El oficialismo y la oposición de Mendoza se cruzaron nuevamente por uno de los temas políticos de la semana: la controversial y tan nombrada Portezuelo del Viento. Los posicionamientos de cada uno de los sectores y los disparos se dan en un momento importante y que podría ser trascendental, que es el vencimiento del plazo de respuesta que tiene el presidente Alberto Fernández para laudar a favor o en contra de la realización de mayores estudios de impacto ambiental a la megaobra, que tiene un valor de U$S 1.023 millones.
Quien salió en este caso fue la senadora nacional por el Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, quien sostuvo que la obra debe concretarse y pidió “más gestión y menos show” por parte del Gobierno provincial, lo que desató un vendaval de declaraciones a favor y en contra de dirigentes oficialistas y opositores.
En el peronismo entienden que es el propio gobernador, Rodolfo Suárez; así como también el ex mandatario Alfredo Cornejo, quienes no se han mostrado convencidos de volcar toda la inversión en ese paquete de proyectos, que contempla el cambio de traza de dos rutas que quedarían bajo el agua en aquella zona de Malargüe, la relocalización del pueblo de Las Loicas; y la línea de Alta Tensión para la conexión al sistema interconectado nacional; y que en su reemplazo, planean otras obras con Irrigación y Aysam.
Sin embargo, en el oficialismo negaron terminantemente que Portezuelo no sea el “plan A” y también contestaron con dureza, al asegurar que la obra tiempo atrás estaba “completamente encaminada” y que quien llegó a poner dudas “fue el propio Presidente” al desempolvar la presentación de La Pampa, que había sido archivada durante la gestión de Mauricio Macri, y que pedía nuevos estudios de Impacto Ambiental para la obra.
“No quiero financiar una obra que está cuestionada por 4 de las 5 provincias por donde pasa el río Atuel (sic)”, dijo Fernández el 5 de junio de 2020 en La Pampa. De ahí todo fue de mal en peor para Portezuelo, ya que luego esas 4 provincias (La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires) votaron por nuevos estudios en una reunión del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), mientras que naturalmente Mendoza se opuso, y recayó en el pedido de laudo que aún no resuelve el Presidente.
“No podemos adjudicar sin el laudo. Hoy no hay seguridad jurídica”, marcaron desde Casa de Gobierno.
Está claro, por otro lado, que estas críticas son la antesala de lo que pasará -o no – el viernes. Si lauda Fernández, habrá al menos certezas de cómo está la obra hoy, que aguarda por una eventual adjudicación. Si no lauda, es muy posible que el Gobierno local lo tome como una respuesta negativa, e implique repensar qué hacer.
Golpe a golpe
La batería de declaraciones arrancaron temprano: “Portezuelo debe concretarse. Sigo a disposición del gobernador. No cambio de opinión”. lanzó tajante y con dardos envenenados Fernández Sagasti en redes sociales.
La líder del peronismo consideró que el problema “es que los que cambian son Suárez y Cornejo. Mientras buscan ‘planes B’, no explican la ausencia de gestión que demora la obra”.
“Que Portezuelo Sí, que mejor Plan B. Que queremos la obra, pero no terminamos los trámites. En vez de sacarse fotos pidiendo ‘prontos despachos’ el gobernador debería avanzar con la obra, Cornejo podría gritar menos o sincerarse y decir la verdad: que no quiere que se realice”, criticó la Senadora nacional.
También lanzó que “cada día Mendoza pierde oportunidades por la demagogia de un gobierno sin estrategia y sin gestión”, y disparó: “Cuando vuelvan de vacaciones, pónganse de acuerdo, terminen los trámites, avancen con la obra y convoquen a todas las fuerzas políticas de Mendoza, que allí estaremos”.
Entre los dirigentes que acompañaron estas declaraciones estuvo el intendente de San Rafael Emir Félix, quien dijo que “siempre” estuvo a favor de Portezuelo. “Macri y Cornejo decidieron cambiar el acuerdo que daba exclusividad de los fondos a Portezuelo para extenderlo a cualquier obra hídrica. ¿Quiénes realmente no quieren la obra?”, se preguntó.
Por el laudo
La respuesta del radicalismo no se hizo esperar, y también tuvo como arena a la misma red social Twitter. Uno de los que decidió tomar el guante fue Lisandro Nieri, quien fue ministro de Gobierno cuando Cornejo y Macri acordaron el pago de los U$S 1.023 millones como resarcimiento a los perjuicios que tuvo Mendoza en la prórroga de la Promoción Industrial en la década de los ‘90 (el reclamo lo inició Arturo Lafalla y prosiguió con un acuerdo extrajudicial entre Julio Cobos y Néstor Kirchner).
“No debemos subestimar a la gente. Todos saben que el Presidente es el único responsable del avance de Portezuelo del Viento. Es él quien debe decir si podremos avanzar con la obra que beneficiará a Mendoza”, expresó.
Y amplió: “Si Fernández Sagasti quiere ayudar a los mendocinos hay una cosa que debe hacer, solo una, y no es muy difícil: debe pedirle al Presidente que laude a favor de Portezuelo del Viento”.
En tanto, en el oficialismo hicieron mención sobre las declaraciones de Félix y la famosa Cláusula Tercera en la cual se amplió el destino de los fondos: “Lo hicimos para que Mendoza pudiera tener alguna salida en caso que se objetara la obra. Sabíamos que lo iba a hacer La Pampa, pero finalmente fue el Presidente quien se plegó a esa jugada una vez asumió el poder nacional”, marcaron.
También expresaron que es “insólito” que Mendoza todavía tenga problemas de utilizar un dinero que le corresponde por el mencionado acuerdo extrajudicial. “La Pampa también denunció a Nación junto a nosotros y recibió el dinero que le correspondía como compensación. Es una locura que nosotros estemos en estas condiciones hoy”, acotaron.