”, dice.
-En la carrera presidencial aparecen anotados Usted y Facundo Manes; hay quienes suman a Alfredo Cornejo. ¿Va a haber un candidato radical o ir a una fórmula de Juntos por el Cambio?
-Tal vez algunos tengan la aspiración de ser vice de alguien del Pro, no es mi caso. En general hay una concepción dentro del radicalismo que este año hay que trabajar primero por el programa de gobierno, que es lo que no hicimos en 2015, que dirima las diferencias ideológicas que tenemos en Juntos por el Cambio. Estamos convencidos que tiene que haber un candidato radical que dispute las PASO con un candidato o candidata del Pro. Si se anotan varios es lo mejor que le puede pasar al partido, más allá de que anuncié mi decisión de ser precandidato a presidente, veo bien y es una buena noticia que más radicales se animen. Luego dentro veremos de qué forma dirimimos para encolumnar a todos detrás de una precandidatura.
-¿Cree que tienen chances?
-El partido está muy movilizado. Ayer estuve en San Rafael, he visto mucha mística, mucho compromiso. Por el camino que vamos, creo que podemos gobernar ese municipio. Lo que pasa acá en Mendoza, también pasa en las provincias que no gobernamos, hay mucha energía. Es un radicalismo de pie y además de gestión, no nos van a correr con que no tenemos experiencia: gobernamos tres provincias, 412 municipios en todo el país. Estamos preparados para gobernar la república Argentina.
-¿Martín Lousteau y Rodrigo de Loredo, van a volver a los bloques radicales?
-Estamos trabajando para eso….
-Imagino que no van a poner más “vasos voladores” cuando se junten...
-No. Ya tenemos vasos de plástico… Tenemos el carácter y ponemos el corazón en todo lo que hacemos, pero hemos dado muestras también tenemos la capacidad de dialogar, de buscar la unidad, por eso Martín es vicepresidente del Comité Nacional y a mí me toca presidirlo. He tenido señales con él y él también las ha tenido conmigo. Sigue siendo el desafío y el compromiso de todos, no sólo nuestro, sino de Martín y de Evolución de volver al bloque. Hay temas… siempre hay razones de los lados, pero todos tenemos que hacer un esfuerzo y estamos trabajando para eso.
-En la división de halcones y palomas, a Usted lo ubican del lado más amable con el Gobierno nacional. ¿Qué tan lejos o que tan cerca está?
-Yo no voy a formar parte de la grieta, no me voy a sumar al campeonato de difamación que hay desde el Frente de Todos, el kirchnerismo sobre la oposición y desde la oposición respecto del Gobierno. Yo me voy a parar en una actitud responsable a trabajar en programas que resuelvan los problemas de la gente. Hay dos frente que casi hegemonizan la política en el país, creo que estamos en deuda con la sociedad y la irrupción de sectores por izquierda y derecha, son facciones antidemócraticas, facistas en algunos casos, que surgen como consecuencia del fracaso de la política. Tenemos que reflexionar sobre esto. No comparto que votemos en contra del presupuesto, nuestros bloques no pueden votar esa ley sin consultar a los tres gobernador y la los 412 intendentes.
-¿Tampoco dejar el recinto como hizo el Pro en el discurso de Alberto Fernández?
-Tampoco comparto que se haya retirado el Pro del recinto y después lo agraviaron en lo personal a Facundo Manes. Esas actitudes extremas no las comparto, voy a hacer lo posible para parar a Juntos por el Cambio en el centro, recuperando el diálogo institucional, buscando una agenda de los grandes temas del país, como la lucha contra el narcotráfico y un proyecto federal de desarrollo productivo que no se resuelva en las 10 manzanas de la Capital Federal con una concepción ortodoxa y monetarista. Más allá de esto, tengo una relación rara con el Gobierno. Obviamente que dialogo con el Presidente, porque soy gobernador. Pero el kirchnerismo me da para que tenga y el macrismo también. El kirchnerismo me hace la vida imposible, me discriminan y hay ministros que van a visitar a Milagro Sala, la presa vip.
-Milagro Sala es su grieta…
-No es mi grieta. Tenía que recuperar la paz y el orden de Jujuy. Se robaron 2.000 viviendas. Me tocó denunciar y que estén presos los que le robaron al pueblo, los que violentaron por quince años la provincia de Jujuy. Hay medio gobierno que me quiere crucificar. Pero entiendo que tiene que haber un punto en el que haya diálogo sobre las cuestiones que le interesan al país. Entonces, estos halcones que se creen que tienen garras y que lo único que hacen es tuitear y hablar en el campeonato de difamación, que me tratan de paloma, no me van a enseñar a mi lo que es luchar contra el kirchnerismo.
-¿Quiere superar la grieta?
-Hay que terminar con la grieta y de la que se benefician y lucran sectores del kirchnerismo y de Juntos por el Cambio. Paremos con el campeonato difamatorio, busquemos un país que tenga un rumbo, que acuerde 10 ejes de políticas públicas que sean para 20 o 30 años. Yo estoy parado ahí.
-¿Y respecto de los halcones y palomas?
-Las cosas que yo vea que nos corren por los medios de comunicación, dónde el Pro tiene más aceitados vínculos y no estemos de acuerdo, no vamos a acompañar. Hay una disputa pacífica por el liderazgo en Juntos por el Cambio, no lidera el Pro, no van a decirnos qué hacer y vamos a discutir qué hacemos; no pretendemos ser dueños ni aceptamos dueños de Juntos por el Cambio. Exigimos una relación simétrica y esto genera ruido. Algunos radicales se asustan de estos ruidos, están acostumbrados a recibir órdenes del Pro. Pero este año es en el que hay que acomodar la relación de poder en Juntos por Cambio.
-El otro gran tema que se viene es el acuerdo con el FMI. ¿Qué van hacer?
-El Gobierno tiene una fractura estructural en los del Fondo Monetario. Por eso me pareció hasta poco inteligente retirarse del recinto el martes pasado. Terminamos exhibiendo las diferencias tácticas que tenemos en Juntos por el Cambio e invisibilizando las diferencias profundas del Frente de Todos. No sólo faltó Máximo, faltaron 10 diputados de La Cámpora y 8 gobernadores. Yo ratifico lo que he dicho: no al default, honrar las deudas, actitud responsable, no a la suba de impuestos. Respecto de la ley que ha mandado el gobierno, hay que aprobarla en general, aprobar el primer artículo que habla del financiamiento, es un nuevo crédito para cancelar el anterior; el artículo 2 es el plan de Gobierno, que eso es responsabilidad del Gobierno, que en mi opinión no lo van a cumplir y como oposición no nos podemos hacer cargo. Lo que no podemos hacer es impedirle al Gobierno tenga ley. Si el artículo segundo es una condición del FMI, tendremos facilitar que el Frente de Todos con sus votos apruebe la ley para evitar el default.
-¿Eso implica dar quórum y sentar legisladores para que se abstengan u alguna otra estrategia similar?
-Si. Así de clarito lo digo.
-En el punto tarifas, le va a tocar más al AMBA que al interior…
-En buena hora. Aleluya. Todos los gobernadores hemos tenido que aumentar tarifas. El único lugar dónde no aumentan es en AMBA. Es una vergüenza.
-Va a haber un debate interno en Juntos por el Cambio, imagino. No creo que Rodríguez Larreta quiera el aumento de tarifas…
-No sé. Pero es injusto que en un barrio pobre de Mendoza, paguen cinco veces más la electricidad que en La Matanza. O que acá se pague 35 pesos el boleto, o que en Jujuy valga $50, en Córdoba $60 y en AMBA $18. No le echo la culpa a Horacio porque viene hace años esta situación y creo que es un gran jefe de Gobierno, pero no es lo mismo gobernar Jujuy, Mendoza, o Provincia de Buenos Aires. La causa unitarios y federales sigue vigente. Hay que dar ese debate y te aseguro que Horacio comparte esto.
-¿Es un acuerdo light al que se llegó con el FMI?
-Es un acuerdo muy flexible, muy beneficioso, con pocos requerimientos. Se explica porque si hay default el FMI tiene que mandar a pérdida 44 mil millones de dólares, más procesos internos para ver quién es responsable de esa pérdida. Pero queda claro que así gobierne Mickey Mouse en 2023, hay que volver a sentarse con el fondo. Obviamente el Frente de Todos se llena la boca hablando de esto. Nosotros fuimos al FMI, pero se olvidan de que, además de la deuda de Cristina, este Gobierno lleva 65 mil millones de dólares de nueva deuda.